Capítulo 16

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Pov. Christian.

¿Grey, que fue todo esto?

Te comportaste como un pervertido con ella y lo mas sorprendente de todo es que me encanto todo lo que pasó y si tuviera la oportunidad de volverlo a vivir, lo volvería a vivir sin cambiarle nada. ¡Demonios! Sentir como su cuerpo reaccionaba con cada roce.

Me encendía mas y mas y se que ella estaba sintiendo lo mismo que yo. Si no hubiésemos estado en esta maldita oficina la hubiese tenido bajo mi piel. No lo puedo negar la deseo con locura. Anastasia, Anastasia ¿Que estas haciendo conmigo?

Todo esto que siento por ella no lo había sentido por nadie y mucho menos había perdido el control de esta manera. El control que siempre ha reinado en mi vida con esta chiquilla sencillamente lo pierdo.

Me paro de la silla y comienzo a dar vueltas por toda la oficina con la ansiedad por todo mi cuerpo, parezco un León enjaulado. Llegan a mi mente los consejos que siempre mi abuela me ha dado y las veces que ha dicho que en algún lugar estaría esa mujer que volvería mi mundo de cabeza y que no sea tan tonto para dejarla ir.

¡Demonios!

¿Será que ha llegado y es ella? Sigo dándole vueltas a esa pregunta. Me pasado las manos por el pelo y llega a mi mente esa pregunta que me angustia. ¿Que pasaría si ella decide irse después de todo lo que paso? Halo mi pelo con fuerza y me siento y apoyo mi cabeza en el respaldo de silla. No, no puedo permitirlo. La necesito en mi vida y ahora que la sentí no puedo permitir que nadie se acerque o la aleje de mi lado y si tengo que luchar contra ella misma... Pues, lo haré.

¿Que estas diciendo, Grey? ¡Estas loco! Sacudo mi cabeza. Concentrate, por favor.

El teléfono me saca de mis pervertidos pensamientos.

-Dime, Andrea. Contesto.

-Ros, desea conversar con usted. Dice.

-Dile que pase. Digo y cuelgo.

La puerta se abre y aparece Ros con una gran sonrisa y mirandome como tratando de descifrar un enigma. ¿Y ahora que le pasa?

-Hola Ros, estaba por llamarte para decirte que mañana viajo a Seattle, estaré de regreso en tres días y que debemos coordinar el viaje de San Antonio. Digo.

-Eso lo podemos hablar después. No vine hablarte de trabajo, Christian. Dice

-¿Que pasa ahora? ¿Tienes problemas con Gwen? Pregunto curioso.

Si viene a pedirme consejo creo que ha venido a buscarlo en el lugar equivocado.Veo que se forma una sonrisa en su cara y puedo notar que no se trata de nada relacionado con ella.

-Christian, sabes que no me gusta andarme con rodeos, pero te conozco desde que íbamos a la universidad y desde ayer he querido preguntarte algo, pero no tuve la oportunidad. Dice.

-Adelante. ¿Que quieres saber? Animo.

-Bueno... ¿Como te lo digo sin que te enojes? Enarco las cejas por lo que se puede aproximar. -Se que esta pasando algo contigo y la señorita Steele. Dice sonriendo.

-No me jodas Ros, ¿Viniste aquí para el cotorreo? Digo con cara de pocos amigos.

-No me jodas tú a mi, Christian. Solo estoy contenta porque nunca había visto ese brillo en tus ojos que tenias al mirarla en la sala de juntas y se que el sentimiento es mutuo. Creo que ustedes ya se conocían antes. Dice.

-Estas imaginando cosas. Digo

-No lo estoy. Además, se que algo paso entre ustedes hoy. Dice riendo.

-No se a que te refieres. Solo tuvimos una reunión. Aclaro.

-Bueno... Para ser una simple reunión Anastasia salió muy nerviosa y además sus mejillas estaban totalmente rojas y su mirada estaba llena de... ¿Como diría? No se tu me dirás. ¿Deseo? Aunque se que tienes un especie de poder entre las mujeres que se derriten cuando te ven. Pero es diferente. Explica.

-Anastasia y yo solo hablamos, Ros. Digo serio.

-Oh, Anastasia, vaya, vaya... Grey, nunca llamas a nadie que no tengas confianza por su nombre de pila. Siempre mantienes distancia.

-Ros, no tiene nada que ver. Finjo indiferencia.

-¡Por amor a Dios! Christian Grey, soy tu amiga y a mi no puedes engañarme y no vengo aquí como tu mano derecha para hablar con mi jefe, vengo aquí como Ros tu amiga para que mi amigo Christian no se cierre a la posibilidad de entregarse al amor. La interrumpo...

-¿Amor? ¡Por amor Dios! Estas alucinando. Paso mis manos por mi pelo.

-No te engañes. Se que hay una química muy fuerte entre ustedes. Continua. No hay que ir a la nasa para darse cuenta de eso. Afirma con ironía.

-Eso no es así. Respiro profundo. ¿A donde quieres llegar con todo esto? Pregunto irritado.

-Que reconozcas que lo que te digo es cierto. Christian, lo puedo sentir en el ambiente y no soy tonta me di cuenta como la comías con la mirada e hiciste algo que nunca habías hecho. Me quitaste un personal y la pusiste a tu cargo, ¿Sabes, por que lo hiciste, Grey? Te lo diré. Porque la quieres tener todo el tiempo a tu lado y esa es la única manera que tienes para conseguirlo. ¿O me equivoco? Dice

La miro fijamente a los ojos y se que no dejara pasar esto hasta que acepte que me gusta. Respiro resignado.

-Tienes razón, ¿Contenta? No se que me pasa con ella y en toda mi vida nunca había perdido el control como lo hago con ella. Desde que la conocí aquel día haciendo ejercicio y mis ojos se encontraron con los suyos no he podido sacarla de mi mente, ¿recuerdas lo que me sucedió hace días?

-Claro. ¿Que tiene que ver? Indaga.

-La chica que se llevaron conmigo era ella. Su manera de comportarse hizo que me encaprichara y no dejara de pensar en ella. Cuando la vi en la reunión sabia que tenia el poder de cobrarme su insolencia pero no era así, me encanta y hoy cometí unos de los errores lo llamarías así, aunque no me arrepiento de ello. Ros, me atreví a besarla. Me sincero con Ros porque se que en ella puedo confiar y me sabrá dar un buen consejo.

-¿Como fue? ¿Que sentiste? Pregunta curiosa.

-No se como explicarte, pero lo que te puedo decir que me encanto y al mismo tiempo me asusta. Se que ella sintió lo mismo que yo. Confieso.

-¡Caramba! Aplaude como niña. ¡Oh! Por eso quiso salir corriendo de aquí para no estar cerca después de lo que sucedió entre ustedes.

-¿Como que salió? Pregunto asustado.

-Fue a mi oficina y me dijo que no se sentía bien y que volvería en la tarde. Dice.

-Necesito saber su dirección e ir a hablar con ella y si tiene pensando irse tratar de convencerla.

-Por lo que veo te gusta mas de lo que pensé. Pues, no te quedes ahí sentado, ve y habla con ella. Me anima con una enorme sonrisa.

La observo tomar un papel y un bolígrafo de mi escritorio y escribe algo y me lo pasa.

-Esa es su dirección. Date prisa, Romero y ve con tu Julieta. Dice con una sonrisa.

Me levanto de mi asiento y caminamos para salir de la oficina y antes de despedirme me acerco y le doy un beso y sonríe. Camino al ascensor y llamo a Taylor para que tenga el coche listo.

Me recibe con la puerta abierta y le indico donde iremos. Grey, pareces adolescente corriendo detrás de una chica, pero ¡A la mierda! Que me demanden por ello.

Todo el trayecto voy pensando lo que le diré y estoy pensando que seria buena idea que ella viaje conmigo a Seattle mañana y así no se podrá escapar y que este conmigo en las reuniones en san Antonio. Sonrío por las cosas que se me ocurren. Tendré que hablar con Ros para que me ayude con esto.

Una sombra llega a mi vida.  (1 T) (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora