∆ CAPÍTULO 12 ∆

2.5K 364 461
                                    

Jean

La distancia entre nosotros se acortaba cada vez más, y podía sentir su respiración tan cerca de la mía que un escalofrío recorrió mi cuerpo.

De pronto la distancia que nos separaba no existía y nuestros labios se unieron en un lento beso.

Me sorprendí. La verdad no me esperaba que Armin hiciera esto. ¿Por qué lo hacía? ¿Por qué yo correspondía el beso?

Pensaba.

Pero de nada servía pensar porque a pesar de todo lo que pensara había abrazado su pequeño cuerpo junto al mío y había correspondido el beso.

Pero aún así... Armin era como un hermano para mi. ¿Incluso en este momento lo sigo considerando mi hermano?

Mis pensamientos y mi cabeza iban a explotar, pero aún así no reaccionaba. Estaba concentrado en los labios de Armin. Suaves, húmedos, estaban fríos por la noche, sabían a vainilla, el sabor del helado que habíamos comido hace un rato.

No quería separarme pero el aire comenzaba a faltar en mis pulmones, y un empujón de Armin me devolvió a la realidad.

Nos miramos, su cara estaba sonrojada a más no poder me parecía tierno verle así pero...

Una lágrima, y a esa se le sumó otra, y otra, no paraban de caer y esos ojos azules que tanto me gustaban dejaron de mirarme.

— Lo siento... — Le escuché susurrar.

Pero no dije nada, tampoco hice nada. No podía reaccionar. ¿Esto de verdad había pasado?

Quien consideraba mi hermano me había besado y yo sin pensarlo dos veces correspondí.

Subo la vista y lo veo corriendo por la oscura calle, quise llamarlo, quise gritarle pero mi voz no salía. Y quizás era lo mejor, estaba confundido y necesitaba pensar.

Necesitaba pensar porque sentía que todas mis emociones se habían mezclado y había un tipo de explosión dentro de mí.

Lo peor de todo, es que quería volver a sentir esos labios, volver a hacerlos míos...

Tic, tic, tic, tic.

— Estúpida alarma... — Digo adormilado mientras apago la alarma de mi teléfono.

Ya habían pasado algunos días desde el beso que me dio Armin. Pero no habíamos vuelto a hablarnos y el tampoco me había dirigido la mirada y se alejaba de mi a toda costa.

Yo la verdad, tampoco había pensado las cosas seriamente. Lo que eso había significado para mí ni nada por el estilo, no quería pensar, no quería levantarme de la cama, no quería hacer nada... ¿Por qué los problemas no se solucionaban solos y ya?

Suspiro cansado.

Ya era primero de Noviembre y estaba haciendo bastante frío, así que opté por darme una ducha caliente.

Mientras me duchaba pensaba. Necesitaba hablarlo con alguien, habían demasiadas cosas en mi cabeza y por sí solo no podía hacer nada. Debería pedirle ayuda a Marco, o a alguien del grupo.

Este tema me estaba comiendo la cabeza, quería volver a la normalidad con Armin. Pero, después de lo que pasó ¿Sería posible? Tengo tantas ganas de preguntarle porqué lo hizo.

Acaso existe la posibilidad de que... ¿Guste de mi? ¿En serio?

Mi cabeza estaba montando demasiado teatro sola, era mejor esperar hablar con Marco. Seguro sólo eran ideas mías, pero...

Tu sonrisa como el Sol ✧ j e a r m i nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora