Capítulo 59

3.7K 299 8
                                    

Pov. Christian.

Estoy esperando a mi nena y me siento muy ansioso por saber si estaría dispuesta a compartir su vida conmigo...

Disfrutar de su compañía y quizás más adelante podríamos pensar en tener hijos... Aunque en mis planes no está compartirla con nadie por el momento.

Esa corriente tan conocida que recorre todo mi cuerpo y que solo mi nena es la causante. Al voltearme me encuentro que la imagen más hermosa que mis ojos pudieron ver jamás.

Camino a su encuentro y puedo notar que sus mejillas están sonrojadas y que está nerviosa al igual que yo.

-Nunca me cansaría de contemplar su hermosura, señorita Steele. Digo besando sus labios.

-Igual puedo decir de usted, señor Grey. Dice sonriendo.

La aprieto más a mi cuerpo para disfrutar de su delicioso aroma. ¡Dios! El amor que siento por esta mujer me sobrepasa y sé que no sería nada si ella no está a mi lado.

-Sabes bien que eres mi razón de existir y que sin tin no soy nada. Digo mirándola fijamente.

-Christian, sabes que te amo más que a nada en este mundo y que si me dejas no podré soportarlo. Dice con voz ahogada.

-No habrá poder humano que te aparte de mi lado, que siempre te amare y estaré a tu lado hasta el último día de mi vida. Sonríe.

Une sus labios a los míos y siento cómo mi cuerpo experimenta una sensación de frío y estremecimiento difícil de descifrar. Nos separamos por la falta de aire y nos fundimos en un tierno abrazo donde siento como su nariz roza mi pecho aspirando mi olor.

-Quiero que me acompañes a dar un paseo. La guió hacia la lancha. Asiente y nos acomodamos en el asiento y empieza el recorrido y se unen nuestros amigos, y mi familia en la otra lancha.

-Peroo... ¿Qué hacen ellos aquí? Dice sorprendida.

Me levanto del asiento para arrodillarme y estar a su altura. -Ellos están aquí para acompañarnos en este momento tan especial para los dos. Digo con una sonrisa en mi rostro.

-No entiendo! Exclama.

-Anastasia Rose Steele, desde que mis ojos te vieron aquel día frente al hotel quedaron hechizado por eso hermosos ojos azules. Jadea al descubrir el rumbo de mis palabras. Aquel día que me enfrentaste y que pasamos los momentos más difíciles y me hicieron no poder sacarte de mi mente... Después de eso hemos vividos momentos buenos y malos, felices y tristes, pero eso no ha impedido que nuestro amor fracase, al contrario lo ha hecho más fuerte como él mismo hierro y ni siquiera el fuego pondría fundirlo.

-Chriiii... Intenta hablar. Con mi pulgar limpio una lagrima que corre por su mejilla.

-Por eso frente a tus amigos y los míos quiero pedirte que aceptes ser parte de mi vida y que seas mi compañera, mi amiga y que tu día empiece y termine a mi lado. Saco de mi americana la caja con el anillo y lo extiendo. Me harías el honor de casarte conmigo y hacerme el hombre más feliz de este mundo. Le pido.

Sus hermosos ojos se llenan de lágrimas y una reluciente sonrisa aparece en su rostro.

-Si, acepto, señor Grey. Quiero que mi día empiece y termine a tu lado por un millón de años. Te amo. Dice mientras se lanza en mis brazos y nos fundimos en un beso lleno de amor.

-Quiero mostrarte el mundo y que aprendamos juntos en ese camino que desconocemos. Vivir una vida en pareja y que aprendamos el uno del otro. -Te amo más. Digo.

Me olvido que nuestros amigos son testigos de nuestra declaración de amor y llevó a mi nena a esa burbuja en la que ella y yo solo podemos estar...

Disfrutamos del recorrido y he notado por sus gestos y como juega con sus dedos se que está algo nerviosa.

-¿Algo te inquieta, nena? Pregunto. Levanta la mirada puedo ver en sus ojos que algo sucede.

-Estoy emocionada por cómo se están dando las cosas y que nuestros amigos fueron parte de nuestra felicidad. Dice en voz suave.

Algo me dice que no me estás diciendo lo que realmente le preocupa pero decido dejar las cosas por el momento... Nena, te conozco más de lo que tú misma te crees y sé que algo me ocultas...

Pov. Anastasia.

Estoy tan nerviosa y emocionada por lo que acaba de pasar, me pidió ser su esposa, se que ahora cuando le diga lo del bebé no tendremos diferencias.

- Yo tengo algo decirte Christian,- susurro.

- Que cosa pequeña.

- Estoy embarazada,- digo con la cabeza baja.

- ¿Que estas diciendo?- dice elevando la voz.

- Estoy embarazada,- tomo valor y lo miro a la cara, que esta roja y para nada feliz.

- Esto es una broma ¿Verdad Anastasia?- lo miro,- Contestame maldita sea, yo no estoy preparado para ser padre todavía.

- Yo tampoco, pero junto podemos salir adelante.

- No Ana, a mi no me interesa ser padre, convertir mi vida en una monotonía, pañales, vómitos y mierda.

- Por favor no digas eso,- le pido con lágrimas en los ojos,- Es tu hijo.

- Un hijo que yo no planee y que siempre me protegí para que esto no pasara.- dice con determinación.

- ¿Entonces no quieres a este bebe?

- No Ana,- me mira a los ojos y eso me parte el alma, yo asiento, mientras lágrimas ruedan por mi mejilla, veo el dedo donde descansa el anillo que me acaba de dar, me lo quito de la mano y se lo entrego.

- Si no quieres a este bebe a mi tampoco me puedes querer.- me mira horrorizado.

- Ana lo podemos solucionar, tu puedes...

- Ni se te ocurra decirlo, Christian, este es mi hijo y si tu no lo quieres yo si,- recojo mi bolso y salgo del restaurant con el corazón destrozado...

Camino al hotel mis lagrimas corren por mis mejillas sin poder controlarlas y no puedo creer que Christian haya tomado de esta manera el saber que estoy embarazada.

Al entrar a la habitación los recuerdos de los momentos felices y todas las veces que me dijo que me amaba y que era su razón de existir.

Empaco todas mis pertenencias y antes de salir doy último vistazo. Respiro profundo para poder calmarme.

Anastasia, recuerda que por más que llores eso no cambiara lo que se acaba de quebrar. Las puertas del ascensor se cierran y con ellas...

Levanto la barbilla con orgullo y a partir de ahora no se volverá a derramar una lagrima más... Lo que existía entre el señor Christian Grey y Anastasia Steele quedó atrás.

Mi móvil no deja de sonar desde que llegue al aeropuerto pero al pasar por la zona del embarque me detengo y lo tiro en el zafacon y continuó mi camino dejando atrás todo mi pasado...


Una sombra llega a mi vida.  (1 T) (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora