Verdades

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Capitulo 16: Verdades


Al día siguiente de la boda, Bella estaba extasiada, nunca en su vida había pensado sentirse así, y ahora observaba a Edward dormir. No sabía qué hora era, parecía ser mediodía, pero eso no importaba, el rostro del ojidorado lucía descansado y hasta un poco aniñado, considerando que Bella no sabía cuántos años tenía Edward,el verlo así le hacía imposible determinar su edad.

Soltó un suspiro sin darse cuenta de que provocó que las extrañas orejas del príncipe se movieran y este abriera los ojos a medias para verla.

—Hola, ¿cómo amaneciste?

La joven inconscientemente se tocó el cuello en el lugar en el que Edward la había mordido, y que parecía estar sanando.

—Perfectamente—Le respondió, a lo que asintió satisfecho y, en un gesto muy extraño de parte de él, la observó o más bien, lo poco que podía ver expuesto fuera de las sábanas de la cama sin pudor alguno.

—¿Qué quieres haces hoy?—Moviendo las cejas de arriba a abajo se fue acercando a Bella, quien soltó una carcajada y lo empujó para que se alejara.

—Ni creas que los trucos que aprendes de Emmett funcionarán—dijo, mintiendo un poco, pero ahora en su cabeza había algo mucho más importante—... y en cuanto a planes, no tengo nada en mente... y no, no acepto sugerencias.

Luciendo un poco resignado, el príncipe levantó sus manos en derrota.

—De acuerdo, de acuerdo. Entonces ven... —respondió, haciendo un hueco entre sus brazos—, descansemos antes de que todos vuelvan al castillo y hacerlo así se torne en algo imposible.

Al ver la petición y la cara que había puesto Edward, aceptó y se acercó, dejando que la arrullara e hiciera dormir nuevamente.

...

Bella estaba en el ala opuesta del castillo de donde se encontraba Edward, aún durmiendo. Aunque la joven ya conocía la mayor parte del lugar nunca había podido recorrerlo sola, notó que se encontraba en donde estaba la habitación de Alice, la que le habían otorgado a ella, y otras dos más que resultaron ser la de Rosalie y, obviamente, la más alejada y la más grande era la de los reyes.

Sintiéndose una gran entrometida por ver las habitaciones de los demás, se encaminó hacia un pasillo desconocido para ella, cuando notó que no era un pasillo sino un pasadizo que llegaba a un balcón, el cual tenía una bellísima vista del jardín. Podía ver las flores que Edward le había mostrado, y varios animales que nunca había notado, en una parte que parecía una pequeña granja.

Obviamente, Bella—se reprochó—¿De dónde creías que salía toda la comida? Siempre estás en las nubes, señorita.

Siguió observando ya que el sol estaba bajando, dándole un toque anaranjado al cielo. Advirtió que, pese a que había bastantes partes descuidadas, el paisaje no lucía decadente, sino como algo casi místico e interesante, y decidió que este balcón sería su lugar favorito, después del árbol al que la llevaba Edward.

Edward estaba de nuevo en su mente, había logrado dispersarse y sacar al ojidorado de allí pero ahora volvía y, no es que se sintiera rechazada por él en absoluto, pero después de lo que habían compartido sintió que la confianza entre ellos debía ser más fuerte que nunca, pero la realidad era otra.

Aunque sabía todo lo que sucedió con Anelise y que él la amaba tanto como ella lo hacía, no tenía ni una idea de lo que había sido la vida de Edward después de eso, y la angustiaba pensar lo que había sucedido entonces, ya que en esta época Edward había ganado su mala fama y ella simplemente quería saber la verdad, por más dolorosa que resultara.

The Half Demon Prince [Fic]Where stories live. Discover now