Capitulo 6 : No te entregues

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POV Marinnette.

La emoción no se detuvo a lo largo de la semana, y los nervios aumentaron drásticamente cuando toqué a su puerta.

Félix vivía en un apartamento cerca de Notre Dame, al borde del río Sena, en un edificio lujoso con un portero vigilante en la entrada.

En definitiva eso no ayudó para nada a sentirme más tranquila, y menos ahora que esperaba en su puerta.

Así que bajé la vista a mi vestido e inspeccioné que esté perfecto.
Arreglé mi cabello una última vez y revisé mi labial rápidamente en el reflejo de una ventana, fue entonces que me detuve...

Observé mis labios por un largo momento, recordando ese corto beso.

Fruncí el ceño.

El día que fui a tomar un café con Claude me pedí una crème brûlée para acompañar.

En cuanto probé el primer bocado no me di cuenta de que un poco de la crema quedó en la esquina inferior de mi boca.

« - ¡Esto está delicioso! - Exclamé. - Deberías pedirte uno.

Claude negó con la cabeza.

- Mejor me invitas un poco. - dijo.

Y mientras yo volvía a hundir la cucharilla en mi postre para invitarle, él se acercó a mí y con sus labios tomó la crema de mi boca.

Fue un beso rápido.

Yo me quedé estática sin saber cómo reaccionar.

- Tenias razón.- habló tranquilo. - Está  delicioso.»

Después de aquello continuó con la conversación como si nada, por lo que decidí ignorar lo ocurrido y continuar comiendo.

Los días siguientes nuestra relación no tuvo ningún cambio.
Dejé pasar ese pequeño incidente y nunca pregunté nada.

El sonido de la cerradura de la puerta me trajo al presente.

En cuanto terminó de abrirse mi boca cayó.

Félix se veía extremadamente atractivo con su camisa blanca remangada y su jean gris. Su cabello se veía perfectamente ordenado y su sonrisa era de propaganda.

- Estas hermosa. - susurró acercándose a mí y besando mi frente.

- Gracias, tú también te ves guapo. - agradecí sonrojada y me dio espacio para entrar.

- Adelante, mi casa es tuya.

Los nervios y vergüenza de mi pequeño apartamento volvieron al ver la inmensidad y elegancia del suyo.

- Wow. - Exclamé. - Tu casa es muy hermosa.

Caminamos por un largo pasillo hasta llegar a una pequeña sala, después entramos por una puerta que nos llevó a su cocina.

Un delicioso aroma impregnaba el ambiente.

- Huele delicioso.

Manual Para Jugadores ExpertosWhere stories live. Discover now