Un nuevo comienzo

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Te encontrabas en Boston, habías viajado para cumplir tu sueño ya que en (Lugar de origen) no había oportunidades pues las situaciones de esclavitud eran malas y no había completa libertad.

Por suerte lograste a una edad joven estar orgullosa de ti, aunque tus padre no te apoyara del todo, sólo tenías padre pues tu madre murió a manos de una enfermedad pero tu padre no te apoyaba en muchos sentidos, eras cercana a él pero diferente, muy diferente a él.

Necesitabas comprar un violín nuevo pues querías dedicarte a la música, quizá empezando a tocar en tabernas o pequeñas fiestas. Dominabas las notas, sabías que con eso también podías tocar el instrumento que te propusieras.

Bajaste del barco en el cual llegaste, Boston era una gran ciudad al contrario que tu lugar de origen, vivías en el campo criando algunos animales con tu familia y la ciudad más cercana quedaba a unas dos horas de distancia.

Era una nueva oportunidad para ti no dejaría que nada te detuviera, ni siquiera el leguaje pues dominabas muy bien el inglés a pesar de que mi lengua materna fuera el español, grandes mercados para abastecerte de víveres grandes tiendas de ropa para todos los gustos (aunque a ti no te gustaba vestir femenina, lo hacías pero muy rara ocasión) encontrabas también distintas posadas para pasar ahí las noches en lo que se juntaba buen dinero para construir tu propia casa. Era una ciudad sorprendente!

Después de caminar por un rato encontraste una posada con habitaciones disponibles, entraste y te atendió una amable mujer mayor.

-Buenas noches señorita ¿en qué puedo ayudarle?- Dijo ella amablemente

-Quisiera una habitación por favor, no sé si le sea molestia que me quede aquí un tiempo, prometo que le pagar el alquiler- Dijiste un poco desconfiada pues no sabías si tu dicción era buena pero afortunadamente lo era.

-Claro que no es molestia, al patrón no le interesa mientras des tu alquiler, tu habitación está por aquí, sígueme- Dijo amablemente ella mientras tomaba las llaves en su mano y subía unas escaleras de madera.

Llegaron a la habitación era algo humilde pero era lo necesario para ti.

-La dejo señorita, descanse- dijo ella- Muchas gracias- Le respondiste con una sonrisa

Te tumbaste sobre la cama sin siquiera darte un baño, estabas cansada por el viaje. Al día siguiente por la mañana bajaste a la posada y estaban sirviendo de comer, no era muy fina la comida pero no importaba. Saliste a caminar para comprar un violín nuevo con tus ahorros

Entraste a la tienda de música, tu sueño también era comprar un violonchelo y un piano pero sabías que tenías que trabajar duro para eso, en fin compraste el violín y saliste de la tienda. Caminabas por la ciudad cuando viste a un pregonero y decidiste preguntarle sobre si sabía de algún trabajo de músico ya sea en una taberna o donde fuera, te respondió que sabía algo de una taberna pero que la dueña era exigente para contratar a una mujer pues era lugar de hombres.

Entraste a la taberna preguntando por la dueña del lugar, estaba lleno de hombres que peleaban, tomaban y estaban con mujeres, unos pocos estaban solo tomando una cerveza.

Te acercaste a la barra y a tu llamado respondió una mujer blanca de cabello negro que tenía un lunar en la frente y la podías notar algo ebria, venía hacia ti tambaleando, en lo que la esperabas tomate asiento y al lado de ti se encontraba un chico aparentemente de tu edad, tenía un atuendo extraño como una túnica o gabardina blanca con azul, notaste que te miró discretamente, parecía estar esperando a alguien o simplemente estaba tomando un trago. Era un chico algo moreno y tenía cabello negro y largo, al parecer era un mohawk por lo que te habían contado. La dueña del lugar te atendió con 'amabilidad'.

-¿qué quieres mujer? ¿Qué no vez que estoy ocupada? – Dijo la mujer con su voz ronca de tanto tomar

-Si estar borracho es una ocupación usted es lo máximo- Pensaste – Disculpe buena mujer, me parece que necesita entretenimiento en este lugar, algo de música, yo puedo hacerlo tengo un violín y soy muy buena- Dijiste entusiasta.

-Me parece buena tu oferta pero este es un lugar para hombres donde a diario hay peleas y no quiero que me cobres más porque estarás invalida niña, aquí todos golpean a todos- Dijo ella en tono sarcástico pero a la vez lo decía de verdad. El chico que estaba al lado de ti volteó a verte, parecía interesarle lo que hablában.

-escuche, no soy una niña, y sé defenderme, no es para que me trate así- dijiste en un tono serio.

-Bueno si es así estás contratada, pero, si te sucede algo ¡te vas!- Dijo en tono decidido mientras tu sonreías

-Gracias, no le voy a defraudar- Dijiste mientras la mujer se alejaba diciendo - Como sea niña-

Te dirigías a la entrada y alguien te sostuvo del brazo, era el chico que estaba sentado.

-No deberías hacer eso, es peligroso, aquí a diario hay peleas y puedes salir lastimada, además de que los casacas azules también vienen aquí, y comienzan sus riñas...- No dejaste que terminara

-Amigo, necesito comer, no me importa que me rompan la nariz, además tengo un sueño que cumplir-

-Solo es una recomendación señorita-

-Bien, gracias, hasta luego- Le dijiste mientras salías de la taberna dirigiéndote a la posada donde estabas hospedada. Ese chico, no podías dejar de pensar en ¿Por qué quería ayudarte? ¿Por qué se interesaba en eso? No puede ser demasiado peligroso trabajar en una taberna ¿o sí?

No necesito un salvador, necesito un amigo. (Connor Kenway x lector)Where stories live. Discover now