Capítulo 46

3.9K 306 8
                                    

Pov. Anastasia.

Me atrae a su cuerpo y toda esa necesidad que he sentido todo este tiempo... Ha despertado y nos entregamos en un beso apasionado y con tanto amor.

No puedo contener la emoción que produce en momento y sollozo por lo feliz que me siento por estar en sus brazos, se separa con cuidado y me contempla por un momento y mis lágrimas salen sin que pueda evitarlas.

-No llores, nena. Ya todo pasó. Dice besando mis ojos y mejillas, con cada beso borra mis lágrimas.

-No quise lastimarte. Susurro. Levanto la mirada para mirarlo a los ojos y me duele saber que la paso mal por mi causa.

-Nos lastimamos ambos, pero ahora tenemos el tiempo para curarnos mutuamente y amarnos como no pudimos hacerlo en todo este tiempo. Dice, regalandome una pequeña sonrisa.

-Yoooo... Quiero decirte tantas cosas que no se como decirlas. Digo, sonriendo.

-Ahora si no te vuelves a escapar de las manos y si tengo que amarrarte, encerrarte o lo que sea... Pues, ten por seguro que lo haré. Dice besando mi nariz.

-No tendrás que hacer eso, porque no me iré de tu lado. Escondo mi rostro en su pecho. Christian, no podría estar sin ti, te amo. Digo. Acariciando su pecho con mi nariz e inhalo su olor.

-Anastasia, mi vida no tiene luz si no estas, te amo con toda mi vida... Muero por perderme en ti.

-Christian.... Mi respiración se agita.

-Dejame amarte... mi piel necesita de ti. Dice. Anastasia, otra noche ya no aguanto sin tus labios en mis labios. Suplica.

-Como yo necesito de la tuya. Respondo. Amare hasta que mi cuerpo este totalmente saciada de tu sabor. Suplico.

-Pequeña, mi cuerpo nunca se saciara de tu aroma, calor y sabor. Afirma, mordiendo mi labio inferior haciendo que gima de forma ruidosa.

Sus manos recorren mis nalgas me levantandome y enredo mis piernas en sus caderas. Camina hacia su habitación conmigo en sus brazos sin romper nuestro beso. Déjame

-Esos dos derraman miel... ¡Bendito sea Dios! Por fin se dejaron de tonterías estos dos, Gail. Dice la señora Hoffman-Trevelyan.

-Así parece. Se ven tan felices juntos. Gail.

-Como estos dos necesitan privacidad, te doy el día libre. Vamonos. Dice.

-Como usted ordene señora Hoffman-Trevelyan. Responde.

Pov. Christian.

La pongo en el suelo y poco a poco la voy desvistiendo sin apartar mis ojos de su cuerpo, ya no quiero perderme ningún detalle. Mi pequeña tiembla y su cuerpo se estremece cada vez que mis manos quitan cada prenda que esconde su hermoso cuerpo.

-Como te deseo, tengo ganas de escucharte como disfrutas mientras te de placer. Que sientas todo el amor que te entrega mi cuerpo. Digo en su oído y paso mi lengua por el lóbulo de su oreja y jadea al sentir mi fría lengua.

-Ummmm. Jadea.

La última pieza cae a sus pies y esta como tantas noches las había deseado desde el momento que salió de este lugar. La tomo en mis brazos y la coloco en la cama y voy besando su cuello, sigo mi viaje hasta sus senos y los tomo en mi boca, chupando, lamiendo, succionando y mis dedos juegan con el otro.

Cierro mis ojos para disfrutar al cien por ciento de ella. Sus gritos al sentir como pellizco y succiono me encienden mas y creo que no aguantare mucho.

Mis manos descienden por sus caderas siguiendo el camino hasta llegar a su sexo y abro con mis dedos sus pliegues y al sentir mi dedo entrar grita.

-Christian, por favor. Grita.

-Esta lista para recibirme, nena. ¡Que húmeda estas!

-Aaaaaaah, por favor, no me tortures más. Jadea.

No puedo seguir postergando ya muero de ganas por quedarme en el lienzo de tu piel. Saco mis dedos de su interior y con mis piernas me abro camino y me posiciono para entrar en ella, pero en ningún momento rompo nuestro contacto visual.

-No cierres los ojos, nena. Digo.

Entro en ella despacio y ella grita al sentirme dentro de ella y su estrechez me hace gruñir y quiero moverme pero espero que se acostumbre a tenerme dentro. Con delicadeza inicio en movimiento y deseo hacerlo con mas rapidez y los dos nos perdemos en ese fuego que nos invaden y mis embestidas son rápidas y gime y pide que sean mas rápidas, empujo hacia atrás y hacia delante y giro con rapidez para que quede encima y lleve el control.

Tomo sus caderas y la ayudo a volar ya que no vamos a aguantar mucho y sus paredes se tensan y oprimen con fuerza mi pene y siento como se aproxima su orgasmo y arrastrandome con ella.

-Correte para mi, Anastasia. Gruño. Y como una orden se corre de una manera alucinante.

-Christiaaaaaan. Grita. Cayendo en mi pecho con la respiración entrecortada.

Eso me lleva a enloquecer y a seguirla.

-Anastasiaaaaaaaa. Digo con los dientes apretados.

La abrazo con fuerza disfrutando del momento tan mágico con el amor de mi vida quien ha vuelto a mis brazos.

Una sombra llega a mi vida.  (1 T) (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora