ℓα ℓσвα ףυє αмαвα α ℓσѕ ∂яαgσиєѕ · ＡＫＡＴＳＵＫＩ ＮＯ ＹＯＮＡ

·VII·

AVISO: Si no vais al día en el manga puede contener spoilers. Ambientado en el 76.

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El grupo se haya de camino hacia el Mercado de los Errantes, pues Yoon carece de dinero y necesita trabajar. Todos van juntos al paso excepto dos peliazules que están al final a solas conversando, bueno, la chica es la que habla, el chico solo asiente o niega con la cabeza.

-Oye... ¿Por qué Mio y Shin-Ah están apartados? –Pregunta Kija mirándoles de reojo.

-Es cierto, llevan así un buen rato -Continua Jae-Ha.

-Supongo que... se estarán conociendo más –ríe Zeno intentando ocultar la verdad.

Horas antes, en la madrugada Mio y Zeno se hallaban dialogando sobre su secreto y de un momento a otro apareció Shin-Ah, pillándoles de imprevisto y en una escena algo íntima, había escuchado todo.

-Seiryuu –lo nombran sorprendidos.

-...

Los dos se separan de esa posición y se miran entre ellos, ¿desde cuándo estaba ahí?

-Verás Seiryuu, noso... –cambia la forma de hablar– Mio y Zeno estábamos hablando –ríe rascándose la cabeza.

-Lo he escuchado...

-¿El qué? –Le cuestiona la bicolor procurando no demostrar su nerviosismo.

-Que sois... los más mayores...

Los inmortales tragan saliva para después respirar, ya no se podía hacer nada, los había descubiertos. Se observan el uno al otro y como si se leyeran las mentes asienten, le contarían su realidad.

Acto seguido de que se enterara de todo, Shin-Ah mantiene la boca cerrada como si estuviera pensando en que decir.

-Seiryuu, tienes que prometernos que no dirás nada, es un secreto –Zeno hace el signo de guardar silencio.

-Vale... –los dos sonríen– Pero... –cambian la expresión–, quiero algo a cambio.

-¿Qué~? –Se queja el rubio tirando los hombros hacia delante– Seiryuu... ¡somos hermanos!

-Hak me dijo que cuando alguien sabe un secreto hay que pedir algo a cambio para no decírselo a nadie más.

-Ese Hak... -Piensan Zeno y Mio a la vez.

-Y... ¿Qué quieres? –Pregunta la peliazul.

Shin-Ah se calla y de mientras los dos se miran preocupados, nunca se habían imaginado que el más inocente de todos se la jugara de esa manera.

-Deseo... pasar más rato con Mio.

-Aun así... Eso me incomoda –se queja el peliblanco.

-No sé si debería empezar a inquietarme o qué... –susurra el peliverde.

Zeno ríe por sus comentarios aunque en el fondo se sienta igual que sus hermanos Dragones.

· · ·

-Como probablemente sabéis, estamos en quiebra –asienten–. De alguna manera hemos podido tener carne porque sabemos cazar, pero... también queremos arroz, sal, armas y ropa... ¡¿No?! –Vuelven a afirmar– Eso significa, que necesitamos dinero sí o sí. Así que~... vosotros debéis atraer a los clientes –finaliza Yoon.