Addicted To Chaos [Re-subiendo]

Capítulo 25

*Dave*

Lisa se quedó dormida un rato después de partir, la dejé descansar y seguí conduciendo con ayuda de la postal que me dio el señor de la gasolinera hasta que llegué a la playa señalada.
Quedaba después de un camino medio rocoso, había que ir a pie por una bajada de tierra bastante empinada para llegar a la arena, y allí la playa, en media luna.

Me quedé arriba de la camioneta bastante rato, sólo mirando a Lisa dormir. La tapé con una manta que saqué de mi colchón, James tenía uno en la parte de atrás de la camioneta, así que traje mis mantas para que durmiéramos allí.

Después de un rato salí a fumar, quería planear todo perfectamente para que nunca lo olvidara, quiero dejarme llevar y hacerle saber que es la chica que me roba el sueño, quiero dejar de sentir que tengo un tapón en la garganta. Si tengo que parecer un puto marica para hacerlo, bueno, lo seré, pero no aguanto más el silencio.

*Lisa*

-¿Qué haremos ahora? Falta toda la noche para que salga el sol.
-Mmh, bueno, no te lo había dicho pero, tendremos que dormir en la parte de atrás de la camioneta.

¡Madre mía! No sé si podré aguantar toda la noche a su lado sin tocarlo, sin intentar que nos acerquemos.

-Está bien.
-¿No te molesta que tengamos que dormir juntos?
-Mmh, no, hace frío.

Sentí cómo mi cara se volvía un maldito volcán, tuve que mirar hacia abajo y esconderme en la chaqueta mientras pensaba en que quizás me estaba insinuando demasiado.

Habíamos pasado largo rato abrazados mirando el mar, pero ya estaba entrando la noche y el frío me calaba todo el cuerpo.

-¿Quieres que entremos? Hace demasiado frío ya- Dave me habló, sacándome de mis pensamientos.
-Está bien, vamos.

Nos metimos a la parte de atrás de la camioneta y cerramos la puerta, quedando totalmente a oscuras.

-Mierda, no sabía que esta cosa no tenía luz, qué cagada.
-Tranquila, he pensado en cada puto detalle de este cacharro -dijo prendiendo una vela. -eran más baratas que las linternas, lo siento, tendremos que tener cuidado cuando nos movamos.
-Con este frío de mierda, no pienso moverme hasta mañana.

Me miró y me sonrió, ¿Estoy haciendo algo mal? Ni siquiera sé por qué me lo estoy preguntando, pero siento que ambos estamos comportándonos de manera diferente, espero que no sea malo; me pone cada vez más nerviosa las actitudes que Dave está tomando desde que partimos este pequeño viaje, quizás estamos logrando abrir nuestros sentimientos.

No he podido parar de pensar en eso que me dijo cuando nos encontramos, quiere decirme algo y quiere que sea a solas, ¡Mierda no me aguanto! Quiero preguntarle ya qué será.

-¿Dave? -tomé valor para hacerle la pregunta.
-Dime -estaba ordenando las mantas sobre el colchón, así que ni siquiera me miraba. Eso me dio un poco más de confianza, cada vez que sus ojos se posan en alguna parte de mi cuerpo, mi corazón comienza a latir tanto que lo sentía en cada uno de mis rincones.
-Eh...¿Qué era eso que...querías decirme?

Ahora sí me miró, y mi maldita desconfianza me hizo sentir vergüenza de inmediato, debo verme aún más horrible ahora, bajo esta luz tenue, que aumenta las sombras de nuestros rostros. Él no podría verse mejor, todo es perfecto en su físico, y aunque eso no es lo que me hace amarlo, cada vez que lo veo es como si un calor inexplicable me hiciera sonrojarme inevitablemente.
Se sentó en la "cama" y me miró con un codo apoyado en su pierna, aquel brazo acababa con su mano tocando su cara, afirmando su cabeza. Con la mano derecha golpeó suavemente el colchón un par de veces, en señal de invitación para que me sentara a su lado.