TESIS 〈GREENxLectoraxRED〉+xBLUE

◦Doce: Ruta F (opción X)◦

En silencio te pusiste de pie, dispuesta a irte.

—Me voy a mi casa, gracias por todo—Blue se limpió las lágrimas sin mirarte.

—Sí. Claro. Vale. Adiós.

Blue se quedó allí llorando y desahogándose, y tú te fuiste. Tuviste que apoyarte en la pared llegado a un cierto punto. Estabas muy mareada.

Sentiste como tapaban tu boca con un trapo húmedo, mareándote hasta que te sentiste somnolienta y te dormiste.

—Buenas noches, princesa. —Susurró Green a tu oído.

•○•  

—Muy bien, ahora... es hora de hacerlo, princesa—decía Green mientras te terminaba de atar bien las muñecas a la cama. Estabais en su casa. Muy aturdida y confusa, sin comprender lo que pasaba miraste a tu alrededor. Tus muñecas al igual que tus tobillos estaban atados a la cama con un buen nudo hecho.

—¿Qué...?—susurraste luchando por aclarar tu mente.

—¿Dijiste algo (T/N)?—preguntó volviéndose con una sonrisa un tanto siniestra. Su mirada no tenía brillo. Se mostraba igual de insano que el día en que mató a Ciprés en defensa propia.

—¿Por qué estoy atada?—Preguntaste horrorizada una vez que estabas más consciente de lo que pasaba.—¿Qué coño es esto Green?

—¿Qué ocurre? —hablaba nervioso y de forma casi enferma— ¿No estás cómoda? ¿Prefieres boca abajo? Pero así no veré tu cara cuando lo hagamos.

—¿Hagamos.... el qué?—preguntaste con miedo.

—Debes tranquilizarte, estás algo borracha, quizá eso complica un poco las cosas, o las mejora. No sé, no lo sé, estoy un poco nervioso. Es mi primera vez, perdona.—decía rápidamente. Se estaba comportando como un puto demente.—Es que me gustas, realmente me gustas. Desde aquel día. Es por eso que estoy así perdona.—Se sentó entre tus piernas mirándote con sus ojos vacíos.—Cada vez que te veo desde entonces me haces sentir raro, pero se siente bien.—Se inclinó hasta tu rostro besando tu frente. Temblabas de miedo.—Mi princesa.—Bajó la mano hasta su entrepierna, bajando la bragueta. Cerraste los ojos sin querer asimilar lo que pasaba.—Mi linda princesa.—Te volvió a besar, esta vez en la mejilla.

Escuchaste algo viscoso frotarse.

Querías morirte, vomitar allí mismo.

Después de un largo rato, en el que no solo tuviste que soportar a Green tocándose sino que también de frotar su intimidad contra tu entrepierna, por encima de la ropa interior, paró de repente, echándose encima tuya cansado. Creíste que aquello había acabado, cuando no había hecho más que empezar.

—Traga—dijo de forma autoritaria poniendo su mano en tu boca. Estaba cubierta de sus fluidos.—Vamos.—Al no querer hacerlo, parte de aquel líquido se quedó sobre tus labios. Te resultó asqueroso. Metió la mano bajo tus braguitas y frotó la palma de su mano aún llena de semen en tu intimidad. Cerraste las piernas de golpe.

—No, ¡no! ¡Para! ¡por favor Green!—rogabas entre llantos. Metió más dedos dentro de ti de lo que podías soportar sin hacerte daño.

—Más alto.

—¡Por favor!—gritaste. Restregó su mano por tu abdomen a la vez que subía el vestido. Temblabas.

Basta,

por favor.