Cap. 12

23 3 0
                                    

Al cabo de unos segundos abro los ojos y veo a Cristian a mi lado, le sonrío y vuelvo a la puerta de mi casa, cojo la mochila y me despido de Cristian.

-Bueno, entro, nos vemos mañana.

-Eh... una cosa- dice nervioso.

-Dime

-Em... ¿podría quedarme en tu casa un rato? Es que me he dejado las llaves y hasta dentro de media hora no habrá nadie en mi casa.

-Si claro- saco las llaves de mi chaqueta y abro la puerta- pasa.

Voy hacia mi habitación y allí dejo en el suelo mi mochila, me quito la chaqueta y voy hacia la calefacción para subirla un poco.

Una vez acabo voy al comedor y veo a Cristian al lado de la mesa.

-Acabo de subir un poco la calefacción... yo voy a cambiarme de ropa, creo que puedo tener algo para tí... digo... no deberías estar con esa ropa mojada, puedes resfriarte.

-Vale.

Voy a mi habitación y empiezo a buscar alguna sudadera ancha que poder dejarle a Cristian.

-Cristian- grito.

-¿Que pasa?

-Nada, ven.

Saco del armario una sudadera negra bastante ancha que he encontrado y luego saco otra gris para mí.

-¿Has encontrado algo?- dice Cristian en la puerta.

-Bueno... no sé si te irá bien, es lo único que he encontrado así... grande- le entrego la sudadera negra- aunque no sé si te podrás subir la cremallera- digo riendo.

-¿Me estás llamando gordo?- se cruza de brazos y se apoya en la puerta.

-No, gordo no... ¿musculoso?

-Ah, pensaba...

-Bueno cambiate ya, que vas a resfriarte, yo me pondré esto- le enseño la sudadera gris que tengo en las manos y unas mayas negras.

Nos quedamos unos segundos quietos hasta que me siento en la cama y me quito los zapatos, los cuales están empapados, hago lo mismo con los calcetines y cuando me giro veo que Cristian se está quitando la chaqueta.

-Oye, ¡no mires eh!

-Que no...

-Gírate- rueda los ojos pero finalmente se gira y se queda mirando hacia la puerta.

Me bajo los pantalones y rápidamente me pongo las mallas, antes de quitarme la camisa me giro para asegurarme de que Cristian no esté mirando y lo veo quitándose la camisa...

Todos los músculos de su espalda y brazos se mueven y noto como mi pulso se acelera un poco.

Sinceramente creo que esa cremallera no va a subir mucho...

Cuando me recupero de... eso, me quito la camisa y cojo la sudadera gris, paso mis brazos por las mangas y subo la cremallera.

-Lista, ¿tu que tal?

-Tengo algunos... problemas- dice entrecortadamente.

-¿Con la cremallera?- se me escapa una risa y Cristian se gira.

-Si, con la cremallera- señala la cremallera la cual no está ni por la mitad.

-A ver- me acerco a él- coge los dos lados y juntalos lo más que puedas- sigue mis instrucciones y yo cojo de los extremos de abajo donde está la cremallera, noto como me tiemblan un poco las manos, teniendo en cuenta que no lleva nada debajo y que mis manos están a menos de 2 centímetros de sus perfectos y marcados abdominales creo que es algo... ¿normal?

Podrías destruirmeWhere stories live. Discover now