Capítulo 16

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El sol ilumina en lo más alto de la ciudad, aquella que durante estos tres días me han refugiado, dándome un poco de sosiego, estoy sentada en aquel famoso café portugués esperando por Elsa.
Tomo un sorbo de la deliciosa bebida humeante y me dedico a contemplar los transeúntes, unos van despacio y otros en cambio parece que se les va la vida, recuerdo entonces con tristeza cuando de niña mi padre salía apresurado rumbo a su trabajo, el beso fugaz que me obsequiaba en la frente y la sonrisa de disculpa para Mary por no quedarse más tiempo a nuestro lado.
Hola! Se puede?
Alzó mi vista y sus órbitas me traen a realidad, ese intenso azul oceánico que me han cautivado desde el primer momento.
Hola!
Le indico que se siente justo a mi lado.
En qué pensabas?
Se acomoda un mechón platino tras de su oreja y me quedo pérdida entre su precioso rostro, de pronto la veo ruborizarse y sonrío con ternura ante ese gesto.
Nunca te había visto así
Así cómo?
Pérdida en tus pensamientos Anna, ocurre algo?
Recordaba a mis padres
Dibuja una mueca que no logro interpretar.
Los extrañas?
Mucho... -Vuelvo mi atención a la calle - les debo lo que soy hoy
Hicieron un gran trabajo entonces
Sus palabras captaron mi mirada nuevamente, mi vista se concentró en sus pupilas y pude detallar con precisión aquel color tan único que poseían sus ojos azul cobalto -sentenció y ella inclina su cabeza intentando entender aquello que de pronto solté -
Tus ojos... Desde que te conocí no tenía certeza de que azul eran
Sonríe y se acerca a mi a través de la mesa.
Y los tuyos son tan celestes como el agua de una playa tropical
Me hace gracia la comparación y río ante ella, sigue con su vista sobre mi y sin tener motivo toma mi mano.
Ven conmigo
A dónde
Confías en mí?
Para ser honesta no, aún en mi interior hay el germinado de desconfianza, no se borra de un día a otro los actos ocurridos, pero mis impulsos dominan a la razón.
De acuerdo!
Sin esperar más saca un billete y lo deja en la mesa, la miro extrañada y en segundos me ofrece su mano luego de levantarse.
Vamos
A donde
A buscar tus cosas en ese hotel
Elsa!
Anna -se olvida del espacio personal mínimo que debe existir entre dos personas, entre dos amigas que están intentado reconstruir la confianza perdida - sólo confía en mí
Su mano derecha levanta mi barbilla y al sentir su tacto mi cuerpo se estremece, cada fibra nerviosa que tengo responde ante ella, veo sus ojos y luego sus labios, quiero romper el poco espacio y dejarle en claro cuáles son mis sentimientos, ese remolino de emociones que van desde la rabia hasta el más puro y salvaje deseo, pero me contengo y sólo asiento como una pequeña obediente que acepta lo que algún adulto le indica.
Vamos
Toma mi mano y la entrelaza con la mía, su tacto es frío al principio pero no me incomoda, de hecho una alegría inmensa se apodera repentinamente de mi estado de ánimo.

**
Estamos ambas sentadas frente a frente, ella tiene en su mano una copa de vino tinto y en cambio yo me aferro a ambos posa brazo de aquel asiento.
Estás bien Anna?
A dónde vamos Elsa
Ella da un delicado sorbo a su bebida y coloca con sutileza la copa en la mesilla.
Es una sorpresa
Tenemos tres horas volando y no creo que sea de regreso a Estocolmo
No, no vamos a Estocolmo
Elsa
Anna
Me exaspera su actitud infantil, pero a la vez me hace gracia y dejo que mi cuerpo se relaje por primera vez en todo el vuelo.
Cuál es tu época favorita del año
Diciembre
La Navidad te gusta
No, el invierno... Es cuando se hace más espeso
Ya veo que amas el frío...
El tuyo?
Agosto... Amo el verano
Agua y aceite
Guardo silencio porque de momento no comprendo ese inesperado comentario, ella sonríe y rompe el abrupto silencio que se ha formado.
Somos diferentes
Ya lo he notado
Tú eres como la luz brillante que envuelve a la oscuridad
Y tú serías la oscuridad?
Una sonrisa se forma en mis labios ante esa rara comparación, pero ella se tensa y lleva su cabeza al respaldo de aquel asiento.
Tal vez lo sea Anna
He dañado el momento, bajo la mirada y sólo hago lo que mejor sé hacer.
Chocolate o vainilla?
Ella vuelve sus ojos a mi y eleva una ceja que la hace lucir más hermosa de lo que ya es.
Chocolate
Café o té
No me dirás qué te gusta?
Amo el chocolate Elsa... Más que los días de verano
La veo mostrarme su perfecta sonrisa y como se pone de pie rápidamente, se pierde al fondo del pasillo y luego de unos largos segundos regresa con una caja en su mano.
Chocolate!
Son Belgas, aún no los he probado pero según son los más famosos allí
Abre la caja y aparecen unos delicados bombones, me olvido que vamos a no sé cuántas millas de la tierra firme y me levanto de un salto para tomarlos de su mano.
Oye... Comparte
Quieres... Ven por ellos
Corro por el mismo pasillo por dónde ella trajo la caja y de pronto me sujeta de la cintura y caemos en un asiento tipo sofá a un costado de aquel avión privado, me giro y la tengo sobre mí; nos quedamos inmersa la una en la otra, sus ojos están más oscurecidos y consciente o no la veo deslizar su lengua por los labios.
Qué estás haciendo conmigo Anna?
Aquella interrogante vino como un susurro cuyo eco golpeó mi corazón.

Nieve y FuegoWhere stories live. Discover now