Say sorry

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Capítulo 5: Say sorry


Después de que Alice y Esme solamente rizaron el cabello de Bella y le cambiaron el vestido por uno gris, más simple, se habían ido a la sala principal. Esme le había comentado a Bella acerca de un libro para que lo leyera, y esta, entusiasmada empezó a conversar con ella.

—Es tan dulce —murmuró Alice mirando a la castaña—. Tendré que hablar con Edward, no debe cometer ningún error.

Alice escuchó un movimiento fuera de la habitación haciendo que sus orejas se movieran graciosamente de un lado a otro tratando de escuchar mejor.

—Sé que estás afuera, Edward —dijo en voz baja—. Saldré para que hablemos, ni se te ocurra irte.

Alice salió de allí excusándose, y Bella le sonrió inocentemente mientras su madre la miraba suspicazmente. Cuando salió de la habitación, Edward estaba esperándola.

—Dime, ¿qué les has hecho? —preguntó furiosa la pelinegra a su hermano.

—Nada —respondió él evitando la mirada.

—Edward... —Lo miró seriamente— Tienes que dejar ir a Bella, ella no debería estar aquí

—¡No! —aseguró Edward— No se irá, yo soy él que da órdenes en eso.

—"Eso..." ¿Eres idiota o qué? —Le gritó Alice—. Bella no es una mala persona, tú lo sabes, tú no la odias para hacerle esto, lo puedo notar en tu rostro. No puedes, sabes que es como...

—No te atrevas a decir una palabra más —interrumpió Edward en un tono lúgubre.

—De acuerdo, pero no me lo puedes negar, ¿cierto?

—No. Tienes razón, solo que a veces resulta un poco... —Se detuvo un instante antes de continuar— doloroso.

—Entonces... ¿Por qué la escogiste? —Preguntó Alice incrédula—. Si no quieres que se vaya, entonces, deja de actuar así.

—Lo sé... —susurró con culpa.

—¿Ah? Entonces, ¿qué esperas?... Ve, llévala a caminar y habla con ella —urgió Alice.

—Tú, más que nadie, sabes que no sé cómo tratar a las mujeres —murmuró avergonzado.

—¡No me interesa! Ve y habla con ella —Le gritó demandante—. Es una gran ayuda, pienso yo —Alice lo empujó hasta la puerta de la sala, le dijo que sacaría a su madre de allí, y después de eso él iría a hablar con Bella.

Edward se impresionó. ¿Su madre estaba allí? Ni siquiera se había enterado.

Alice entró y al salir, lo hizo con su madre, quien le sonrió como siempre lo hacía, se acercó a él y le susurró—: Es una buena chica.

Edward le sonrió mientras veía como se iba de allí, y Alice volvió a insistir empujándolo. Antes de abrir y dejar a Edward allí, le advirtió—: Estaré aquí hasta que se lo pidas, si no lo haces, simplemente no saldrás.

Edward pasó con nerviosismo hasta el sillón donde se encontraba Bella y la vio leyendo un libro, que seguramente Esme le había dado. La castaña estaba tan ensimismada en la lectura que no había notado su presencia.

—Isabella —la llamó empujando su hombro levemente.

Bella levantó sus ojos lentamente de la lectura, no se había fijado quién había llegado y, cuando se dio cuenta de que era Edward, se asustó y se sentó recta rápidamente. Cuando estuvo más tranquila, vio a Edward, su postura se veía tranquila, y estaba sentado junto a ella con la cabeza baja.

—Ehh... oye, Isabella... —habló dudoso mientras ella lo observaba con una mueca de confusión. Su voz estaba diferente, era muy... melodiosa—. Yo... yo... ¡Quería preguntarte si querrías ir a caminar conmigo! —Terminó su frase casi gritando, mirándola fijamente a los ojos.

Bella quedó completamente impactada. Esa mirada fría que había visto tan seguido siempre, ahora era reemplazado por una mirada limpia y brillante. Solo lo había visto una vez, aunque esta vez era aún más impresionante, pero no quería recordarlo. ¡Eso no fue real!, se dijo. Estaba aún tan impresionada que se había quedado sin habla.

—Oye —le dijo el cobrizo ansioso—, no te quedes callada, di algo.

Bella reaccionó, y posando su mano en su pecho contestó—: Sí, sí. Vamos Edward.

Ahora el impresionado era Edward, ella nunca había dicho su nombre, era la primera vez que lo escuchaba salir de sus labios y esto lo hacía sentir una extraña, pero gratificante emoción.

—Pero, solo necesito algo —señaló Bella. Claro, los humanos son todos interesados, pensó Edward con desconfianza.

—Por favor... ¡Por favor! Llámame Bella, detesto que me llamen Isabella —Le pidió Bella con un fuerte sonrojo en sus mejillas.

De nuevo Edward se sorprendió por lo que ella le decía, y asintió. Ahora que lo pensaba mejor, Bella le quedaba estupendamente bien.

—De acuerdo, Bella —afirmó sonriéndole, y ella sintió como algo brotaba dentro de ella. Le sonrió de vuelta y sus ojos cafés brillaron. Edward nunca dejaba de sorprenderla.




Hola, hola, como siempre gracias y espero que las que han empezado a leer me comenten que les parece!

Bye!

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The Half Demon Prince [Fic]Where stories live. Discover now