C U A R E N T A Y O C H O

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«Hayley»

A lo lejos escuchaba un ruido asquerosamente molesto que hacía que mi cabeza palpitara y doliera demasiado fuerte, y cada vez se hacia mas y mas fuerte. Si ese ruido no se detiene ahora mi cabeza explotará, no estoy mintiendo.

—Que alguien apague ese puto ruido— dije mientras enterraba mi cabeza debajo de la almohada.

—Es un pájaro, y creeme, matarlo no sirve que la mierda se escapa— dijo Sam en algún lugar de la habitación y gruñi mientras intentaba ignorar él odioso ruido.

—Arriba resaca viviente— sentí a Nate tocar mi hombro y negué con mi cabeza aun en la almohada.

—No quiero— dije apenas audible, pues las sabanas no me dejaban hablar muy bien.

—Tengo algo que te hará bien Hayley — dijo y a regañadientes salí de mi "escondite", para ver a Nate sin camisa (que novedad) frente a mi, con una pastilla y un vaso de agua —Ten, esto te quitará él dolor un rato— dijo y le sonreí.

—Gracias— le recibí las dos cosas y él asintió para luego sentarse en su cama —¿Tienen idea de lo que pasó ayer? Es como si me hubiesen borrado la memoria— pregunté mientras pasaba mis manos por mis ojos.

—A mi también, no recuerdo absolutamente nada— dijo Sam de espaldas en la cama con la misma ropa que traía ayer. Fruncí mi ceño y me miré a mi misma.

Si, tal como yo creía, traigo la misma ropa que ayer, al igual que Sam.

—Yo estaba peor que ambos, pero lo único que recuerdo es ver a Gilinsky y Matt intentando meternos al auto, y luego subirnos a nuestras habitaciones, eso debió haber sido un duro trabajo la verdad— dijo Nate mientras se ponía una sudadera y solté una risa.

—Y vaya que si, solo espero no haber hecho alguna estupidez— dije mientras me volvía a acostar y cerraba mis ojos.

—Hey, hey, no, tenemos que ir a almorzar— dijo Nate y alcé mis cejas sorprendida.

—¿Almorzar? ¿Que hora es?

—Las 2, tenemos que desalojar él hotel a las 5, así que mejor vamos enseguida, los chicos nos esperan— dijo y bufé.

—No tengo hambre— dije con un puchero y ambos soltaron una carcajada —Si, yo tampoco me la creo, me iré a vestir— dije y me levante de la cama despacio, pues la pastilla que Nate me dio no me quitaba mucho él dolor de cabeza. Entre con mi maleta al baño, tome una ducha muy necesaria, y al salir me vestí con esto:

Si, la remera la compre en Universal, en él callejón Diagon.

Me miré al espejo, y toque a un lado de la gran herida que tenía en mi mejilla, para luego hacer una mueca y salí del baño.

—Tus pastillas de mierda Nate aun me duele la cabeza— le reclamé mientras me colocaba un hoodie abierto y él se rió.

—Es lo que hay, ahora bajemos, los chicos ya están en él casino del hotel, solo faltamos nosotros— dijo Nate, mientras Sam se ataba las zapatillas y asentí.

—¿Ustedes se cambian mientras yo estoy en la ducha?— les pregunte mientras salia de la habitación.

—Osea, a mi no me importa cambiarme frente a nadie, pero sabemos que tu pondrías él grito en él cielo si nos ves como dios nos trajo al mundo— dijo Sam mientras se levantaba de la cama y salí de la habitacion.

—Si, eres una mojigata— dijo Nate y lo mire con una ceja alzada.

—Creo que hay una diferencia muy grande entre mojigata y respetarse a si misma— les dije algo molesta mientras caminábamos al elevador.

My lovely Idiots |Magcon boys|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora