C I N C U E N T A Y S E I S

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—Está bien— dije pasando mis manos por debajo del hoodie, desabroche mi sujetador, saqué los breteles por las mangas y me lo quité por el cuello del hoodie.

—Damelos...— dijo y los chicos le dieron una mirada pícara —Es para que se sequen, no me quedaré con ellos... Pervertidos— dijo y solté una risa.

—Ten— le entregué mis mojados sujetadores. Los miró unos segundos y se alejó intentando no mirar mi sujetador.

Instantáneamente sentí el frío recorrer mi cuerpo, y mis pechos no demoraron en sentirlo. Lo bueno es que el hoodie es lo suficientemente grande como para que no se me note, o eso espero.

Vi como Nate miraba hacia mí y me sonreía, o mas bien a mis pechos, que de seguro parecía que iban a atravesar todo lo que estuviera en frente de ellos.

Al parecer él lo notó.

Los chicos comenzaron también a quitarse las camisetas sudadas que tenían, cambiándolas por otras hasta que estuvieron todos "secos" y Cameron partió el auto camino a la cabaña.

Nuestro plan de “una semana de campamento" se redujo a tan solo 3 o 4 días.

(...)

Me removí incómoda en la cama con el ruido de truenos de fondo, aún sin poder conciliar el sueño.

Mi habitación la compartía con Lilly, pero ella le tiene miedo a los truenos y esas cosas, así que Cameron se aprovechó de la situación y la llevó a la habitación que comparte con... el Innombrable.

Ese que hoy me hizo llorar y me llamó drogadicta ¿Lo recuerdan?

Me levanté y fui hacia la ventana, observando el espectáculo de la madre naturaleza.

Habían pronosticado una tormenta eléctrica para esta noche, lo había visto en la televisión hace unas horas. Se veían los rayos atravesar el cielo nublado como ramificaciones, terminando en la línea del horizonte con el océano. Este se veía de una azul hipnotizante, aún con las ventanas cerradas se podía escuchar las olas rompiendo en los roqueríos y los truenos retumbando el cielo.

Abrí la ventana con un ruido estrepitoso, haciendo que la brisa marina inundara mi olfato y golpeara mi rostro, relajándome totalmente.

El viento hizo que mi pijama -que sólo consiste en una camiseta larga y holgada que le robé a Matt antes de que llegáramos- se me pegara al cuerpo, levantándose unos centímetros.
Aún no sé cómo mi padre me dio permiso para venir aquí con los chicos.

Se lo tomó bastante bien.

O quizás medio bien.

Yo diría que un cuarto de bien.

«Flashback

Desde mi habitación se escuchaban unos tubos de metal golpearse y los quejidos inconfundibles de mi padre, mientras Alexis reía. Me levanté y vi la hora: eran las 7:13 de la mañana. Más les vale tener una buena explicación para que hagan que despierte temprano un sábado en vacaciones.

Caminé hacia mi ventana, que para fortuna mía daba justo hacia el patio trasero (sarcasmo). Saqué mi cabeza hacia afuera y…

Ay carajo, el sol me quema.

Hice una especie de visera con mi mano y…

Ay carajo.

—¡Papá! ¿Qué haces?— pregunté, afirmándome en el marco de la ventana.

My lovely Idiots |Magcon boys|Where stories live. Discover now