17. Cloe (1)

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Flashback

Me desperté alegre, era fin de semana y no tenía nada que hacer, tomé el celular de debajo de la almohada y llame a Cloe.

Después de un momento atendió.

—Camaroncito—dijo como una niña.

—¿Qué haces?—pregunte riendo ya que me gustaba que ella me llamará así.

—Practico las partituras— contesto, sabía que estaba haciendo un puchero, casi podía visualizarla.

Cloe tocaba el violín profesionalmente, desde pequeña iba a clases.

—¿Tienes algo importante que hacer hoy?

—Practicar las partituras es importante — dijo convencida— la practica hace al maestro amor.

—Aunque no practiques lo harás genial — le contesté.

Ella rió del otro lado.

—¿Podemos salir hoy?—pregunte rogando para que dijera que si.

—Mmmm…..

— Vamos Cleo, es fin de semana.

—¿Le parece bien a mi novio venir a buscarme dentro de 30 minutos?— contesto riendo.

—Mmmmmm…

—¡Camaaroncito!— dijo nuevamente.

Reí divertido de ella.

—Por supuesto hermosa, ya voy.

—Ahora— afirmó Cloe.

—Ahora— le respondí.

—En este instante.

—Si

—No demores— dijo riendo.

—No lo hare,…Cloe.

— ¿Si?

—Te amo

—Yo también—dijo largando besitos al teléfono antes de colgar.

Me apresure y salí lo más rápido que pude, corrí escaleras abajo, con el pelo mojado aún, ya secaría por el camino.

Hace un tiempo que Cloe y yo no pasábamos un fin de semana juntos.

Últimamente ella practicaba más horas de lo normal, de camino me choque contra mi madre.

¿A dónde vas?, preguntó al verme.

— A  lo de Cloe—dije dando un sonoro beso en la mejilla y corriendo de nuevo.

—Pero todavía no desayunaste –me recordó.

—Desayunare con ella—le grité antes de subirme a mi moto y salir disparado por las calles.

(...)

Llegué en menos de lo esperado a la casa de Cloe, había manejado rápidamente debido a la emoción que tenía, toque la puerta y el ama de llaves me abrió, me sonrió feliz como siempre lo hacía, le pregunte por Cloe y me dijo que estaba arriba, subí corriendo las escaleras y golpee la puerta de su habitación.

—Adelante—dijo distraída.

Abrí en silencio la puerta y me acerqué a ella, Cloe estaba de espaldas a mi guardando el violín en su estuche, la abrase por la espalda y apoyé mi cabeza en su hombro.

—Es triste que le des más atención a ese pedazo de madera que a mí— dije bromeando.

Ella río.

—¿ Cuándo llegaste?—pregunto girándose y rodeando mi cuello con sus brazos.

—acabo de llegar— respondí dándole besos, ella reía como una niña pequeña.

—¿No te da vergüenza?—pregunto tratando de calmarse.

—¿Qué cosa?- pregunte deteniéndome

—Tener celos de un instrumento.

—Es tu culpa por darle más amor que a mí—reclame seguro.

Cloe era hermosa a mis ojos, y seguramente a los ojos de todos los chicos.

Su pequeño rostro, su sonrisa angelical, su largo cabello con ondas, era una obra de arte.

Ella entrecerró los ojos pensativa.

—¿Qué sucede?— pregunté curioso.

—¿Mis padres saben que estas en mi habitación?

Negué con la cabeza enérgicamente.

—¿Subiste sin autorización?— pregunto agrandando los ojos.

Asentí mientras sonreía.

—¿Nunca cumples las reglas Cameron Dallas?— dijo acercando su rostro al mío.

—¿Tú lo haces?— pregunte sonriendo, bese sus mejillas y fui bajando hasta su cuello.

Cloe se escurrió riendo.

—Obedezco las reglas.

Wait For MeWhere stories live. Discover now