Addicted To Chaos [Re-subiendo]

Capítulo 16

*Lisa*

James se quedó mirando el techo y luego se levantó, vio el reloj y se devolvió a la cama.

-Son las dos de la tarde, lávate ese hocico apestoso y vístete. Vamos a salir los dos, y vamos a hablar. Mueve tu trasero al baño.

Así que me puse de pie, me bañé, vestí y salimos.

-¿Dónde vamos, James?
-Vamos a arreglar mi guitarra, tendremos una audición mañana.
-Mmh..
-Y quiero que hablemos.

Sabía que quería hablarme de eso que le dije de Dave. Me había hecho sentir muy mal nuestra pelea, pero me hizo peor el rechazarlo; lo único que quería era dormirme con él, olvidar lo que me dijo y abrazarlo con todas mis fuerzas. Pero no lo hice, decidí darle una lección y me alejé.
Sentía un nudo en mi garganta todo el tiempo, como cuando algo muy importante me preocupa, y no podía deshacerla. Pensaba todo el tiempo en qué hacer con todo esto.

James dejó su guitarra con un tipo en una tienda pequeña y luego caminamos hasta una botillería, compramos cervezas y nos fuimos a sentar a una cuneta al costado.

-¿Volverás a casa?
-¿A vivir con ustedes? No creo, no después de todo esto.
-Todo esto...

Le expliqué lo que pasó el día en que salieron.

-El problema es que no me cree, le dije que ustedes lo correrían por Kirk, y como siempre que se lo he dicho, terminamos peleando.
-¡Eliza!
-¿Qué? ¿Qué mierda querías que hiciera?
-Que te quedaras con la puta boca cerrada.
-Pero no puedo - James miraba el suelo con uno de sus puños apoyado en su cabeza. -tu tampoco quieres correrlo, ¿Verdad?
-No, pero a veces es demasiado, me da miedo lo que pueda pasarnos a todos si sigue así.
-¿Por qué Lars tiene tanto poder sobre ti? ¿Es que no pueden decidir los cuatro?
-Es que no es sólo Lars, es Cliff también, ya no tolera a Dave. Lisa, Cliff y Dave llevan peleando mucho desde que tú llegaste, antes no lo comprendía, pero ahora que sé todo, sí lo hago. Lars quiere sacar a Dave porque quiere meter a Kirk, y yo pienso en que sacarlo sería estar un poco más seguros, pero Cliff...él lo hace porque le gustas, si quiere sacar a Dave es porque él también sabe lo que hay entre ustedes. Mustaine es una amenaza, si se va - me apuntó con sus manos - el objetivo queda libre.

Saqué dos conclusiones de eso que James me dijo.
1.- Lars es el chupa penes de Kirk, cuidado con él.
2.- Por mi culpa Cliff también quiere echar a Dave, tengo que hacer algo.

Durante estos dos días en que he definido que quien me gusta es Dave, también he pensado que he causado demasiados problemas a los chicos. Si el futuro de su banda puede, en parte, depender de mí, entonces sólo hay una opción. Alejarme.

-Ya veo...- tomé un sorbo de cerveza, no era suficiente para mí en estos momentos.
-¿Qué harás ahora?
-Mmmh, iré con Gary.
-¿Gary no vive con Kirk?
-Sí.

Si iba a causar peleas entre Cliff y alguien, prefería que fuese con Kirk antes que con Dave. Me iría de la vida de los chicos por un tiempo y me dedicaría cien por ciento al negocio, Gary y yo venderemos drogas como locos y dejaremos de comer salchichas recocidas todos los días.

-¿No te molesta eso?
-Kirk me cae como patada en la cara, pero bueno...no quiero seguir con esto, todos hemos sentido un cambio desde que nos conocimos. Ustedes han tenido discusiones y yo...bueno yo, hace tiempo que no sentía algo parecido.

Sentí que James se entristeció por eso, así que me acerqué y le hablé antes de irme.

-James -dije abrazándolo-, no sabes cuánto te quiero, no llores nena, podremos vernos de todas formas.
-No me jodas - me quitó de su lado y se corrió, al ver mi expresión de sorpresa se rió y me volvió a abrazar-. Siempre temí que alguien te hiciera daño, temo siempre que alguien te haga daño, no quiero que dejes que eso suceda.

Me terminé la cerveza y eructé, miré su cara estupefacta y me reí como idiota.

-Eres tan puerca, si te comportaras de la misma forma frente a los chicos, no te hablarían nunca más.
-Lo siento Hetfield, eres el elegido.
-¿Por qué te irás, si hace poco me dijiste que no sabías lo que sucedería si Dave se fuera?
-Porque no había pensado antes en eso que dijiste, de que si Dave se fuera, Cliff tendría el camino libre.

Nos quedamos en silencio un rato, pero luego creí que era hora de irme, tenía que volver con Gary a vender, había pasado ya días sin verlo; no cuento muy bien, pero creo que este era el tercer o cuarto día con Metallica.
Me despedí de James y volví a mi "casa", por suerte el único que estaba era Gary.

-¿Dónde mierda andabas Eliza?
-Estaba con James.
-Me tenías preocupado, ¿Y los hongos?
-Me los comí.
-¡¿Qué putas dices?!

Le conté mi aventura con los hongos y terminó por cagarse de risa.
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Han pasado tres semanas desde que regresé con Gary, hemos vendido mucha droga y ya tenemos bastante dinero junto para mejorar nuestras pobres vidas. Hemos hablado mucho y me contó que él también piensa que Kirk dejará Exodus por Metallica.
Me he sentido triste por no poder ver a Dave, la última vez que lo vi, fue cuando lo rechacé en la cama, y eso hace que me sienta peor. Lo extraño muchísimo, pienso todos los días en esa noche que dormimos juntos, pero también pienso en su interés en el trato de mierda y entonces prefiero dejar de recordarlo.

James hallaba la forma de contactarme para avisarme cuando Metallica tocaba, así aprovechábamos de juntarnos un rato y nos íbamos a beber. Hoy me invitó a una fiesta que se haría en la casa de los padres de algún hijo de puta con el que se juntan, así que acepté ir para vender y...bueno, lo de siempre. Le dije a Gary que nos fuéramos solos, Su banda completa iría, pero Kirk me tenía los ovarios a reventar, no quiero verlo nunca más.

Cuando llegué vi a Cliff con una chica, me alivió porque me sentía mal de pensar en Dave sabiendo que supuestamente yo le gusto, él es una bonita persona, es de los pocos a quienes les he contado algo más sobre mí y me hace muy feliz saber que está bien.
Me fui a un cuarto pequeño en el sótano, que era donde el dueño de casa ensaya con su banda, para poder guardar bien mis drogas antes de venderlas.
Sentí a alguien bajar las escaleras, así que rápidamente guardé todo. Cuando me volteo, Dave estaba inmóvil en la puerta y me miraba fijamente, era obvio que no esperaba verme; quería decirme algo pero sus labios sólo tartamudeaban una palabra.
Me puse de pie, no sabía si ir a abrazarlo como tanto quería, o pasar de largo e irme. En estos momentos no podía darle sentido a mi enojo, me sentía mareada sólo de los nervios y el corazón se me aceleró, todo se pasaba teniéndolo ahí adelante.

Fue él quien se acercó, volvió a detenerse algunos centímetros antes que nos tocáramos, seguía mirándome mientras tragaba saliva como loco.
No pude resistirme y toqué sus manos, subí por sus brazos hasta los hombros, el cuello y luego su rostro; me rendí en mi enojo y lo abracé. Pasó sus brazos por mi cintura y me apretó tan fuerte que sentí que se me iría el aire. Sentía su mejilla en la mía, su respiración en mi cuello y unas ganas tremendas de darle un beso, pero temí que me rechazara como yo lo hice con él.
Se movió un poco y comenzó a darme pequeños besos en el cuello, que me daban tantas cosquillas que no pude evitar reírme; se movía entre los dos lados, haciendo que forcejeara con él.
También se reía, de mí supongo.

-Me gustas cuando te ríes -me dijo, sosteniéndome aún entre sus brazos, mirándome a los ojos.
-A mi me gustas siempre -respondí sin pensar en lo que había salido.