Carta 3

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 La señora Vernon a lady De Courcy
Churchill

Mi querida madre:

Lamento profundamente comunicarte que nos será imposible mantener el propósito de pasar las Navidades en tu compañía. Debo decirte, además, que la circunstancia que me impide tener la dicha de verte no es algo que nos produzca la menor satisfacción. Resulta que lady Susan, en una carta dirigida a su hermano, ha manifestado la intención de venir a visitarnos muy pronto, casi de inmediato, y como tengo la convicción de que esta visita se deriva de algo que le resulta conveniente, no me es posible calcular el tiempo que se quedará con nosotros. Con toda sinceridad te digo que yo no estaba preparada para recibir una noticia así, y me resulta tan raro que quiera visitarnos que no acabo de entenderlo. Langford es un lugar ideal para ella en todos los sentidos; y no sólo por el estilo de vida que ella tanto aprecia, elegante y lleno de lujos, sino también por su amistad con la señora Manwaring. Así que yo no estaba preparada para recibir tan inesperado honor, si bien siempre pensé que debido a su acercamiento amistoso con nosotros desde la muerte de su marido, en algún momento nos veríamos obligados a recibirla. Creo que el señor Vernon fue demasiado amable con ella durante su estancia en Stafforfshire.

Independientemente del carácter que siempre ha tenido, su conducta con él y las malévolas habladurías respecto de nuestra relación incluso antes del matrimonio fueron algo en verdad reprobable; sólo una persona tan bondadosa y tranquila como mi esposo podría haberla perdonado; aunque es de considerarse que, siendo la viuda de su hermano y pasando por serias dificultades, era su deber ofrecerle ayuda económica; sin embargo, considero excesivo invitarla a Churchill. No obstante, dada su tendencia a pensar siempre en los demás, la expresión del dolor de ella, sus muestras de arrepentimiento y los firmes propósitos que hizo de comportarse con prudencia fueron suficientes para ablandar su corazón y hacer que confiara en su sinceridad. Pero yo no tengo el mismo tipo de corazón y en el mío se albergan serias dudas. Así que como bien podrás imaginar, querida madre, por muy razonable que parezca su actitud actual, yo seguiré sin definir mi criterio hasta saber la verdadera razón de su visita. Lady Susan tendrá la oportunidad de desplegar sus famosos encantos para ganar mi estima, y yo pondré especial cuidado en no caer bajo su influencia. Ella manifiesta su deseo de entablar amistad conmigo y habla con benevolencia de nuestros hijos; pero yo no soy tan inocente como para creer que una mujer que ha descuidado, e incluso tratado con crueldad a su propia hija, pueda sentir cariño por uno de los míos.

Lady Susan ha dicho que dejará a la señorita Vernon en un colegio de la ciudad antes de reunirse con nosotros, lo que a mí me parece muy correcto, no sólo por el bien de la muchacha sino por el mío. Sin duda será beneficioso para ella el separarse de su madre, y por mi parte no creo que una joven de dieciséis años que ha recibido tan precaria educación fuera una buena compañía en Churchill. Sé que Reginald lleva mucho tiempo deseando conocer a la encantadora lady Susan, y confiamos en que no tarde en reunirse con nosotros.

      Me alegra saber que mi padre se encuentra bien de salud.
                       Con todo mi amor,

                                                    Catherine Vernon


Lady SusanWhere stories live. Discover now