Capítulo 52

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Pov. Anastasia.

Llegamos al Escala y sin darme tiempo de reaccionar me toma en hombros haciendome chillar y reír por comportamiento.

-Christian, bajame. Grito. Pero me divierte verlo tan relajado y feliz.

-No seas impaciente, nena. Dice

Con grandes zancadas va a su habitación. Me coloca en el suelo y con una sonrisa traviesa me toma el rostro con sus grandes manos y me atrae a su boca y se apodera de de ella de una manera salvaje y me hace gemir y a su ves lo hace gruñir.

Sus manos buscan el cierre de mi vestido y lo baja de un solo movimiento y sus dedos desabrochan el sujetador y mis manos sacan su americana por los hombros y cuando estoy por quitar su corbata me detiene.

-Tranquila, Steele. Dice.

-No es justo que puedas desnudarme y yo no pueda. Digo haciendo puchero.

Ríe a carcajada -Espera por la gratificación. Ríe. Me vuelve a besar pero ahora con tanta ternura y me va llevando hasta quedar a los pies de la cama y caigo en ella. Subiendo sin despegar mis labios de los de él. Colocando mis manos sobre mi cabeza, se separa y ata las muñecas con la corbata para que no lo toque.

Me tortura con su hábiles labios mientras que sus manos acarician cada parte de mi piel, haciendo que pierda la noción de todo a mi alrededor y solo me deje arrastrar por lo que provoca en mi.

-Christian, no te torturas mas, por favor. Suplico.

El muy condenado sonríe en mi piel, mis pezones son sumamente castigados, lamiendo, succionando, chupando y haciendo pequeños mordiscos que me hacen delirar y con sus dedos en mi interior haciendo que mi clítoris sufra un torbellino de sensaciones. Grito, jadeo y gimo porque no puedo soportar mas y estallo en un orgasmo desgarrado.

-Eres muy receptiva, Anastasia. Dice sonriendo.

-No juegas limpio, Grey. Digo jadeando.

Escucho como desgarra mis bragas y se posiciona y sin darme chance para controlar mi respiración me penetra haciendo que grite por la intensidad.

-Vamos nena, nadie te escucha. Dice.

Sus embestidas son fuerte haciendo que desee mas y muevo mis caderas para seguir el ritmo y nos perdemos en un mundo de sensaciones, pasión, jurídica, deseo y amor que nos lleva hasta lo mas alto.

-Chriiiiiiiitiiiiaaaaan. Gritando su nombre con desesperación con un orgasmo larguísimo se apodera de mi interior.

-Así es, grita, nena. Gime.

Mis paredes lo aprisionan y sigue con sus embestidas mientras siento que me vuelvo a correr.

-Quiero que cuento no este contigo pienses que solo yo puedo darte todo este placer. Dice con los dientes apretados, se que esta prolongando su liberación para demostrarme que el dueño de todo mi placer.

-Si, eres el dueño de mi placer y de cada poro de mi piel, Christian. Gimo.

-Amo estar dentro de ti, nena. Gruñe.

-ME ESTAS PARTIENDO EN DOS. Grito

-Damelo todo, nena. Ordena. Y me dejo llevar a donde el me pidió.

-Te amo, Christian. Gimo, correrme.

Tres movimientos y se deja ir en una liberación fuerte y prolongada llenando todo su interior de su esencia y apretandome a su cuerpo.

-Tanto como lo hago yo. Gruñe.

Suelta mis manos y sale de mi con cuidado y me atrae mas a su cuerpo y coloco mi cabeza en su pecho y sino como inhala el aroma de mi pelo. Cierro los ojos y me dejo llevar por el Dios de los sueños en los brazos del hombre que amo.

Despierto con sus labios rozando mi piel desnuda. -Buenos días amor. Digo.

-Buenos días, nena. Dice. Vamos a darnos una ducha antes de que salgas para el aeropuerto.

Sin esperar mi respuesta me toma en sus brazos y me lleva al cuarto de baño y nos volvemos a amar con una necesitad inmensa. Tenemos mas de una hora despidiendonos entre besos y abrazos, la verdad no quisiera irme pero ambos tenemos compromisos y no quiero que nos afecte.

-Christian, tengo que irme. Digo en sus labios.

-No quiero dejarte. Vuelve a besarme.

-Nos veremos en dos semanas. Digo aunque deseo quedarme con el pero no es correcto. Sacando fuerzas me separo de él. -Cuidate, te amo.

-Cuidate y me hablas tan pronto llegues, te amo. Dice.

Nos damos un tierno beso y el lo profundiza y agarro su cabello y lo atraigo mas a mi.

¡Vamos Ana, para esto ya!

Sino terminaran follando en medio del salón. Nos separamos por la falta de aire y entro al ascensor y veo que su rostro tiene una sombra de tristeza y las puertas se cierran con esa última mirada.

Como soportare estas dos semanas sin tener a mi Dios griego bajo mi piel....

Una sombra llega a mi vida.  (1 T) (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora