Capítulo 15

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Estoy parada en el pequeño balcón de aquella impoluta habitación de hotel, mis ojos aún me arden producto del llanto, y mis pensamientos siguen torturándome, no tengo un motivo válido para haber salido huyendo de ella, de sus manos tomándome por sorpresa o de sus labios apoderándose de los míos sin permiso.
Mi visión se pierde entre tantos techos rojos, entre tantas casas que se divisan desde esté lugar, entre cúpulas que parecen ser de Iglesias construidas en otros siglos y palacetes de algunos barrios propios de la burguesía Lisboeta.
Tres golpes secos en la puerta de la habitación me sacan de mis cavilaciones, pasan varios segundos sin que haga ningún movimiento y entonces vuelvo a oír aquel llamado.
Al fin logró romper el estado inerte que tenía y avanzo lentamente hacia la puerta.
¿Es usted la señorita Summers?
Un joven vestido de uniforme blanco me interroga y yo quedó sin palabras.
Si es usted... tenemos está entrega
Detrás de él habían tres chicos más, todos cargados con arreglos florales de distintos tipos y tamaños, instintivamente me hice a un lado y los dejé pasar, de forma desordenada depositaron los arreglos en el piso ya que la pequeña mesa que se hallaba en un rincón quedaba pequeña.
Firme aquí por favor
Sin emitir palabra obedezco y antes de marcharse se saca un sobre blanco de la libreta que lleva y me lo entrega, luego desaparecen por el largo pasillo sin más.

Camino entre las flores, un ramo es de puras rosas azules, doce rosas en total atadas con una cinta roja que termina en un lazo perfecto.
Hay otro arreglo de puras orquídeas, es el que más llamó mi atención, lo tomó entre mis manos y lo depositó en la cama a mi lado; abro el sobre y dentro hay una carta.

Anna no sé exactamente por donde comenzar, quizás debo iniciar por pedirte disculpas de mi actitud en el monasterio, no debí forzarte o tal vez debí intentar solucionar las cosas entre nosotras antes. Lo cierto es, que cada vez que te tengo cerca es cómo si mi cabeza dejará de funcionar, y eso diera paso a mis emociones más básicas y a veces salvajes. Si vine tras de ti es porque me importas, porque acepto que no hice nada para detener los sentimientos que crecían dentro de ti, y es por mi más puro egoísmo.
Aquella mañana que te vi por primera vez, algo se removió en mi interior, una llama que quizás antes nunca se había encendido lo hizo y ...
Tal vez no deba escribirte, tal vez lo mejor para ambas es que te dejé en paz y tú puedas seguir tu vida

Arrugo aquel papel escrito a mano sin terminar de leerlo y lo mantengo en mi puño, sé que estoy llorando porque el sabor salado que dejan algunas lágrimas a su paso advierten a mi paladar. Me levanto y tomó mi bolso, dejó el papel echo bola sobra la mesa y salgo, bajo en el elevador, hago mi camino hasta las afueras del hotel y entonces allí parada como si esperará a la nada está ella.
Me plantó enfrente, no razono, sólo me dejó llevar y lo primero que hago es voltear su perfecto rostro con una bofetada que la deja atónita, a ella y algunos transeúntes que pasaban cerca.

Eso es por ser una completa imbécil conmigo y esto
Aún estática con una mano apenas que lleva a su mejilla dolorida la tomo del cuello de aquella gabardina negra y la arrastró a mi locura, la beso con todo ese remolino de sensaciones que me controlan y sólo siento mi cuerpo relajarse cuando ella se adentra en está peligrosa tormenta.

**

Caminamos por aquel antiguo castillo llamado San Jorge, nos detenemos en la parte más alta y aún tomadas de la mano sin vernos, ambas nos perdemos en la inmensa y preciosa vista de Lisboa.
Lamento lo de Philip
Apenas la he oído y dejó que el silencio le permita continuar.
Nunca pensé que se atreviera a buscarte... desde entonces ha jodido todo
La miró incrédula al escuchar esa palabra que no era propia de su elegante vocabulario, sus ojos se fijan en los míos y hay tranquilidad ahora en ellos, el azul zafiro brilla y no sé si son ideas mías pero veo un rastro de esperanza. ¿Él sabe algo? -interrogó con miedo-
Él no, pero mi padre si, o por lo menos lo intuye
¿Y que harás al respecto?
Una electricidad recorre cada célula de mi cuerpo, una muy diferente a la placentera que me daban sus roces o sus besos, a mi mente vienen las advertencias de Aurora, y del resto, aquella corriente no es otra cosa que terror.
Debería dejarte ir -Mira nuevamente al frente y suspira audible, yo trago grueso y espero ansiosa lo que dirá - pero no puedo Anna, enloquecí todos esos días posterior a la nefasta visita... te llamé, te busque, y tú simplemente te borraste...

Bajo la mirada con un peso de culpa por mi actitud infantil, porque si analizo mi accionar no hay otro término que lo defina mejor.
Lo lamento...

Cuando te vi con esa mujer... -Se queda callada unos segundos que a mi se me hacen eternos- Sientes algo por ella?
Desvío la mirada a un punto en la nada, una vez más Elsa me toma por sorpresa.
A la velocidad de la luz pasa por mi mente una secuencia de escenas vividas por mi, compartidas con aquella hermosa modelo, quiero explicar pero simplemente no encuentro la manera, y en cambio guardo un sepulcral silencio.
Le quieres?
Amas a Philip?

Niega con la cabeza, suspira y luego estira su mano delicada y con la mirada me indica que la estreche con la mia, lo hago sin saber cual es el objetivo de esto.
Me llamo Elsa Colder y tú?

Anna Summers -sonrío ante lo que imagino que planea-

Le gustaría acompañarme a tomar un buen café
Suspiro rendida, bajo las defensas y una vez más la dejó entrar en mi vida.

**
La noche ha caído y tras una tarde tranquila entre cafés y pastelillos, entre charlas triviales y anécdotas de cada una, nos despedimos como lo harían dos recién conocidas, como si fuéramos dos mujeres que se tropezaron por la causalidad de la vida y han terminado compartiendo una velada inocente y sencilla.
Ni besos apasionados, ni recriminaciones de parte y parte, sin remover sentimientos que pudiesen herirnos más.
Hoy sólo somos dos chicas en busca de un poco de paz, de comprensión y porqué no, también de amor.


Capítulo dedicado a la memoria de quienes hoy partieron de esté mundo inesperada y cruelmente.
#Loveislove

Nieve y FuegoWhere stories live. Discover now