∆ CAPÍTULO 4 ∆

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Jean

Habíamos pasado todo el camino hacia el colegio escuchando música, y hubo un momento en el que me quedé viendo a Armin como un tonto, al parecer se dio cuenta de que yo estaba mirándole y no pude hacer más que desviar mi mirada avergonzado.

Llegamos al colegio y aún seguía escuchando música con Armin, cuando estábamos en la entrada de este, Armin me sonríe de una manera tan tierna que no me queda más remedio que devolverle la sonrisa. Me alegraba verle así tan risueño y feliz, pero todo eso se va para darle paso a un Armin tirado en el suelo.

La rabia me consume y no puedo evitar apretar los puños. Le tiendo la mano a Armin para ayudar a levantarle, quien vacila durante unos segundos pero finalmente toma mi mano y se pone de pie. Seguido de esto busco con la mirada desesperadamente al causante de que Armin cayera.

Todo para encontrarme con un maldito enano que siguió caminando y ni se inmutó en pedir disculpas. Voy tras de él y le tomo de la chaqueta molesto.

- ¿Acaso no piensas disculparte? - Le pregunto tratando de no golpearle, porque las ganas no me faltan.

- Tsk, no sabía que aceptaban caballos en este colegio - Dice mientras se deshacía de mi agarre.

Esto era el colmo, un estúpido enano viene y empuja a Armin, no se disculpa y también me llama caballo. El único que me llama caballo es Eren y nadie más, no voy a permitir que este bastardo me insulte así.

Iba a golpearle cuando Armin me toma del brazo.

- Jean - Dice - Creo que es un profesor, es mejor dejarlo así - Me susurra.

Nos miramos una última vez y el enano se va caminando como si nada aún sin pedir disculpas.

Suspiro frustrado, pero cuando volteo a ver a Armin él me sonríe de una manera que logra tranquilizarme. Paso mi brazo izquierdo alrededor de sus hombros y nos encaminamos a nuestro salón de clases.

Comenzó el primer período de clases normalmente, con la clase de biología de la loca profesora Hanji.

No se puede decir que las clases de Hanji eran aburridas, pero si un poco raras. La campana sonó y significaba cambio de profesor por lo que siempre nos tomábamos este momento como un breve descanso. Mientras llegaba el siguiente profesor me fui con Connie y Sasha quienes discutían por alguna razón que seguramente debía ser tonta.

Bertholdt, Armin y yo reíamos por la escena que estábamos presenciando, Sasha culpaba a Connie de que le había robado su galleta quien negaba el hecho de que lo hizo, lo que nos causaba más gracia era que las migajas en su rostro hablaban por sí solas, pero el no parecía darse cuenta.

De repente un aura negativa invadió el salón de clases, todos dejamos de reír, hablar y nos dirigimos a nuestros respectivos asientos. Es cuando entra al salón el mismo enano de esta mañana que como dijo Armin, era un profesor.

- Mi nombre es Levi Ackerman y seré su profesor de Matemáticas - Dice sin cambiar de expresión, al parecer la única que tiene - Y no estaba enterado de que en este colegio aceptaran a animales como alumnos - Siento como la indirecta va hacia mi y le iba a contestar cuando el suicida habla.

- Tiene razón profesor - Dice riéndose - En esta clase hay un caballo.

La clase le acompaña y todos comienzan a reír, lo que me faltaba, que un enano y un suicida se burlaran de mí en medio de la clase.

Iba a decir algo pero Armin me detiene dándome a entender que no vale la pena. Así que sólo me quedo callado y me resigno a soportar las burlas.

Aparte de este incidente las clases transcurrieron normalmente. Me aburrí en las clases que seguían así que me quedé dormido.

Mientras dormía soñé que me convertía en un caballo mientras el profesor Levi y Eren me montaban. Ellos sabían que yo era Jean, así que se reían de mi.

La campana de receso sonó y logró despertarme del horrible sueño que estaba teniendo. Los iba a denunciar por dejarme traumas psicológicos irremediables.

La clase de Marco iba a tener un interrogatorio hoy, así que él iba a estar estudiando en la biblioteca y no tenía ganas de ir allí hoy, probablemente me vuelva a quedar dormido y vuelva a soñar con el suicida de Eren y el profesor enano.

Así que me coloqué mis audífonos y comencé a dar vueltas por la escuela mientras escuchaba música. La verdad es que siempre me relajaba caminando, me gusta hacerlo la mayoría del tiempo, esté solo o acompañado, se había vuelto un pasatiempo mío caminar y pensar sobre cualquier cosa que se me viniera a la mente.

Pero, una cabellera rubia en la sombra de un árbol atrás de la escuela llamó mi atención. Paré la música y me dirigí a él silenciosamente, noté que leía un libro y no quería interrumpirle, sólo hacerle algo de compañía.

Me siento a su lado y se sobresalta un poco, luego me recuesto en el césped y cierro los ojos, dándole a entender que siguiera con su lectura ignorando mi presencia. Era muy relajante estar así, aunque no lo parezca siempre suelo disfrutar de la compañía de Armin, aunque no tengamos una conversación fluida al estar con él me siento diferente, como si pudiera descansar del mundo por un momento.

Después de estar un rato sin decir nada decido romper el silencio.

- ¿Qué lees? - Pregunto.

- El caballero de la Armadura Oxidada - Me responde aún sin dejar de leer el libro.

- ¿Y de qué trata?

Esta vez, pone un marca página en donde se quedó y cierra el libro. Dirige su mirada hacia mi para responderme.

- Trata sobre un caballero egocéntrico, que no consigue comprender y valorar con profundidad lo que tiene, es descuidado con las cosas y las personas que lo rodean. De esta forma se va encerrando poco a poco dentro de su armadura, hasta que ésta deja de brillar y se oxida; cuando se da cuenta, ya no puede quitársela. Entonces emprende un viaje por tres distintos castillos a través del "sendero de la verdad", mientras se va dando cuenta de muchas cosas que nunca había notado, reflexiona y así poco a poco se convierte en una mejor persona y al final logra deshacerse de la armadura que lo tuvo prisionero tanto tiempo.

Lo explica de una manera para que lo entienda. De verdad que admiro a Armin por esa habilidad de leer y poder reflexionar a fondo sobre lo que está plasmado en aquellas páginas, y siempre suele contarme sobre sus libros entusiasmado, por eso siempre le pregunto sobre lo que está leyendo.

- Que interesante... Supongo que en la vida hay muchas personas que quedan encerrados en su armadura y nunca logran salir - Digo.

- Las hay, o personas que cuando salen de su armadura ya es demasiado tarde.

Nos quedamos en silencio de nuevo, esta vez mirando la pared del edificio del colegio, que tenía algunos graffitis dibujados en ella y estaba muy sucia.

Después de otro rato sin hablar vuelvo a romper el silencio, pero en este momento las palabras salieron sin permiso, sin siquiera pensarlas.

- ¿Salimos juntos?

∆•.°∆

N/A: ¡Hola! Otro capítulo de esta novela~ Espero que les esté gustando
^-^ Subo capítulo cada dos días mas o menos~

Voten y comenten~ No sean fantasmitas :0

Con Amor, Pau.

Tu sonrisa como el Sol ✧ j e a r m i nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora