Capitulo 19

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─Es enserio, Jane, estoy preocupada ─le decía TN a su hija.
─¿Pero qué quieres que haga? Sabes que ellos no congenian ─le explicaba mientras miraba a Jared de lejos.
─Inténtalo, hoy se puso peor que nunca. Tiró todas las cosas de su habitación, hizo un desastre, gritaba como si lo estuvieran violando. Ayúdame, te lo ordeno.
─Está bien, mamá. Haré lo que pueda, pero sabes que a Marco no le gusta el fútbol, ni nada normal ─rodó sus ojos.
─¡Es tu hermano!
─¡Lo sé, lo sé!... Y hablando de hermanos, ¿cuándo regresa Ed?
─Aún no lo sabe. Jura avisarnos en cuanto tenga noticias.
─Está bien, mamá. Nos vemos luego ─colgó.
Era de tarde. Jared pasaba los canales de televisión sin ver alguno. Su mente estaba sumada en pensamientos, en los cuales Lou estaba presente en todos ellos. Se imaginó la vida que sería si el bebé que llevase dentro fuese suyo. Suspiró al imaginar vivir con ella, acariciar su barriga todas las noches, dormir con ella, besarla...cosa que nunca había hecho, pero siempre había soñado. Cuánto hubiese dado por alimentarla, decirle cosas hermosas al oído, acaricias su cabello, hacerla reír. Pero, ahora no podía hacer nada de eso, porque según Marco, ella le pertenecía. El tema del bebé le había tocado muy fuerte, pero eso no disminuía el amor que sentía por su quemada Lou.
Jared apagó el televisor y de camino a su habitación miró la enorme caja de Lego's diminutos. Bostezó y llevó la caja hasta el comedor. Una vez sentado ahí, se decidió a montar una estructura, algo diferente. Tal vez, algo que le recordara a Lou. Él sentía que lo que había en su corazón era amor, como la torre Eiffel en la ciudad del amor. Sonrió y empezó a unir las piezas coloridas de forma vertical.
Luego de casi cinco horas, Jared estaba casi en la cumbre de su edificación, cuando la voz de su madre lo interrumpió.
─Jared, deja eso ya. Ve a dormir ─bostezó.
─Ya voy, mamá. Sólo termino esta ─respondió Jared sin voltear la mirada. Colocó la última pieza con sumo cuidado y relajó sus hombros─. Ya está ─suspiró.
Jane sonrió maléficamente mientras Jared tomaba una foto a la torre con su teléfono. Él planeaba imprimir la foto y regalársela a Lou, como un recuerdo, tal vez. Sonrió ante el la imagen sonriente de Lou al recibir la foto.
─¿Y qué pasa si yo hago... esto? ─Jane agitó su mano cerca de la creación de su hijo.
─¡No! ─gritó en shock.
Jane sonrió y se detuvo.
─Ve a dormirte ─le ordenó.
Jared se levantó y antes de subir las escaleras plantó un beso en la mejilla de su madre. Entró a la habitación y se recostó en la cama. Miró la foto de la torre y se le ocurrió una idea. Marcó el teléfono.
─Hola, Cher, ¿Lou sigue despierta?
─Estoy muy bien, gracias ─bromeó─. Ya te la paso...
─Hola ─respondió Lou.
Jared cerró sus ojos y suspiró. Amaba la voz de Lou.
─¿Cómo estás? ─susurró.
─¿Estás enojado conmigo? ─gimoteó.
─Yo nunca me enojaré contigo ─le prometió─. ¿Estás bien?
─Sí, de hecho ya tengo un teléfono.
─¿Qué?
─Marco me lo dio, creo que era suyo.
Jared rodó sus ojos.
─Lou, sabes que te quiero, ¿cierto?
─Sí, yo también te quiero, Jared.
─Pero no como a Marco ─dijo con el alma en trozos.
Lou sólo suspiro, la respuesta era más que clara para ambos.
─Siempre estaré para ti, no importa de quien estés embarazada.
─Gracias por apoyarme, aún con mi barriga de sandía.
─De balón ─la corrigió Jared.
─Ah, ¿de balón? Gracias ─bromeó Lou.
Jared soltó una carcajada.
─Jared, hijo del amor apasionado, cuelga ese teléfono y duérmete ─Jane golpeó la puerta de la habitación de su hijo al escucharlo hablar.
Jared ni siquiera escuchó por estar hipnotizado en el teléfono.
─Cuéntame, mon amour, ¿qué pasó cuando me fui?
─Marco se puso a la defensiva con tu padre. ¿Por qué es así con todo el mundo? ─preguntó Lou con voz ahogada.
─No con todos ─se sentó en la cama─, a mi abuelo le teme como a nadie.
─¿Por qué?
─Sólo ellos dos lo sabrán ─se encogió de hombros. Una duda se centró entre las cejas de Jared─. Loulu, ¿por qué Marco quería golpearte antes de que yo llegara?
Los puños de Jared se cerraron y sus ojos comenzaron a flamear.
─Él... ─Lou dudó varios segundos. Contarle que Marco trataba de matar al bebé significaría intensificar el odio entre ambos─ simplemente estaba molesto.
─Lou, yo necesito que contactes conmigo de cualquier manera en caso de que Marco intente algo contra ti o contra el bebé, ¿me entiendes?
Lou soltó un largo suspiro.
─Sí ─susurró para luego bostezar.
─Ve a dormir ─sonrió─. Descansa.
─Buenas noches, Jared. Nos vemos mañana...¿o JJ? ─soltó una risita.
─No te burles, es un apodo familiar. Supongo que tu nombre no es Lou, ¿o sí?
─No. Soy Louisianna Adrianne Allen.
─Lí ─susurró Jared.
─¿Cómo?
─Nada. Buenas noches, Lou.
─Adios, JJ ─colgó entre risitas.
Lou se durmió acariciando su vientre mientras Jared se batía los sesos en qué hacer. Marco estaba tirado en el suelo de su habitación sin camisa y pensando cómo iba a decírselo a Canela ahora.
Al amanecer, Lou se preparó y bajo a desayunar con Cher.
Cher abrió los ojos al verla y abrió la boca para hablar, pero Lou se sentó y habló antes que ella.
─El padre de mi bebé es Marco Canela, Jared y el señor Lí ya lo saben. Marco le contará a sus padres y todo se lo están ocultando a Jane, ¿alguna pregunta? ─alzó una ceja.
La boca de Cher cayó al suelo y estaba a punto de irse de espaldas.
─¿Marco? ¿Cómo pudiste seducirlo? ¡Ése chico no tiene ni hormonas! Dudo que sea humano algunas veces.
─Pues las tiene, y muy activas ─mordió la tostada de su plato.
─¡Cuéntame cómo fue! ─arrastró la banqueta hacia Lou.
Lou podía contar muchas cosas, pero su intimidad no se la contaría ni a Jared. Eso era algo entre Marco y ella, solamente.
─Vámonos; llegarás tarde a clases ─Lou tomó su bolso luego de un sorbo de jugo y Cher la siguió. La curiosidad la halaba como el hilo de un mimo.

Malas Decisiones (Tercera temporada de Niña Mal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora