Cap. 6

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Llevo media hora en la cocina y a pesar de los 2 cafés que me he preparado noto como los párpados se me cierran, podría intentar dormir un poco... no creo que des de aquí me oiga nadie si tengo una pesadilla.

No creo que sea muy buena idea

Solo un poco, si me pongo la alarma a las 5 no creo que me dé tiempo...

Bueno, pero luego no te quejes si te descubren

Que no...

Mierda... tengo el móvil arriba, pero arriba está Cristian...

Eres una genia Alex, en serio, la persona más inteligente que he conocido.

Hoy estás muy charlatana ¿no? Va siendo hora de que te calles, además, seguramente ya estará dormido.

Subo lentamente las escaleras y me dirijo a la habitación, la abro con mucho sigilo y lo veo dormido en el centro de la cama, voy hacia la mesilla de noche, cojo el móvil y salgo de allí lo más rápido que puedo, pero no sin antes pararme a contemplar su perfecta espalda desnuda y su negro cabello alborotado, ambos iluminados por la tenue luz de la luna.

Una vez en el comedor veo a Andrés durmiendo como un bebé en el sofá, me dirijo a la cocina, me siento en la silla, que por suerte es bastante cómoda, y pongo la alarma en el móvil para minutos después quedarme dormida.

***

La canción de My Medicine de The Pretty Reckless hace que me despierte de un sobre salto, paro la alarma, son las 5 a.m, solo he dormido 2 horas pero al menos he dormido algo... aunque lo poco que he dormido ha sido suficiente para que aparezca la mundialmente famosa y amada (nótese el sarcasmo) resaca. Salgo de la cocina, Andrés sigue durmiendo, subo las escaleras y me dirijo al baño. Una vez allí me miro en el espejo y no puedo evitar fijar mi atención en dos grandes ojeras que salen de debajo de mis ojos, si ya de normal se me notan un poco, ahora...

Lavo mi cara con agua fría para despertarme un poco y cuando está seca busco entre los estantes del armario que tengo al lado.

Rimel... pintalabios... mascarilla... ¡aquí! Corrector de ojeras, lo cojo y cierro las puertas del armario, me pongo delante del espejo y una vez termino de aplicarlo debajo de mis ojos puedo ver que siguen un poco mal pero hay una gran mejora. Me peino un poco y bajo a la cocina para tomarme una aspirina.

***

Me quedo la siguiente hora revisando el móvil y escuchando música hasta que oigo que alguien baja las escaleras. Miro hacia allí y veo a Cristian frotándose la cara y tirándose el pelo hacia atrás.

Llega al comedor y cuando vé a Andrés durmiendo se le escapa una pequeña risa, viene hacia la cocina y decido decirle algo antes de que me vea y se asuste o... no sé.

Y que de repente alguien le hable no le asustará

¡¡¡Cállate!!! No sé porqué tenía la esperanza de que te hubieras ido a dormir y no despertaras.

-Hola- por su reacción parece que no le he asustado, ¿será que se acordaba de que estaba aquí?

-Hola, ¿que haces?- dice cogiendo un vaso del armario.

-Aquí escuchando música.

-¿Que escuchas?

-No creo que te guste... nadie conoce estas canciones.

-A ver- se acerca a mí y lentamente coge uno de mis auriculares, se lo lleva a la oreja y después de unos segundos, se quita el auricular y dice:

Podrías destruirmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora