Capítulo 16

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"La vida consiste en adaptarse y volver a adaptarse."

Anthony Burgess

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A la mañana siguiente se prepararon para ir a la comisaría. Ya estaban arreglados y desayunaban en la cocina, incluido Ricky a quien su padre daba un biberón de leche y cereales. Alexis se despidió de ellos, alegando que tenía que volver al campus y Martha que también se había levantado temprano, salió diciendo que tenía un compromiso ineludible en su escuela de teatro. Jim también había salido, pues quería visitar el bufete en el que había trabajado varios años y empezar a buscar un lugar donde vivir. Se quedaron los tres solos y terminaron de prepararse para ir a la 12th.

En la calle tomaron un taxi que los llevó hasta lo que había sido hasta hacía un año el segundo hogar de Kate Becket. Cuando entraron, todos los policías que por allí había acudieron a saludarla y a felicitarla por lo bien que había acabado todo. Ella lo agradeció, los conocía a todos, a algunos más que a otros, pero era en la planta de homicidios donde estaban sus amigos.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron y entraron los dos cogidos de la mano, con Ricky en brazos de su padre, los oficiales que los vieron primero empezaron a aplaudir y a vitorearla. Recibir a una de los suyos, resucitada de entre los muertos y vencedora de uno de los procesos más importantes que la justicia había llevado a cabo en la ciudad, era un logro para todos ellos.

Fue Ryan el primero que notó la presencia de sus amigos y se acercó corriendo para abrazar a Kate, dándole la bienvenida, con dos sonoros besos en las mejillas y un gran abrazo que ella correspondió emocionada. Karpowsky apartó a Ryan para saludar a su compañera y sorprendió a Becket, cuando la vio emocionarse hasta las lágrimas.

-¡Hay que ver lo que nos has hecho sufrir, chica! – y volvió a abrazarla.

Al ruido de los aplausos acudieron Gates y Esposito, que estaban revisando unos informes en el despacho de la primera. Javier también abrazó a su compañera y le dijo que Lanie había estado esperando en la sala de descanso, hasta que la llamaron para ver un cuerpo, que en el momento que pudiese escaparse se reuniría con ellos. Le presentaron a Ricky a todos los compañeros y les contaron que ella estaba embarazada cuando tuvo que irse.

Gates permitió que sus chicos estuviesen allí durante un rato saludándose y preguntándole cosas a la compañera que creían haber perdido. Mientras Castle intentaba recuperar a su hijo que iba pasando de brazos de uno a los brazos de otro, menos mal que el chiquillo no extrañaba mucho y aceptaba el cambio de brazos con total confianza.

Cuando Gates pensó que ya era suficiente, los mandó a trabajar a todos y a ellos los invitó a entrar en su despacho. Ricky la reconoció y le dedicó una alegre sonrisa de cuatro dientes. Gates no se pudo resistir al encantador bebé y lo cogió de los brazos de su padre. Kate ya estaba acostumbrada y sabía que Gates sentía cierta debilidad por su hijo, pero Castle aunque le había oído contar algo a Kate, no lo había creído mucho, hasta que lo vio con sus propios ojos.

Los invitó a sentarse y estuvieron conversando un rato, sobre los últimos acontecimientos, mientras Ricky seguía sentado en el regazo de Gates y jugueteando con una pelotita anti estrés.

Gates le preguntó a Kate que cuando pensaba volver y esta le contestó que le gustaría tomarse un tiempo y disfrutar de su familia al completo, que ya se imaginaba lo que le esperaba a su regreso, en trámites y evaluaciones de tiro y psicológicas y que en ese momento no se sentía en absoluto preparada.

El capitán le respondió que la comprendía y le dijo si creía que un mes de descanso sería tiempo suficiente, a lo que Kate respondió que pensaba que sí, pero que de todas formas cuando volviera, ya le diría como se encontraba.

Mi vida sin tiWhere stories live. Discover now