Jared baja de su habitación para desayunar con su familia. Lí besa a su esposa, y Jared hace lo mismo.
─Pancakes para Jared y cereal para Jos ─anunció Jane sirviéndoles.
Lí y Jared se miran el uno al otro en intercambian platos.
─Juro que mañana no me equivocaré ─prometió Jane.
─Eso dijiste ayer ─murmuró Jos..
─Pues, si no te gusta lo que te hago, usa tus manitos en la cocina como las usas en la cama ─gruñó.
─Eso no quería escucharlo ─Jared presionó sus ojos.
─¿Qué día es hoy? ─preguntó Jane.
─Jueves ─contestó Jos.
─¿Qué toca? ─les preguntó a ambos.
Lí y Jared se intercambian miradas. El nombre de ¨Lou¨ resuena en sus miradas, Jane no se percata para nada.
─Yo lo de todos los días en la universidad ─respondió Jos al ver que su hijo no hablaba.
─Fútbol despues de clases, tutorearé matemáticas a un chico luego de eso, y en la noche tengo una cita ─sonrió Jared sonrojado. Esperaba que su madre le creyera la mentira, puesto que su cita no era un plan fijo, más bien, buscaba como escabullirse para ver a Lou en la noche.
─Dime que es la misma del fin de semana ─Jane rodó sus ojos.
─Nop ─rió.
Lí fulminó con la mirada a Jared, él se dio cuenta que su hijo sólo trataba de actuar natural, así que él trató de hacer lo mismo.
─¡Ese es mi muchacho! ─Jos palmeó su hombro.
─¿Y qué pasó con Donna? ─murmuró Jane desconforme.
─Ah, estaba loca ─balbuceó. No encontró nada más inteligente que decir.
─¿Quién es la chica de hoy? ─preguntó Jane inocentemente, no tenía ni rastros de idea de que su familia le escondía algo.
Jared pensó un poco mejor la respuesta.
─Es Evelyn, y tiene unos se... Perdón.
─¿Tú qué harás hoy? ─le preguntó Lí a su esposa rápidamente, al ver que su hijo sobreactuaba y estaba hecho un manojo de nervios ante el interrogatorio.
─Trabajaré en el mismo caso, un asesinato bastante curioso.
─Lindo ─bromeó Jared.
─Jared, quiero pedirte un favor.
─Si tiene que ver con Marco, olvídalo ─bufó para luego presionar la mandíbula y morderse la lengua, su nombre ardía como ácido en su lengua.
─Óyeme, no le hables así a tu madre ─le regañó Jos.
Jared rodó sus ojos y soltó la cuchara molesto.
─Dime, mamá ─masculló de mala gana.
─Mi madre llamó, quiere que lleves a Marco a ver una de tus prácticas del fútbol ─hizo un puchero.
─¿Para qué? A Marco no le gusta el fútbol; a Marco no le gusta nada ─masculló entre dientes.
─Es el punto. Mi madre está preocupada por su integración social. Sabes de sus vicios. Tal vez viéndote haciendo algo bueno, le den ganas de hacerlo también. Inyéctale un poco de tu energía ─trató de curvar una sonrisa.
─¿Y seré yo quien lo convenza? Marco me odia ─y yo a él, dijo en sus adentros.
─Jared, no digas eso. Marco no te odia. Se llevarían bien si le dieras una oportunidad.
─Le he dado muchas. Él simplemente es un antisocial perdido. No quiero seguir hablando de esto; me voy a clases ─se levantó de la mesa golpeando el suelo con sus pies. Ardía de la rabia.
─Piénsalo un poco, por favor ─suplicó su madre.
Él trató de no enojarse con ella, era inocente y estaba privada de la información. Plantó un beso en su mejilla y contestó:
─Ni soñando ─susurró. Comenzó a jugar con las llaves en sus manos y salió de un portazo.
─¿Crees que Marco sea lo que Jared dice? ─le preguntó Jane a Jos. Éste leía el periódico tratando de evadir pensamientos.
─Ah, sí. Seguro ─encogió sus hombros.
─¡Jos! Es de mi hermano de quien hablamos ─lo regañó.
─Lo siento, Jane, pero son realidades. Tu adorado hermano adolescente es raro. Y no, no raro como tú o como tu madre, él es como... místico y a veces me da miedo. ¿Pertenecerá a una secta? ─jadeó abriendo los ojos.
─¡No seas imbécil! ─Jane huyó de la mesa.
Jared se apresuró para alcanzar a Lou antes de que saliera del apartamento. Justo ella salía cuando él estacionaba su coche frente al edificio.
─Buenos días, Lou ─le dio un beso en la mejilla.
─Hola, Jared, ¿qué haces aquí? ─le sonrió Lou.
─¿No es obvio? Buscándote ─masculló Cher caminando hacia su auto.
─Hola, Cher ─Jared fingió interés. Ella sólo agitó su mano.
─¿Puedo llevarte a la universidad? ─tomó sus manos y las agitó suavemente.
Lou miró sobre el hombro de Jared.
─Perdona, ¿te le estás ofreciendo a mi chica? ─se escuchó la voz gruesa y sexy de Marco. Bastó para que Lou se derritiera.
Lou evadió a Jared y caminó hacia Marco con una sonrisa estampada en la boca. Se lanzó entre los brazos extendidos de él y él la acunó posesivamente.
─Hazme un favor y no vuelvas a acercarte a ella, ¿de acuerdo?
─Tú no eres su dueño ─Jared apretó los puños.
─Tú qué opinas, ¿Lou? ─le susurró Marco a Lou en el oído.
Jared cristalizaba sus ojos esperando que Lou reaccionara.
─Lo siento, Jared ─dijo nada más y clavó su vista al suelo.
Una nube gris comenzó a dejar caer agua sobre la cabeza de Jared, un par de rayos también. Marco se percató del estado del chico y quiso darle un pequeño remate que lo destrozaría.
Marco estrechó una sonrisa y volteó a Lou para frente a él, la tomó de la cintura y unió sus labios con los de ella. Lou no se lo esperaba, pero sentía que volaba en el aire al sentir el calor húmedo de sus labios, él devoraba su boca como un león hambriento y Jared presenciaba todo con el corazón en la mano, latiendo y sangrando.
Jared rápidamente entró a su auto y salió a toda pastilla.
Marco soltó a Lou y la empujó un poco, como de costumbre, pero ella no le tomo importancia.
─No me llamaste ayer ─gimoteó Lou.
─No estaba de humor. Esta noche pasaré por ti para que hablemos con mis padres ─la tomó de un mechón de cabello y la haló contra él.
Ella se quejó de dolor, pero su boca fue callada por un beso de los deliciosos y finos labios de su adorado Marco.
─Me besaste ─esbozó una sonrisa.
Marco torció una también y la volvió a tomar del cabello.
─No lo hagas drama ─la tiró dentro del auto.
Marco entró a su auto y condujo a toda velocidad hacia la universidad.  

¿Quien les gusta mas?  ¿Jared o Marco? Yo amoo a Jared^^

Malas Decisiones (Tercera temporada de Niña Mal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora