Carta 11

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La señora Vernon a lady De Courcy

Churchill

No puedo sino estar cada vez más preocupada por Reginald, querida madre, al presenciar cómo va en aumento la influencia que lady Susan ejerce sobre él. Se han convertido en grandes amigos, con frecuencia mantienen largas conversaciones, y con sus manejos ella ha conseguido que Reginald se pliegue a su voluntad. Una intimidad alcanzada en tan poco tiempo no puede menos que causarme alarma; aunque no creo que los planes de lady Susan contemplen el matrimonio. En todo caso, me gustaría que convencieras a Reginald de que regrese a casa, utilizando algún pretexto que resulte creíble. Él no parece dispuesto a abandonarnos, aunque le he hablado del precario estado de salud de nuestro padre tantas veces como mi prudencia lo ha permitido. El dominio de lady Susan sobre él parece no tener límites, pues ha logrado eliminar todos sus recelos, y no sólo le ha hecho eliminar su anterior conducta, sino que parece justificarla; ahora está convencido de que el relato del señor Smith sobre su comportamiento en Langford, en el que era considerada la única culpable de que el señor Manwaring se hubiera enamorado apasionadamente de ella, y que Reginald consideraba cierto a su llegada a Churchill, no es más que una escandalosa mentira, y me lo ha expresado con una vehemencia que demuestra su pesar por haber creído en algún momento lo contrario.   

¡Oh, cuánto lamento ahora la llegada de lady Susan a esta casa! Siempre me inquietó su venida, pero estaba lejos de imaginar que la causa de mi preocupación pudiera ser Reginald. Pensaba que tendría que soportar su desagradable compañía, pero jamás se me ocurrió que mi hermano corriera el peligro de caer bajo el hechizo de una mujer cuya falta de principios tan bien conocía y cuyo carácter despreciaba profundamente. Sería muy conveniente que lograras alejarlo de aquí.

      Afectuosamente,

                                                                                Catherine Vernon

Lady SusanWhere stories live. Discover now