25. Cloe (6)

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Qué pasaría si descubres que la persona en la que basaste todo tu futuro, ¿no es quién dice ser? ¿Qué pasaría si descubres que te miente? si esa persona rompe tu confianza, ¿cómo te sentirías? ¿La perdonarías? ¿O juntarías los trozos de tu corazón y te irías lo más lejos posible de ella?

Flashback

Entre en el departamento y cerré la puerta detrás de mi, en la entrada había dos pares de zapatos, unos eran de Cloe, eso era obvio, lo cual me pareció extraño ya que me había dicho que se iba a Francia; los otros…eran de hombre… pero no eran míos ¿sería su padre? El corazón golpeaba con fuerza en mi pecho.

Ese era nuestro departamento; nuestro hogar, los únicos que entrabamos ahí éramos nosotros, a veces sus padres y la mujer de la limpieza.

Camine lentamente por la sala, el pequeño patio y luego verifique en la cocina, no había nadie, solo quedaba un lugar, nuestra habitación.

Me pare frente a la puerta, pero no me anime a abrir, todo estaba sumido en un silencio extremo, retrocedí varios pasos y golpee un adorno haciendo que se rompiera en 1000 pedazos en el suelo.

Eche maldiciones y comencé a juntar los pedazos, la puerta del cuarto se abrió y Cloe apareció, pareció horrorizada al verme y cerró la puerta del cuarto de inmediato; tenía puesta únicamente una camisa blanca, la observé un momento con el trozo de vidrio aún en la mano.

—¿Que haces aquí?—preguntó nerviosa.

—Vine a por lago— conteste parándome frente a ella, la conocía; Cloe era mi mujer sabía que estaba asustada, Algo se agitaba dentro de mi pecho—¿qué no estabas en Francia?

—El viaje se cancelo—contesto, Estaba sudando y le temblaban las manos

—¿qué viniste a buscar?

—¿Porque no me avisaste?— la corte acercándome un paso a ella, ese olor, no era el olor a su perfume y aunque estuviera un poco confuso; sabía que era el perfume de un hombre.

—No tuve tiempo…— contesto alejándose.

Me acerque un paso más y ella retrocedió otro.

—¿Qué rayos te pasa?—pregunté con la voz entrecortada.

—Nada— afirmó, pero sus ojos decían otra cosa.

Intente entrar al cuarto pero ella me lo impidió.

— Hazte a un lado…—dije amenazante.

—Que quieres…yo te lo traigo.

—Cloe, muévete.

La tome del brazo y la aparte de la puerta; luego tome aire y abrí.

Mi corazón de destruyó en ese momento, Zack se giro  y me vio con los ojos bien abiertos de la impresión, no se movió ni un milímetro.

—Cameron…Cameron te lo puedo explicar —sentía que me clavaban cuchillos por todo el cuerpo, las manos me sudaban y me costaba respirar

—Explicar...— dije tratando de calmarme ¿qué mierda me vas a explicar?

Las lágrimas corrían por mis mejillas de forma libre, ella se paro llorando frente a mí.

— Camaroncito, amor, escúchame ¿sí?, no es lo que parece…

Zack comenzó a juntar sus cosas rápidamente, iba a huir, pero no se lo permitiría.

—Es nuestra casa Cloe…—la voz se me cortaba—¡es nuestra maldita casa!

— Camaroncito por favor…

—No me digas así… ¡Por dios creía en ti! Me trague todas las mentiras que me dijiste Cloe, yo te amo… cómo pudiste….

Comencé a llorar como un niño, ella intentaba acercarse pero no la dejaba; no quería que me tocara con sus sucias manos, salí de la habitación y me pare en la sala.

El pelirrojo salió también; parecía asustado.
Y si fuera él lo estaría, no sabía lo que le esperaba.

—Cameron— dijo Cloe nuevamente—deja que te lo explique, vamos a hablar…

—¡¿Hace cuanto tiempo me ven la cara de idiota?!—estaba gritando a todo pulmón—
¿hace cuanto te diviertes a mis espaldas con este bastardo?

— Baja la voz, por favor no grites…

—¿Que no grite? — una risa histérica salió de mis labios—no puedo creerlo… ¿y qué quieres que haga? ¿Qué los felicite?

— Debes calmarte amigo…—Zack habló.
Tenía ganas de asesinarlo.
Me acerque hasta quedar a milímetros de su cara.

—Todavía tienes el valor para hablar… yo no soy tu amigo, y deberías ir pidiendo tus últimos deseos…

Zack sonrió,  él muy maldito estaba sonriendo.

—No es para tanto, solo han sido un par de veces...

Sin que pudiera controlarlo mi puño se estampo en su cara, la sangre salía a borbotones de su nariz, comencé a darle puñetazos; no podía controlarme, sentía los gritos de Cloe pidiéndome que me detuviera. “un par de veces” Cloe, la persona que mas amaba en el mundo me había engañado por completo.

Zack logro apartarme de él con un empujón,Caí sentado en el piso.

Él se paro rápidamente y trato de respirar.
—Me las vas a pagar…— dijo limpiándose la sangre de la boca, luego salió dando un portazo.

Quede sentado en el piso por horas, hasta que las lágrimas ya no salían.

— ¿Porque…?— pregunté , mi voz sonaba débil.

—Fue un error, lo juro…yo te amo — intentó acercarse pero le hice señas de que parara.

—No te me acerques, no quiero hacer una locura…

Me paré y pase por su lado; apenas podía caminar…apenas podía respirar.

—Cameron…por favor….—ella estaba llorando nuevamente.

Me gire y la mire un momento, luego sonreí.

—Sabes, deberías dejar la orquesta y dedicarte al teatro,…se te da muy bien— abrí la puerta y la mire por última vez.

— No me llames, esto se acabo, no quiero volver a verte jamás… te odio Cloe.

No podía decir nada más, ya estaba llorando de nuevo, me subí hasta el auto y conduje sin saber a dónde ir, me sentía sólo, perdido.

Ya no me importaba nada, había perdido a Cloe, había perdido mi razón para reír.

Ya no tenía motivos para vivir, porque mi vida se había acabado desde ese momento.

Wait For MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora