20.

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Harry se movió levemente, tratando de volver a hundirse en aquel sueño tan acogedor, no quería despertar; no quería tener que enfrentar la realidad, así que la mejor opción que se le ocurría por ahora, era simplemente dormir. Poniéndose boca abajo, trato de dormir nuevamente, pero no pudo, ya que algo o más bien dicho alguien, le hablo suavemente al oído, poniéndole los pelos de punta.

-Hora de despertar, amor.-Harry de inmediato abrió los ojos de golpe al escuchar la voz de Louis. ¿Qué hacía aquí? El menor se cuestionó, pero de inmediato se respondió su pregunta. Niall. Harry sintió los nervios recorrer su cuerpo.-Vamos bebé, déjame ver tus hermosos ojos.-Harry sintió sus ojos cristalizarse y negó con su cabeza. Nuevamente los pensamientos volvieron a atacar bruscamente su mente, haciendo que cada vez se le hiciera más difícil retener las lágrimas.

¿Cómo es posible que él me quiera? ¿Qué es lo que ve en mí? Yo no estoy a su nivel. Se aburrirá de mí. Me dejara. Solo soy un niño.

Eran como voces, que le gritaban internamente, que lo destrozaban, esas frases no se detenían y Harry solo se rompía cada vez más al escucharlas, eran como balas, como golpes, dolían más que los propios golpes que alguna vez recibió. Tenía miedo, estaba aterrado de perder a la primera persona que amo de verdad, porque su antiguo novio...esa mierda no cuenta, porque Harry nunca se pudo enamorar de él ¿Y quién podría? Nadie podría, ni el ser más dulce y amoroso del mundo, podría. Pero Louis...él era distinto, enamorarse de él era como aprender a caminar, empiezas de a poco, te sostienes, te caes y te vuelves a parar, hasta que finalmente lo haces, se vuelve algo tan cotidiano. Harry lo admitía, al menos para sí mismo, que amaba a Louis, lo amaba como nunca creyó que se podría amar y tal vez piensen que es una simple exageración de un joven enamorado, pero no...Harry enserio lo sentía, sentía su pulso aumentar cada vez que el mayor aparecía en su campo de visión, cada vez que sentía un pequeño roce o simplemente cuando le hablaba, lo amaba y mucho.

Tanto lo amaba, que tenía mucho miedo...miedo de perder a aquel hombre, el que lo salvo de sus más grandes demonios, el que sin importar nada seguía a su lado, pero lo más importante el hombre que simplemente robo su corazón.

Y finalmente paso, Harry se rompió y comenzó a sollozar contra la almohada de su mejor amigo, el miedo lo abarcaba por completo, tal y como un pequeño niño que le temía a la oscuridad. Louis de inmediato se preocupó.

-Cielo vamos, mírame por favor.-Harry negó mientras sus sollozos eran amortiguados por las almohadas, Louis frunció su ceño.-Harry, mírame, ahora.-El mayor ordeno demandante, no podía quedarse ahí viendo a su chico llorar y no hacer nada. Harry despego lentamente su rostro de la almohada y mordió levemente su labio, para evitar que los sollozos se le siguieran escapando.

Ambos se miraron fijamente, las lágrimas de Harry caían suavemente por su rostro y Louis...simplemente quería golpear a alguien, porque sabía que por culpa de alguien su chico estaba así. En un inesperado movimiento, Louis tomo por al brazo a Harry y lo atrajo a su cuerpo, dejándolo sentado en su regazo, Harry paso sus brazos por el cuello del mayor, apoyando su rostro en el hombro de este, dejando salir silenciosos sollozos. Era como un bebé, Louis pensó, era su bebé.

-Lo s-siento.-Harry murmuro entre sollozos, Louis sonrió de lado y acaricio la rizada cabellera de su chico, tratando de calmarlo.

-No te disculpes, cielo, todo está bien.-Louis le dijo aquellas palabras al menor, tratando de calmarlo, odiaba verlo alterado.

Se quedaron así varios minutos, Louis intercalaba sus caricias entre las piernas de Harry, su cabello o su espalda, al cabo de varios minutos, Harry finalmente se calmó, pero se negaba a ver a Louis a los ojos.

Just Us |Larry Stylinson|Where stories live. Discover now