Niego con la cabeza. Esta mujer me va a volver loca algún día.

Cuando salgo por la puerta veo algo que me deja paralizada. Mejor dicho a alguien. Justin está parado junto a su motocicleta, viéndome directamente.

Tiene puestas gafas de sol y debería ser ilegal verse tan sexy. No sé qué decirle... ¡no hemos hablado hace días! De repente estoy muy nerviosa... ¿qué hace aquí? Me ha ignorado todo este tiempo.

- Hola -digo titubeante mientras me acerco.

- Hola -responde fríamente. No creo que sea una visita amigable. - ¿Subes? quiero llevarte a otro lugar para hablar.

- Oh, bueno... tenía que ir a comprar algo para mi mamá justo ahora.

- Te llevo a la tienda si quieres, o a un supermercado, y luego podemos hablar. - ¿Justin llevándome al supermercado? ¿Qué tan surrealista es eso?

- Oh, bueno... -Subo a su moto con cuidado.

No puedo creer que esté haciendo esto.

[...]

El viaje y comprar huevos nos toma unos diez o quince minutos. Me gané una levantada de ceja cuando recogí la caja de huevos del estante.

¿Una chica no puede comprar huevos tranquila en estos días?

Cuando llegamos a mi casa nuevamente no sé qué hacer.

¿Debería invitarlo a pasar o sería raro? Definitivamente sería extraño, pero no quiero ser descortés.

- ¿Quieres pasar? Podríamos hablar en... -si digo mi habitación ¿podría mal pensarlo? -en mi casa. -digo en su lugar.

-De acuerdo -se encoge de hombros.

¿De qué quiere hablar?

- ¡Mamá! Ya llegue. ¿Dónde pongo los huevos? -pregunto en voz alta luego de abrir la puerta.

Justin suelta una risita. No sé qué es tan gracioso.

- ¡Déjalos en la cocina! -me grita desde la sala.

Voy hacia la cocina con Justin detrás de mí. Cuando entramos, él mira rápidamente la puerta de la despensa. Esto es incómodo. Dejo los huevos en la mesada y abro el refrigerador.

- ¿Quieres algo de beber?

- Un refresco estaría bien.

Saco una lata de Coca-cola para él y me sirvo un vaso de jugo de naranja en su lugar.

-Humm... bueno... ya sé que es raro, pero creo que deberíamos hablar en mi habitación. No quiero que mamá interrumpa -digo rápidamente.

Me sonrojo. La última vez que él estuvo en mi habitación... Dios, gracias al cielo que papá está trabajando.

- Por mi está bien.

[...]

Cuando cierro la puerta de mi cuarto doy un largo suspiro y me siento en la silla de mi escritorio. Él sigue parado.

- Puedes sentarte. -Da una mirada de reojo a la cama antes de responder.

- Estoy bien.

toma un trago largo de su coca-cola. Segundos después, termina la lata y la pone sobre el escritorio.

Está muy cerca. Siento su olor y me remuevo incómodamente en mi asiento.

- Bueno... yo...

- ¿Te besaste con Logan el viernes antes de la fiesta? -pregunta abruptamente antes de dar unos pasos atrás.

Tenias que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora