14. La suerte siempre de mi lado

31 5 0
                                    


El celular sonó  a mi lado, lo tomé y miré la pantalla. "Llamada finalizada", pegué un salto y me incorpore en la cama, busque rápidamente el registro de llamadas, la ultima llamada había sido hecha hace un momento al número de Alice, me maldije una y otra vez.

¿Porque tenía tan poca suerte?  ¿Qué iba  hacer ahora? ¿Ella había escuchado lo que yo decía en la llamada?

Maldita sea Cameron!  grite lanzando el teléfono contra la pared.

En cuanto lo hice me arrepentí y corrí a recogerlo y revisar si estaba roto, lancé un suspiro de alivio al ver que estaba sano.

—Tienes que tomarte esto con calma, tal vez sea mejor así— dije tratando de calmarme— ¡Si! definitivamente es mejor así, ahora que Alice sabe de tus sentimientos, no tendrás que darle tantas vueltas al asunto cuando hables con ella.

Imaginarme a Alice recibiendo mi llamada y escuchando mi confesión no directa hizo que me avergonzara enormemente.

Me senté en cuclillas mientras que tapaba mi cara con ambas manos y me quejaba como un niño pequeño.

—¿qué hiciste Cameron?, demonios no seas cobarde—grite parándome valientemente en el medio de la habitación y hablando como un loco conmigo mismo— todo va a salir bien , mañana irás hacia ella y confesaras tranquilamente tus sentimientos, que puede salir mal, ella no te rechazará.

Pensé en lo humillante que sería para mi, jamás había sido rechazado.

Me tire en la cama y trate de re ordenar mis pensamientos, tal vez es mejor así...ahora solo esperemos la respuesta de Alice.


(...)


El despertador sonó fuertemente haciendo que me sobresaltara, me senté en la cama algo aturdido, llevaba puesto el deportivo de la noche anterior, me duché y me apresure para salir al instituto, hoy tendría practica para el partido contra los "ColonBlues", nuestros mayores enemigos.

Hacia ya 3 temporadas que nos ganaban, pero esta vez no seria así, cuando llegué al colegio me encontré con mi grupo esperándome.

Al ser el capitán del equipo siempre me esperaban, entramos todos juntos mientras tonteábamos los unos con los otros, como lo hacíamos siempre, me puse a jugar a los pases con Nathan, uno de mis amigos y compañero de hace años.

El me tiro mal el balón haciendo que fuera imposible atraparlo, me gire para ver donde caía, y para mi desgracia no fue en el mejor lugar.

Golpeó fuertemente en la cabeza de una chica, la cual dejo caer lo que traía en las manos por el dolor que le causo, fije mi vista en la pobre chica y la reconocí.

¿Porque? Porque de todas las personas en el maldito instituto el balón tenía que parar en la cabeza de Alice.

Corrí hacia ella mientras soltaba maldiciones.

—¿Estás bien? — le pregunte y la ayudaba a recoger los cuadernos junto con sus libros cuando escuche la risita de los idiotas que miraban la escena.

Alice levanto la cabeza y me miro, estaba claramente avergonzada y movía sus manos apresuradamente.

Trate de controlar mis nervios mientras que la ayudaba a levantarse.

Sus labios se movían y fui consciente de que hablaba.

—no fue nada

Acaricie preocupado su cabeza, tenía miedo de que se hubiera hecho daño.

—¿Estas segura? —le pregunte,
ella asintió, busque con la mirada a Nathan.

—¿No te vas a disculpar?— le solté enfadado.

Él  se paro frente a nosotros rápidamente.

—Lo siento—se disculpo— fue un mal pase.

Me dio lastima, parecía apenado de verdad, al fin y al cabo no había sido intencional.

—esta bien, fue un accidente- le dijo amablemente Alice.

Rodee a Alice por los hombros.

—Si haces ese tipo de pases en un partido, estamos jodidos—bromee tratando de romper la incomodidad que yo mismo había creado, para mi suerte (cosa que no tenía) Nathan no parecía molesto y me siguió la broma.

Nos despedimos y él siguió su camino con el resto.

La acompañe hasta su salón mientras ignoraba el revoloteo de mi corazón. Observe a varias chicas mirarla con recelo, pero no me importo, aunque en algún rincón de mi, el temor por que le pudieran hacer daño a Alice apareció haciéndome sentir más nervioso.

No tardamos en llegar frente a su salón, le devolví los cuadernos mientras buscaba coraje dentro de mi alocado ser.

—¿Después de clases tienes tiempo? — pregunte jugueteando con las manos en mi cabello.

—¿Después de clase?—pregunto mientras lo pensaba— si…eso creo.

Por dentro sentí alegría, le sonreí ampliamente, me sentía confiado, más confiado que nunca.

—Eso es genial— le conteste — entonces después de clases espérame frente al colegio, ya sabes cuál es mi auto.

Bese su mejilla, ella pareció sorprendida.

—Tengo algo que hablar con usted señorita Alice— me mordí los labios y me fui caminando por los pasillos.

Estaba feliz y emocionado como un niño pequeño, eso era posible gracias a una sola persona en todo el mundo mi mamá, claro además de ella..Alice.

Wait For MeWhere stories live. Discover now