11

104 10 3
                                    

Ya han pasado ocho horas desde que Kaito se fue a la escuela. Es raro, él siempre viene de inmediato. ¿Se habrá entretenido con algo? O...

¿Alguien?

     —Si se cree que voy a estar aquí sentadita esperando a que llegue se va a llevar una sorpresa.

[ . . . ]

Ahora me encuentro caminando por la playa. Creo que Kaito podría estar por aquí, y es mejor buscar por ahora cerca de casa. Tras unos minutos lo veo, pero al acercarme, veo también que a unos metros de él se encuentra Luchia.

Ella lo quiere, eso ya lo sé, pero... ¿más que yo? Él no solo me hace sentirme bien, me hace sentirme viva.

Sin él, podría morir, y no es una forma de hablar.

Sé que antes eran novios, ¡pero yo también lo amo! ¿Acaso no tengo derecho? Su pérdida de memoria es como una segunda oportunidad de la vida, una oportunidad para mí y para él, para rehacer su vida. ¿Por qué tanto empeño en que las cosas sean como antes?

Corrí hacia él y apoyé mi cabeza en su pecho.

     —¡Kaito! Es tarde, ¿por qué no has venido a casa? Me he cansado de esperarte.

     —Mikaru, ¿estás bien? —Se separó y tocó mi frente—. No deberías salir.

     —No, no debería, pero me siento peor esperándote sin saber nada de ti.

Notaba la mirada de Luchia clavada en nosotros. Noté incluso como se encogía y sus piernas temblaban. Noté como quería irse de ahí. Noté como odiaba verme junto a él.

Y la entiendo.

La entiendo porque yo también estoy enamorada de él, pero no puedo imaginar que me deje. No quiero volver a la vida que tenía antes. Estoy harta, ya he pasado quince años así, y desde que conozco a Kaito todo es diferente, me siento mucho mejor. Me gustaría estar con él para siempre.

     —Mikaru, por favor, vete a casa. Yo iré enseguida.

     —Mm... Conque esas tenemos...

Me alejé de allí indignada.

     —¿Qué le pasa a Kaito? Encima de que me molesto en salir a buscarle...

Me senté en una barca que había por allí cerca.

     —Por mí puedes irte con Luchia, me da lo mismo...

No tenía ganas de ir a casa. Quería estar sola un rato, estaba de mal humor. Kaito ya no se preocupa por mí como lo hacía antes.

Otra vez ese dolor de cabeza...

Me desmayé al instante en la barca, a la cual se le aflojó su cuerda y fue mar adentro.

Cuando desperté ya estaba en mi cama junto a Kaito. Él me salvó cuando yo estaba inconsciente. Si no hubiera sido por él, quién sabe lo que me hubiera pasado...

     —Lo siento. He causado muchos problemas hoy...

     —Shh. —Calló mis labios con su dedo índice—. Mikaru, a partir de ahora, nada de locuras.

     —Está bien. Gracias por salvarme hoy.

Tapé mi rostro torpemente con la manta para que no notara mi rubor.

     —De nada —responde él con una linda sonrisa, pero a los pocos segundos pude notar como su rostro se entristeció un poco.

El tiempo pasó. Él se dirigió al balcón y se quedó apoyado en la barandilla durante varios minutos. Últimamente lo hace mucho. Estoy segura de que piensa en Luchia e intenta recordar su relación con ella. La situación se escapaba de mis manos, no sabía si iba a poder seguir evitando que estuvieran juntos...

【Renacer】» Mermaid MelodyWhere stories live. Discover now