Arrepentimiento [I]

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Ambos nos quedamos mirándonos hasta que hable. — Pensé que te habías ido — murmuré.

— No —negó con la cabeza—. ¿Quieres que te acerque a casa?

Esta vez fui yo quien negó con la cabeza. — Gracias por traerme, Taylor. Vete a casa y descansa, tienes muy mala cara. Esperaré a que vengan mis padres.

Taylor me miró y suspiró. Rozó mi mano con sus dedos y separé mi mano. Juntó sus labios en una fina línea y se fue. Lo vi irse por el pasillo hasta que giró a la derecha. Me apoyé en la pared y cerré los ojos.

Había llamado a mi jefa para decirle lo que había pasado. Me había dado dos días libres, así que mañana tenía que volver a Chicago. Cuando mis padres llegaron, insistieron en que fuera a casa. Empecé a caminar de un lado a otro del pasillo esperando a que papá terminara de hablar con mamá para poder irnos.

Cuando di media vuelta para caminar al otro lado, la presencia de Taylor hizo que me parara. Fruncí el ceño levemente cuando lo vi dirigirse a mí.

— Mi madre quiere que cenes con nosotros.

Negué con la cabeza. — No.

— Eso díselo a ella —cogió mi codo y me arrastró hasta la habitación de mi hermano.

Me despedí de mis padres y le apreté una mano a Aaron antes de irme.

Salí de la habitación a regañadientes y caminé hacia el parking con los brazos cruzados. No tenía ganas de cenar con la familia de Taylor, no quería obligarme a sonreír como lo estaba haciendo ahora mientras Gina me abrazaba y me daba ánimos por lo de Aaron. Suponía que Taylor no le habría dicho nada sobre nuestra relación.

«Mamá, mi relación está en la cuerda floja porque fui lo bastante estúpido como para creer que Stella estaba engañándome con Mike y en venganza dejé que una chica chupara mi pene»

Sí, la cara de Gina sería digna de ver ante eso. Me senté en la mesa y no tardamos en comer. Gina hizo una ensalada y una lasaña, que le salió bastante bien. Le gustaba experimentar con recetas cuando no estaba trabajando, yo misma había experimentado con ella mientras Taylor veía fútbol americano o pasaba allí con nosotras el rato incordiándome y haciendo que me sonrojara.

Miré a Taylor, que miraba su plato mientras su padre contaba algo de su trabajo. Tenía su ceño fruncido levemente. Quería a ese chico. No sabía por qué mi mente y mi corazón decidieron obsesionarse con él. Quizás sería porque era guapo y porque ningún chico antes se había preocupado por mí. Era la primera vez que había tenido la atención de un chico sobre mí, aunque solo fuera para darme clases, y eso me gustaba.

Aunque detrás de la persona amable y atenta, había un Taylor bastante propenso a la estupidez, por eso estábamos aquí ahora.

Mi "novio" me pilló mirándole y desvié mi vista para mirar a su hermano, que nos miraba extrañado. Ese chico se daba cuenta de todo.

Observé su pelo color arena y sus ojos claros. Sería igual de guapo que el hermano y todas las chicas estarían tras él, si es que no las tenía ya.

Me levanté y ayudé a la familia a recoger todo. Me quedé con Gina en la cocina recogiendo las últimas cosas. Hablábamos de temas triviales hasta que me di cuenta que Taylor estaba apoyado en el marco de la puerta. Me quedé callada y Gina lo notó, por lo que se quedó callada y suspiró.

— Es tarde —dijo Taylor sin dejar de mirarme—. La llevaré a casa.

Después de despedirme de la familia y ponerme el abrigo, salí de allí, con la mano de Taylor puesta en mi espalda.

Como conquistar a un chico / Disponible en DreameWhere stories live. Discover now