Tú, mi maldita perdición ||Malec & Saphael|| (RESUBIENDO)

(31)

SIMÓN

No entendía el calor que sentía en su cuerpo ¿A esto se le llamaba excitación? los besos de Raphael lo causaban ¿Cómo se daba cuenta? sus colmillos fuera y porque a bajo, dentro de sus pantalones, su amigo estaba emocionando por ser acariciado, no se sentía seguro de ir hacia la dirección que estaba yendo, el era virgen y tenía miedo de lo que pudiese pasar, además allá afuera estaba Alec inconsciente y un Magnus con un humor no muy agradable, si los encontraban haciendo esto ¡Le daría un infarto! Una risita nerviosa salió de sus labios interrumpiendo los besos que Raphael le estaba dando.

— ¿De qué te ríes Simón?— preguntó.

Simón tapo su cara con vergüenza mientras que dejaba salir de sus labios otra vez una risa nerviosa.

— Yo nunca he hecho nada de esto— respondió Simón nervioso.

— ¿Qué no has hecho pequeño?—preguntó de nuevo Raphael.

El menor empezó a balbucear con nervios, las palabras no querían salir de sus labios.

— Y-Yo nunca he hecho...

— ¿Qué nunca has hecho?—preguntó Raphael.

Que había decidido acariciar el abdomen del menor mientras lo miraba con cariño.

— Yo nunca he tenido sexo—dijo Simón.

Tapando su cara con más fuerza porque esta situación lo podía así, y porque Raphael no sacaba sus manos de su piel, pero el mayor tuvo que detenerse para mirar sus ojos para comprobar lo que había dicho.

— Por favor Simón mírame—rogó Raphael— mírame ahora mismo.

El menor empezó a sacar sus manos de su cara para mirar a aquellos ojos avellanas que le gustaban.

— ¿Enserio eres...?—preguntó Raphael.

— ¿Virgen? claro— susurro Simón—yo a mi edad, no quería hacerlo.

Raphael sonrió haciendo que sus ojos brillarán, eso hizo que el menor sintiera que algo se removía dentro de él.

— ¿Dónde te has estado escondiendo Simón Lewis?—preguntó Raphael.

No entendía qué estaba sucediendo, no entendía la pregunta y menos por que la situación había pasado de un momento incómodo a un momento muy íntimo, que Raphael se pusiera así.

— ¿Lo estás diciendo porque soy virgen?— comentó Simón arruinando el momento.

La risa de Raphael hizo que su cuerpo se erizará, amaba escuchar la risa del vampiro mayor, lo tranquilizaba y hacía pasar millones de sensaciones en su cuerpo, casi la misma reacción cuando escuchaba hablar o cuando el vampiro lo tocaba.

— Claro—dijo Raphael.

— Así que buscas vírgenes— dijo ofendido Simón.

La melódica risa de Raphael volvió a sentirse, observó como el vampiro mayor estaba encima de él en una postura muy cercana haciendo algo que tanto amaba el menor, reír.

— ¿Crees que me aprovecharé de ti?

— Dímelo tú, debes tener tanta experiencia, señor inmortal—musitó el menor.

— Soy virgen, Simón— dijo Raphael.

Estaba por responder con algo muy bueno que se había ingeniado pero al oír esa oración quedó perplejo ¿Qué Raphael había dicho que? ¿En serio?

— ¿Qué tú eres?

— Soy virgen— volvió a decir Raphael— no he tocado a ninguna mujer u hombre, ni cuando era mundano por mi corta edad, ni siendo vampiro, por respeto a mí mismo.

— Y me estas buscando a mi ¿Por qué?

— Me gustas Simón— dijo Raphael— y creo que eres el correcto ¿Muy sentimental no?

Simón tragó saliva con dificultad y asintió reiteradas veces, pudo ver la mirada de Raphael con una pizca de decepción y como se estaba moviendo para quitarse encima, Simón lo detuvo ganando una mirada curiosa de parte del mayor aunque su mirada seguía ahí.

— Intentemos esto— dijo Simón.

— ¿In-intentar qué?— preguntó Raphael sorprendido

— Lograr que tengamos sexo—dijo Simón avergonzado.

Pudo sentir como la mano de Raphael se colocaba en sus mejillas y como se acomodaba arriba otra vez juntando cuerpo con cuerpo tratando de que su espalda no presionara con la cama, si Simón fuera mundano ahora su corazón estuviera por explotar, el mayor se acercó hasta su oído, cual mordió con ternura y susurró.

— No vamos a tener sexo— dijo Raphael—  mi corazón pide que te exprese mi cariño.

Y Simón soltó un pequeño ruido de sus labios ¡Hoy iba a ser el día! Y estaba súper nervioso.