4.

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Chanyeol estaba teniéndola difícil con aquel ángel, al que había denominado "ángel tonto", solo porque así lo veía.

Tuvo que prácticamente obligarlo a comer, y luego soportar sus quejas porque según él, "no tenía tanta hambre", pero Chanyeol sabía que estaba hablando su timidez, lo podía oler.  Mientras se alistaba para irse a trabajar, le indicaba que esperara hasta que volviera, que no saliera de la casa y que podía hacer lo que quisiera mientras eso no involucrara salir de la casa. Baekhyun lo escuchaba con mucha atención y asentía a todo lo que le decía.

— No le abras la puerta a nadie a menos que sea yo.— dijo tomando sus pertenencias, las cuales necesitaba para su trabajo.— Bueno, adiós, recuerda lo que te dije.

Antes de salir, vio como el ángel asintió y se quedó sentado en el sofá.  Él empezó a caminar hacia su trabajo, pensando en lo lindo que se vería el edificio envuelto en brillantes y anaranjadas llamas, mientras se derrumbaba lentamente con todos adentro, bueno, casi todos. Se imagino los gritos de agonía y auxilio, y se sintió un poco mejor.

Algún día será, algún día, se aseguraba mientras caminaba, adentrándose al mismo callejón de la otra noche, en donde salvó a Baekhyun. Tan solo recordar la escena del pobre chico hecho una bolita llorosa en el suelo sintió mucha ira, y deseos de ver los sesos de aquellos idiotas esparcidos por el suelo.

Tal vez para los humanos, pensamientos como querer incendiar un edificio con gente adentro mientras gritaban, o querer sacarle los sesos a alguien, serían algo, psicópatas.  Pero para los demonios era muy diferente.  Pensar en querer asesinar a alguien con sus propias manos, era bastante normal.  Desde pequeños se les premiaba y alagaba por tener tales pensamientos, y si los hacían realidad los premios eran mejores, en vez de un dulce, era un juguete.  Los premios cambiaban mientras iban creciendo.  Mientras a los más pequeños se les premiaba con dulces y juguetes, a los adolescentes se les premiaba con cualquier cosa que quisieran.  Con tal de tener lo que querían, podían sacarle el corazón a alguien con sus propias manos, sin ayuda de estúpidos cuchillos ni nada de esas tonterías de aprendices.

Chanyeol no podía recordar el número de personas que habían sido sus víctimas. Eran simplemente demasiadas como para él contarlas todas.  Él era uno de los mejores en asesinar, junto a sus dos otros amigos, Kim Minseok y Oh Sehun.  Ambos, claro está, eran demonios al igual que él.  Cuando ya habían llegado a una edad madura, decidieron subir a la tierra, pero no para matar a sucios y débiles humanos, sino para vivir allá, lejos de las intensas llamas, los ríos de sangre y almas, y los horribles gritos de agonía que se podían escuchar día y noche sin importar dónde estuvieras.

Chanyeol se preguntaba cómo era el cielo. Lo más seguro era muy limpio, a diferencia de su hogar, que en algunas partes solo encontrabas manchas de sangre por todos lados.  Se preguntaba si los jardines eran parecidos a los de la Tierra, y si todo de verdad estaba hecho de los más finos materiales.  Tenía mucha curiosidad por saber si todos esos rumores eran ciertos.

Cuando llegó a su trabajo, pudo ver a Sehun afuera esperándolo con un café en cada mano.  Una vez el pelirrojo llegó a su lado no dudó ni un segundo en tomar uno de los vasos de la mano de su amigo y darle un sorbo al amargo café.

— Estás quince minutos tarde, ¿no sonó tu alarma o qué?— Sehun cuestionó, viendo atentamente cómo Chanyeol se tragaba el café en grandes sorbos.

— No es eso.— murmuro tirando el café por algún lugar.  Pudo ver como el rostro de Sehun se arrugó en una mueca de disgusto, mientras olfateaba el aire.

— ¿Te compraste un nuevo perfume?, yo tú lo devuelvo, es asquerosamente dulce.

Chanyeol no sabía si reír o mantener su expresión seria, por lo que le salió una mueca extraña. Sehun lo observó confundido, y luego olfateo a su alrededor nuevamente.  Sabía que había olido eso anteriormente, cuando iba pasando por el gran hotel cerca de su hogar, el cual estaba a varias cuadras, pero era un olor del pasado lejano.

Heaven | ChanBaekWhere stories live. Discover now