Arkadia (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 48

CLARKE

Había intentado quedar con Lexa un par de días para desayunar, pero le fue imposible, esos días su chica los tenía repletos de no sé qué estúpidas reuniones que lo que hacían era quitarle el tiempo que tenía para estar con ella. Encima por las tardes no habían podido quedar tampoco por una cosa y otra, total, dos días llevaban sin verse. Sólo mantenían conversaciones por el móvil y algún que otro mensaje, ya que sus horas de descanso tampoco coincidían.

Se levantó de mala gana, encima era viernes, por lo que el Arkadia estaría a tope esa noche. Con lo que le gustaba su trabajo tiempo atrás... ahora estaba siendo un autentico suplicio, y no entendía muy bien el por qué. Bueno, sí lo entendía, estaba claro, pero no quería asumirlo.

-¡Buenos días rubia! –Sonrió Lincoln cuando la vio entrar por la cocina.

-Buenos días. –Dijo ella prácticamente bufando y acercándose a la nevera a por agua fría.

-¿Qué te ocurre? –Preguntó extrañado su amigo.

-Estoy hasta las narices de todo. –Soltó llamando la atención de su amigo, quien al parecer no esperaba ninguna contestación por su parte.

-A ver cuéntame.

-Tengo un cumulo de cosas aquí que van a explotar. –Dijo señalándose la cabeza.

-Vale. Vamos a enumerarlas y a analizarlas, ¿de acuerdo? –Sugirió su amigo sabiendo que posiblemente Clarke estaría en una de esas situaciones extremas.

Se sorprendió cuando su amiga no se negó y se sentó relajada en uno de los taburetes de la barra, quedando frente a él.

-Empieza. –Sugirió Lincoln.

-Estoy enfadada. –Dijo ella. –Enfadada por no poder pasar todo el tiempo que quiero con Lexa.

-Quieres pasar más tiempo con ella...es lógico. –Contestó él.

-No, no lo es. Sólo llevo dos días sin verla y mira cómo estoy. Nunca me había pasado. -Se justificó.

-El amor. –Sugirió su amigo.

-El amor, el amor. –Dijo negando con la cabeza. -¿Siempre es así? –Preguntó haciendo movimientos con sus manos.

-Sólo cuando te pega fuerte. Y creo que Lexa está dando todo lo fuerte contra ti. -Argumentó. -A ver sigamos. –Sugirió su amigo. -¿Qué más?

-Estoy enfadada por su nueva amiguita del trabajo, me está empezando a desquiciar y tampoco sé por qué.

-¿Su nueva amiguita?

-Sí, eso dije. –Contestó de forma tajante.

-Bueno, yo creo que sí sabes porque te desquicia como tú dices. El tono que has usado... ¿Estás celosa Clarke? –Preguntó su amigo mirándola a los ojos directamente.

-¿Qué? ¡Jamás! Yo nunca he tenido celos. –Espetó ella.

-Nunca digas nunca. –Contestó el chico ganándose una mirada acusadora de su amiga. –Bueno, ¿qué más?

-Estoy enfadada por... -Suspiró fuerte antes de decir su última apelación. –Enfadada porque Lexa me dijo que me quería y yo no pude decírselo, no me salieron las palabras.

-¿Ella se enfadó?

-Que va. Eso me enfada más. Ella es maravillosa, es demasiado para mí y yo soy tan estúpida que ni decirle eso puedo.

-Voy a hablar, ¿vale? –Dijo su amigo advirtiéndole que iba a soltarle todo del tirón. –Primero, lo de pasar más tiempo con ella tiene solución, te lo dije, cojamos la cafetería juntos, tendremos horarios compatibles, días libres, vacaciones....Segundo, lo de su amiguita cómo tú dices, Clarke...es su compañera de trabajo, por esa regla de tres peor debe sentirse ella cuando sabe que tú estás rodeada todas las noches de... ¿Cuántas chicas? Y tercero, lo del te quiero no es algo que te tengas que imponer, tiene que salir de ti, necesitas tú tiempo después de todo y si por lo que veo ella lo entiende...no deberías rallarte de esa forma. Pero... -Dijo alzando su mano para evitar que contestase. –Todo se resume en que querida mía, estás enamorada de Lexa. Y mucho.