- Oh.

- Pasa. ¡Siéntete como en tu casa! Ya sabes dónde está todo -dice antes de tomar su bolso e irse.

Estoy sola. En la casa de Logan. Y él está dormido.

Voy hacia su cuarto, entro y lo veo. Está despatarrado en su cama, babeando.

Me quiero reír. Se ve tan lindo cuando duerme. Sólo está usando boxers y... Guau, ya tiene su erección mañanera. Diablos, de pronto hace calor aquí.

Se ve tan comestible con su pecho desnudo, sus largas piernas enredadas en la sábana, su boca abierta, el pelo enmarañado, sus bíceps flexionados... Yummy.

¿Ahora qué se supone que haga?

Seducirlo -ofrece una vocecita en mi cabeza.

¿Cómo mierda hago eso? ¡Está dormido! No es como si le fuera a hacer un striptease... ni siquiera me está viendo. Mmm... supongo que puedo meterme en la cama con él... despertarlo a besos, tocar su... Oh, Dios, ya me estoy encendiendo.

Primero me doy la vuelta y pongo el cerrojo. Nunca se sabe, una chica tiene que ser precavida. Me acerco un poco. Estoy tan nerviosa... empiezo a sacarme la ropa lentamente. No sé por qué, si no me está mirando.

Salgo de mis jeans y eso es todo. Ya estoy en sujetador y bragas. No pienso desnudarme del todo. Por lo menos no todavía. Mi corazón está a punto de salirme del pecho, mis manos sudan y ya no estoy tan segura que sea una buena idea. Pero llegué hasta aquí... no pienso salir corriendo ahora.

Tomo una gran bocanada de aire y me pongo a horcajadas sobre él.

Su piel se siente tan caliente y sedosa. Mierda, ni siquiera está despierto y ya me tiene temblando. Me acerco y dejo un camino de besos por su pecho y cuello...

-Logan -susurro con voz ronca.

Estoy tan necesitada que es humillante. Bajo mi mano y lo toco. Dejo escapar un gemido.

¡Despierta de una buena vez!

Lo aprieto un poco y escucho un gruñido salir de su garganta. Bien. Empiezo a lamer su cuello y hacer soniditos femeninos. No sé cuanto más pueda aguantar sin que me toque.

- Logan -jadeo su nombre en su oído.

Llevo mi boca a sus labios y lo beso ferozmente. Siento sus manos en mi trasero y su lengua empieza a juguetear con la mía.

Al fin.

Podría suspirar de alivio pero su boca hambrienta no me lo permite. Apenas y puedo respirar. Oh, dios... lo quiero dentro de mí.

De pronto nos rueda sobre la cama y ahora él está sobre mí. De eso estaba hablando.

Envuelvo mis piernas en sus caderas y comienzo a restregarme contra él. Me está besando en todas partes: el cuello, la clavícula, el pecho, debajo de mi oreja, la mandíbula... estoy muriendo aquí. Me muerde el labio inferior y eso es todo. Si no empiezan a salir nuestras prendas en este preciso momento voy a morir.

- Te deseo - ¿esa es mi voz? Dios mío.

Él abre los ojos. ¿Aún no lo había hecho? Me mira sorprendido.

- ¿Abby?

- ¿Con quien pensabas que estabas dándote el lote todo este tiempo? - ¿es normal que entren chicas a su cuarto a besuquearlo por las mañanas?

- Yo... pensé... creía que era un sueño. -responde confundido y parece darse cuenta que estoy en ropa interior. Sus ojos se abren un poco cuando ven mi sujetador rosa con encaje negro. Es muy sexy, lo admito. Además, me hace un escote impresionante. Y tengo puesta una tanga a juego... este chico tiene todas las de perder. -Por Dios - murmura para sí mismo.

Le doy mi sonrisa arrogante.

- ¿Ahora vas a seguir ignorándome?

- Yo...

- Fue todo un malentendido, tienes que creerme. Jamás te haría eso - le digo rogándole con los ojos, también lo acompaño con un movimiento de mis caderas. Por si acaso.

-De acuerdo -parece un poco perdido.

Quiero decirle que lo amo pero bueno... sinceramente creo que le daría un ataque o algo, y aún no estoy preparada para decirlo. No creo que le importe en este momento.

- Bueno... ahora que todo está claro... -trato de darle una sonrisa descarada pero con mis nervios creo que salió más como una mueca.

- Yo... -traga duro.

Mmm... no creo que sea lo único duro aquí... ¡Estoy hablando de sus abdominales! No sean mal pensadas. Antes de que me arrepienta empiezo a desabrochar mi sujetador.

- Que... que estas... -pero su pregunta queda colgando cuando lanzo lejos la prenda no querida. Nunca he estado así con un chico.

Debo decir que la forma en que me está viendo hace todo tipo de cosas en mi interior. Tiene los ojos como platos, sus pupilas son enormes y están... frenéticos, salvajes, hambrientos.

-Bésame -susurro con la voz aún más ronca, si eso es posible.

No tarda ni dos segundos en cumplir con lo que le pido. Su pecho desnudo sobre el mío se siente asombroso. No estoy segura de si quiero ir todo el camino, pero honestamente en este momento no me importa.

En sus brazos me siento feliz.

Tenias que ser túWhere stories live. Discover now