Epílogo

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N/A: ¡Hola! aquí os traigo el epílogo de esta historia. Creo que con esto ya no queda más que contar. Muchísimas gracias a todos los que habéis seguido esta historia, sufriendo y disfrutando con estos personajes que tanto queremos, leyendo y comentando cada capítulo.

Espero que este final definitivo esté a la altura del resto de la historia y que os guste lo que he escrito.

"Siempre y nunca: es tan largo el uno como el otro."

Elsa Triolet

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Decidieron casarse en unos meses. Como los dos deseaban una ceremonia sencilla pensaron que les daba tiempo suficiente para prepararlo todo. Kate contó con la inestimable ayuda de Alexis, Martha, Lanie y Jenny. Esta última, que ya había pasado por su propia boda, le fue de una ayuda inestimable y terminó convirtiéndose en una gran amiga.

Castle que terminó de escribir su libro en el mes que estuvieron en Los Hamptons se lo dio a Kate para que lo leyese, ella se emocionó hasta las lágrimas al leer que estaba dedicado a su madre con unas sentidas palabras: "A Johanna Becket, por ser la voz de aquellos que no la tienen, por defender la verdad hasta la muerte y por traer al mundo a la mujer más maravillosa, mi amor, mi compañera y madre de mi hijo. Gracias Johanna, no te olvidamos, tu recuerdo perdurará siempre entre nosotros"

Lo llevó a la editorial, donde lo recibió Gina, que le dio la enhorabuena por la vuelta de Kate. Él le comunicó que tenían un hijo y le habló de Ricky, pues aunque el regreso de Kate como testigo del juicio contra Bracken, si había salido en la prensa, no se había comentado nada sobre la existencia del hijo de ambos. Gina se sorprendió pero no tuvo más remedio que volver a felicitarlo. Le entregó el libro, comentándole de que iba. Ella lo miró extrañada, pues no era ese precisamente el género al que se dedicaba. Castle solo le dijo que lo leyera, y que después ya hablarían y ahí estaba pendiente de la contestación de su ex mujer y editora.

Castle le había hablado a Kate mucho de Rosemary y de lo buena persona que era, le había explicado que era otra de las muchas víctimas inocentes de Bracken. Kate la había visto el día que fue al juzgado, para escuchar el veredicto del jurado, pero realmente no le había dado tiempo de conocerla bien. Al escuchar a Rick hablar de ella con tanto afecto y saber el apoyo que había sido para él, no solo durante el juicio, ayudándolo mientras tomaba sus notas, sino cuando ella apareció de entre los muertos, le dieron ganas de conocerla mejor.

-Yo estaba muy enfadado contigo, ¿Sabes? - le dijo mientras la abrazaba aquella mañana de sábado que remoloneaban en la cama - me sentía dolido, engañado y traicionado y ella me dijo algo que me hizo pensar y reflexionar.

-¿Y qué te dijo si puede saberse? - preguntó con curiosidad. Aunque ya se lo habían contado todo, era inevitable que más de una vez recordaran algún hecho o situación que habían vivido mientras estaban separados.

-Me dijo que hablara contigo porque seguro que había una explicación para todo, yo negaba diciendo, que para un daño como ese no había explicación posible, y ella insistía en que lo primero que tenía que hacer era hablar contigo y perdonarte - recordó Rick - cuando le dije que me iba a ser muy difícil hacerlo, ella me contestó que era muy afortunado y que no todo el mundo tenía una segunda oportunidad en la vida, que si fuese su marido el que hubiese vuelto, no le echaría nada en cara, solo le daría gracias a Dios, por darle la oportunidad de estar de nuevo con él.

-¡Vaya! - dijo Kate que no podía evitar emocionarse cada vez que alguno de los dos recordaba esos momentos y pensando que le debía mucho a esa señora.

-Me dijo también que lo pensara y que no desperdiciase el tiempo en resentimientos y rencores, que simplemente debía alegrarme de saber que estabas viva y que me dedicara a vivir la vida que pensaba que había perdido - terminó de recordar - me hizo recapacitar y pensar mucho, sus palabras no dejaban de sonar en mi cabeza y me di cuenta que tenía razón, que no merecía la pena perder el tiempo en resentimientos, que ya nos lo habían hecho perder bastante.

Mi vida sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora