Stella
Fui a casa de Taylor y Sean me abrió la puerta. Habíamos quedados para echar el día en un parque y Taylor se había quedado dormido, así que había decidido ir a su casa para hacer algo mientras esperaba. Le sonreí a Brad, que estaba en el salón con un libro y un cuaderno abierto. Me sonrió y me rasqué mi costado. — ¿Te pica? —me preguntó.
— ¿Qué?
— El tatuaje.
— Ah sí, un poco —me levanté el chaleco y Brad se acercó para mirármelo mientras Sean también lo hacía.
— No, no está infectado, es normal que te pique a veces.
— No sabía que te habías hecho un tatuaje —dijo Sean.
— Yo tampoco —todos miramos a Taylor, que me miraba con el ceño un poco fruncido.
— Bueno, hay muchas cosas que no sabes —dijo Brad.
Lo que no me esperaba para nada fue el golpe que recibió de parte de Taylor, haciendo que me alejara sorprendida.
— ¡Taylor! —exclamé sorprendida.
Brad no tardó en reaccionar y plantó su puño en el rostro de mi chico. — ¡Sean! —llamé su atención y él me miró tan sorprendido como yo estaba. Brad y Taylor no tardaron en seguir dándose golpes mientras Sean intentaba separarlos. No quería meterme por si salía mal parada, pero cogí a Taylor por detrás y conseguí ponerme delante de él. — ¡Ya! ¡Parad! —puse la mano frente a mí y Brad me miró muy serio. — Se acabó.
Brad apretó su mandíbula y lo vimos irse por el pasillo. Miré a Taylor, que respiraba pesadamente, estaba muy enfadado. Brad no tardó en salir de su habitación con los zapatos puestos. Lo seguí con la mirada y lo vi salir, dando un portazo. ¿Por qué me sentía tan mal? Quizás todo esto era mi culpa, pero no le había dado ninguna señal a Brad de que me gustase o cualquier cosa, pero me sentía mal no poder corresponderle porque seguía enamorada de Taylor. Dejé de sentir el calor del cuerpo de Taylor tras de mí y giré mi rostro para verlo entrar en su habitación. Miré a Sean, que no tardó en hablar.
— No sé qué mosca les ha picado —rascó su nuca—, pero puedo jurar que se tenían ganas.
Suspiré y me dirigí a la habitación de Taylor. Lo vi sentado en el borde de la cama, sus codos apoyados en sus rodillas y su rostro apoyado en sus manos. Cerré la puerta tras de mí. —Taylor... —empecé.
— Déjame solo, Stella - murmuró.
Me puse frente a él y me agaché. Taylor estaba llorando. El chico al que había conocido con una sonrisa mientras me explicaba física, estaba llorando. El chico con la sonrisa más bonita del mundo estaba llorando frente a mí y por mí.
— Se acabó, Stella. Vete con él. Te he perdido, en serio, no sé qué hacer. Él es mejor partido que yo, lo sé. Quizás sea él mejor novio que yo, averígualo.
— No quiero averiguarlo —Taylor me miró y vi sus ojos vidriosos, ya había limpiado alguna que otra lágrima—. Estoy aquí contigo. Estoy esperando que sigas la lista.
— Tú no la seguiste.
Reí. — Yo era una cobarde —moví mi mano con desdén—. Ni siquiera las chicas sabían cómo había conseguido que te enamoraras de mí. Sigo aquí contigo, Taylor, no quiero a otro —pasé mi mano por su pelo.
— Fui un capullo.
— Pues si —me puse de pie y me subí a su regazo—. Me hiciste daño y yo juré antes de conocerte que jamás perdonaría una infidelidad y aquí estoy. Confiando de nuevo en ti, en lo que tenemos, solo una vez más. Te quiero Taylor.
ESTÁS LEYENDO
Como conquistar a un chico / Disponible en Dreame
Teen FictionVerdaderamente pensaba que todo ese asunto del amor era una verdadera tontería. Odiaba a las parejas que se ponían en los bancos del parque y lo único que hacían era besarse. O las parejas que no decidían quien tenía que colgar primero, o a ese chic...