47. La Boda

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JADE

No podía creer que hoy era mi gran día. Hoy después del mediodía, sería oficialmente la señora Efron, y no podía estar más qué feliz por ello. Simplemente no podía creer que por fin nos casaríamos. Qué al final daríamos el sí y viviríamos felices para siempre. Siempre estaríamos juntos hasta que la muerte nos separe.

Me volteé para saludar a Chase y me sorprendió el hecho de que no estaba a mi lado. Estuve confundida por varios segundos hasta que vi la pequeña nota que estaba sobre su almohada.

Buenos días, amor. Después del mediodía, serás la señora Efron. Te amo más que a nada en el mundo.
Te veo en la iglesia.

Chase.

Sonreí al terminar de leer el pequeño trozo de papel. La boca me temblaba de la emoción y no podía explicar todas las emociones que estaba sintiendo en aquellos momentos. Era algo indescriptible.

No pensé que aquello momento llegase a tomar lugar, pero estaba demasiado feliz por ello. La adoraba, y lo amaba cómo nunca había amado a alguien en mi vida. Estaba completamente enamorada de Chase y eso jamás iba cambiar.

Ambos tratamos de desaparecer de la vida del otro para siempre. Pero el destino siempre nos volvía a juntar para estar con el otro. Sabíamos que esto terminaría así, pero no queríamos aceptarlo.

Desde que estábamos en el internado, nuestros padres lo decían y nosotros éramos necios y no queríamos creerlo. Siempre dicen que los padres tienen la razón, y no pueden estar más que en lo cierto. Todos tenían razón de que esto pasaría y que terminaríamos juntos y perdidamente enamorados.

— ¡Buenos días, futura señora Efron! —Mis amigas entraron a la habitación entre gritos de felicidad y alegría.

Se acercaron a abrazarme y yo las abracé con mucha fuerza. Chase y yo queríamos que nuestro gran día estuviese rodeado de risas, y lágrimas de felicidad. Nada de tristeza. No pedíamos nada más que aquello.

—Gracias chicas, las adoro —dije, emocionada.

No pude evitar reír y soltar lágrimas de la emoción. Ellas me volvieron a abrazar y empezaron a reír conmigo. No podía haber pedido mejores amigas que ellas, no sabía qué haría sin mis chicas. De seguro me volvería loca.

No sabía que haría sin Maya, mi mejor amiga desde el comienzo de esta historia de amor con su hermano. La cual me apoyó en todo desde siempre. Tampoco tenía qué decir de Daniela, ya que desde de que la conocí, supe que era una chica increíble y me lo demostró volviéndose una de mis mejores amigas y siempre estaría profundamente agradecida con ella por eso.

La agradecía a mi madre por haberme hecho llevar ese pastel a la casa de al lado. Ya que no pude haber conocido a Sabrina sin ello. Me demostró lealtad y amor sin dudarlo y es algo que aprecio.

Aunque hubo muchas diferencias entre ella y yo, siempre fuimos amigas desde un comienzo y nos separamos por un hombre, cosa que no debió ser así. Jessica me demostró arrepentimiento y demostró ser la mejor amiga de antes. Pensar que Summer y yo nos conocimos en la universidad y terminamos volviéndonos mejores amigas de toda la vida. Era algo sumamente increíble.

¿Qué podía decir de Emma? Demostró ser una chica dulce desde el comienzo pero también demostró que por defender a sus mejores amigas, pelearía hasta con el mismo Judas. Eso es algo que siempre le agradeceré. Y Stella siempre estuvo para mí, aunque estuviéramos lejos, ella siempre me mostró su apoyo incondicional en todo y eso algo que nunca olvidaré.

Un Solo Destino ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora