Preludio

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Capítulo 20: Preludio


—Tienes que estar bromeando, Jacob— dice una azorada Bella al recibir esta nueva información, Jacob manteniéndose estoico niega y le responde

—Estoy hablando más en serio que nunca, tenemos que ir... yo debo ir, es mi responsabilidad, después de todo Alistair quiere acabar con todos nosotros—

—Llévame— le ruega la joven sin pensarlo— ¡tienes que llevarme!— le grita.

—Ahora debes ser tú la que está bromeando— Jacob escépticamente le responde—

—En serio tienes que llevarme, yo debo detener esto... es mi culpa, yo soy la razón por la que los Cullen quieren pelear con ese demonio

—De verdad que eres crédula— la regaña sin creérselo, irritándose— esto que sucede, la rivalidad que ese demonio despreciable ha creado, no es solo con los Cullen, es con todos nosotros y si, puede que una de las cosas más terribles que ha hecho Alistair hacia alguno de nosotros fue lo que le hizo Anelise... Pero él siempre ha hecho cosas terribles, inhumanas, son tantas que ni siquiera quiero recordar, tenemos que destruirlo, entiende Bella, ha creado un ejército completo y es inminente la destrucción que causaran...—

Bella asimilando todo lo que el pelinegro menciono asiente, bajando su cabeza en resignación y susurrando preocupada le dice: —Pero... no, esto significa que hay una posibilidad que Edward no descubra que tiene un hijo...—

La mesa queda en un total silencio debido a lo que Bella confiesa, el único que parece imperturbable debido a la noticia es Harry, como si lo hubiera sabido desde antes, cosa que ni Bella ni Jacob le habían contado, notando como todos observan a la joven, ella empieza a negar con la cabeza y luego levantando la voz les dice:

—Hay una razón más por la que debo irme, soy una amenaza para la seguridad de este lugar, pueden venir a buscarme y hacerle daño a sus familias, a todos los que viven aquí, yo...—

Harry cortó lo que Bella estaba a punto de decir: — Todo pasa por una razón Bella, te prometí que este sería un lugar seguro para ti y lo será hasta que yo me mantenga en pie. —

— ¡Pero papá...!— intervino Leah

— ¡Ya! silencio, soy el jefe de esta casa, sé que decisiones tomo, pequeña debes quedarte, no pienses escapar, eso solo empeoraría las cosas. —

La joven avergonzada y un tanto sorprendida asintió a las palabras del jefe, prometiéndole que se va a quedar, pero advirtiendo que no planea quedarse para siempre.

—Es obvio que no lo harás— Harry le respondió— Pero solo espero que sea el tiempo suficiente.

...

Hombres, sus caballos, bestias y otros seres se dirigían a la zona roja bien conocida por ser el lugar donde se disputaban las más grandes batallas, todos con la misma misión, destruir a Alistair y su ejército.

Aunque el ejercito que iba en contra de Alistair era mucho más grande, casi dos veces más grande, el rey Carlisle temía que no fueran suficientes, ya que el otro ejército se componía únicamente de seres sobrenaturales, algunos tan fuertes que podrían destruir a los humanos en un pestañeo, el rey solo esperaba que sus esfuerzos fueran suficientes, pero si le preguntaban...nada estaba claro.

Tras unas semanas de viaje, casi llegando a los límites de la zona, se unieron a los Cullen unos clanes más, incluyendo a los Quileute, al ver a Jacob el príncipe más joven tuvo una extraña sensación de conexión que no comprendió muy bien y prefirió ignorar, ya que se encontraban allí para luchar, no debía perder su enfoque, noto que Harry no se encontraba, así que al acercarse a saludar junto a su hermano le pregunto la razón de la ausencia del hombre, este le respondió que el jefe había decidió mantenerse protegiendo a su pueblo, pero que lo había enviado a él y a su ejército para ayudar.

Asintiendo aun un poco confundido, Edward se fue junto a Emmet a saludar al resto de los Clanes que habían llegado. Tomaron otras dos semanas más para llegar a la zona roja, cuando llegaron establecieron un gran campamento, al anochecer llamo a todos los líderes de cada tropa y al encontrarse ya reunidos les dijo

—Todos atacaremos sorpresivamente, si sorpresivamente gracias a ciertos contactos que aunque están junto a Alistair, están aún en más en desacuerdo que nosotros sobre los planes que tiene ese demonio... Nos han facilitado cierta información valiosa que nos permitirá emboscarlos, básicamente los emboscaremos en la mañana, aquí— señalo una parte del mapa, allí les mostraba un sector lleno de árboles—... ellos han decidido que sería más fácil atacarnos y más difícil para nosotros perderlos de vista. Entraremos por diferentes flancos que cada uno de ustedes liderara. El único que no estará en esta área será Alistair y sus guardias, de esto se encargara mi hijo menor, Edward, pero por favor si están en una situación en la que ya han sometido a los enemigos y no hay alguna clase de peligro, diríjanse hacia él, ya que puede que necesite ayuda.—

—Emmet— continuo— tú lideraras el flanco occidental, tienen...— y así el rey continuo indicando los puntos de ataque y posiciones que supondrían la victoria. Edward dejo de escuchar y empezó a pensar y entre sus pensamientos rogo porque el plan funcionara y aún más importante si lograra destruir a Alistair.

...

Ya habían pasado unas dos semanas desde que Jacob y el ejército se habían ido, Bella no podía evitar sentirse nerviosa, porque faltaban pocos días para que se librara la batalla, Harry trataba de consolarla diciéndole que todo estaría bien y que el bien siempre debía triunfar sobre el mal, ella trataba de creer esto, pero era un poco complicado, considerando que hasta ahora solo el mal había ganado, aun así intentaba mantenerse esperanzada.

Una mañana muy tranquila Bella se encontraba con Leah, trayendo lo que sería el desayuno del día, cuando de repente fueron emboscadas por unos seres que le resultaron familiares a la muchacha, y como no, si eran de la misma raza del demonio que la había traído a este lugar, con sus rostros bestiales, como si fueran unos cerdos. No entendía porque estaban allí, por alguna razón Alistair la había dejado allá ¿No?, se preguntó asustada, no la habían matado ¿ahora que estaba planeando?

Cuando Leah estaba a punto de llorar Harry llego y grito

— ¡No las toquen ni se acerquen a ellas, no se atrevan!— mientras blandía una espada se plantó en frente de las muchachas en un intento de protegrelas.

—Viejo— dijo uno de ellos, en una voz un tanto inconcebible— son ordenes claras, tenemos que llevárnosla y punto.

—Sobre mi cadáver—grito el jefe.

—Pan comido— susurro el otro sujeto, que se había mantenido callado mientras sonreía desagradablemente.

— ¡No papá!— grito Leah abalanzándose hacia él, después de haber sido brutalmente golpeado. Bella trato de buscar ayuda, pero se encontraban completamente solos debido a que todo el mundo se encontraba en la plaza y ellos estaban frente a la casa del jefe, Leah un tanto desesperada empezó a gritar:

— ¡Ustedes monstruos! que le han hecho...— el demonio ahora arremetió contra la joven, la cual quedó inconsciente en un instante, Bella resignada con su destino les pregunto:

—Alistair los mando ¿Verdad?— sin responderle la tomaron y llevándola a un carruaje que era movido por un extraño animal escaparon, la muchacha noto que el animal que movía el carruaje era más rápido que cualquier caballo al que se hubiera subido, lo que significaba que no importaba en qué lugar en el que se encontraba el demonio, ella debía llegar rápidamente.

—Ese monstruo espero unos meses para matarme... ¿porque?— suspiro desconsolada mientras el carruaje avanzaba desbocado hacia más problemas.



Holaaaaaa.

A este capi, tomatazos , flores lo que sea... Lo que crean que pasara... Bye chicas.

The Half Demon Prince [Fic]Where stories live. Discover now