◦Doce: Ruta E◦

1K 43 4
                                    


—Como sea.—Moviste el brazo de forma brusca para soltarte de su agarre. Estabas celosa y molesta.

Pasaste por la multitud de gente, para luego irte a la salida. Tu hermana por vergüenza se había marchado a vuestra casa. Estabas mareada, ¿pero qué habías bebido? No habías comido nada en horas así que había hecho efecto rápidamente.

Red te agarró del brazo cuando estabas a punto de salir.

—¿A dónde vas?

—Déjame en paz, ¿crees que conmigo puedes jugar? Si quieres follarte a más de una estando conmigo ya te puedes ir a la mierda.

Era irónico, ya que tú estabas haciendo algo similar: estar con él y Green a la vez.

—¿Pero qué estás diciendo?

No sabías si era a causa del alcohol junto con la frustración que tenías de solo pensar en lo que creía que estaba haciendo Red, eso de estar con varias. No comprendías por qué había ido con tu hermana en vez de ir contigo.

Comenzaste a llorar como una niña.

—(T/N), estás borracha deberíamos ir a...—Te tambaleabas en tu sitio. Parecía que aquel lugar daba vueltas.—¡(T/N)!—Te sujetó antes de que cayeses al suelo.—Te llevaré a casa, ¿de ac...?

—Suéltame, no me toq...

—¿Qué haces?—preguntó un malhumorado Green viendo como tratabas de apartarte de Red. —Suéltala.—Empujó a Red agarrándote y pegándote contra su pecho. No estabas en condiciones ni para decir una palabra.

—No se encuentra bi...

—¡Eres un cabronazo!—le gritó Blue a Red, quien no se esperó que aquella chica fuese a aparecer tan de repente ahí.—No solo su hermana, ¿con ella también? ¿me has dejado solo para follarte a varias?

—¿Qué estás diciendo? ¿Tú qué estás más borracha que (T/N) o qué?

Tan solo te agarraste más a Green, al ser el que tenías más cerca. Por un momento pensaste que te ibas a caer aunque te sujetaba. Red y Blue comenzaron a pelearse, comenzando aquella chica a llorar.

—Vámonos—te susurró Green para iros. Os mezclasteis entre la gente, que no era poca y os marchasteis. Red vio como lo hacíais mientras Blue no paraba de gritar.

—Joder—susurró Red antes de perderos de vista, empujando a Blue y yéndose él también a su casa, frustrado.

—Muy bien, ahora... a dormir princesa—decía Green mientras te dejaba en su cama. Estabais en su casa. No te había llevado a la tuya debido a que no quería presentarse contigo borracha y recibir mil gritos de tu padre, pensando que te había hecho de todo aprovechándose. Te quitó los tacones y te tapó con la manta. Después, se apartó con intenciones de irse.

—No...—susurraste luchando por permanecer despierta.

—¿Dijiste algo (T/N)?—preguntó volviéndose. Te pusiste de rodillas en la cama, abrazándolo.

—No me dejes, duerme conmigo.—Aquello hizo que Green se ruborizase.

—¿C...cómo voy a dormir contigo princesa? —hablaba nervioso— es mejor que duermas sola, yo estaré en el salón. —Te agarraste más fuerte a él.—Tienes que dejarme ir.

—No, no... por favor.—Levantaste la cabeza de su torso, mirándole con un fuerte rubor y con el escote algo bajado. Aquellas vistas lo provocaron, pero decidió seguir aguantando. Hizo que te sentases.

—Debes dormir, estás algo borracha. Seguro que si me vieses contigo al despertar me gritarías y...

—No.

—¿No? ¿no qué?

—No lo haré Green.—Le besaste suavemente sobre los labios.—No te gritaré, no te reprocharé nada. Duerme conmigo. No quiero que me dejes sola otra vez.

Aquella última frase hizo replantearse si quedarse o no contigo. Se sentía culpable aún por haberte dejado sola cuando fuisteis a investigar por las cámaras.

Apagó la luz y se metió en la cama contigo, echándose la manta encima.

—De acuerdo.—Sonreíste abrazándole, pero tenías ganas de tocarle, sentirle.

Te echaste sobre él, poniendo tus piernas a cada lado de una de las suyas. Comenzaste a besarle. Al principio eran besos dulces, superficiales. Sin embargo, se fueron convirtiendo en unos más pasionales y húmedos, a la vez que frotabas tu entrepierna contra su muslo de forma sutil. Él no pudo resistirse más, por lo que pasó una mano temblorosa y nerviosa por tu cintura, únicamente abrazándote.

Era tan inocente, tan lindo.

Queriendo provocarle más, te sentaste sobre sus caderas frotando ambos sexos con insistencia mientras seguías besándole. Le dabas suaves mordiscos en los labios.

—(T/N), para, para...—Te detuviste tal como él te pedía, sorprendida. Se incorporó abrazándote de repente.—No quiero aprovecharme de cómo estás ahora. Me siento culpable, ¿y si mañana te arrepientes de esto? ¿y si me odias?—A pesar de que estaba oscuro, viste en su expresión bastante preocupación y miedo a que pasase lo que él decía. Tú le sonreíste dulcemente.

—No pasará—le besaste en la mejilla mientras lo abrazabas—, jamás me arrepentiría de hacerlo con el chico al que amo.

Bueno, con uno de los chicos a los que amo, me corrijo.

Él te miró aliviado y tomando tu rostro para besarte. Tras aquel beso, te quitaste el vestido quedando en ropa interior. En aquella oscuridad viste como apartaba su vista de ti más ruborizado aún. Te reíste levemente.

—Eres tan lindo, Green.

—¿Pero qué dices tonta?—dijo todavía más rojo, tapándose la cara con la mano.

Bajaste la vista hasta su entrepierna, dudando, pero te decidiste.

—¿No me digas que vas a...? —Jadeó al sentir tu mano sobre su entrepierna. Bajaste su bragueta acariciando el bulto que se había formado.—(T/N)...—susurró Green completamente avergonzado. Acariciaste su miembro por encima de su bóxer.


Habían pasado unos minutos, estando ambos ya completamente desnudos frente al otro. Tenías tu cabeza entre sus pierna, lamiendo su miembro ya erecto. Green se agarraba a las sábanas temblando de placer y soltando numerosos gemidos por lo bajo, que intentaba acallar mordiéndose los labios.

Lamías la punta, pasando tu lengua primero alrededor del glande y luego introduciéndolo en tu boca succionando levemente, como si le incitases a venirse ya en tu boca.

—Ah... (T/N), voy a... sácalo—No le hiciste caso y continuaste—(T/N) m... me cor...—Gimió más fuerte, tomando tu cabeza y haciendo que te la metieses más de forma delicada y sin ahogarte. Sentiste todo su fluido dentro de tu boca. —No tenías por qué hacerlo—levantó tu cabeza poniendo su mano frente su boca—, debe ser asqueroso. Escúpelo.—Lo hiciste. Él tomó un pañuelo y se limpió la mano de semen ahí. Te miró con cariño.—Ven aquí preciosa.—Te tomó de la cintura besándote.

Esa noche te hizo más de una vez suya.

TESIS 〈GREENxLectoraxRED〉+xBLUEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora