Capítulo XX

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Llegó el fin de semana, como siempre para mí transcurrió entre la colada y persiguiendo a mi mascota por cinco manzanas.

El lunes retomé mi jornada laboral.
Cuando llegué observé que Niall se me había adelantado y esperaba a Louis que llegaba instantes después y estaban a punto de entrar en el despacho de mi jefe.

- Buenos días, llegas tarde ¿qué tal tu cita del sábado con Cathia? -le preguntó Niall.

-Mejor no saques el tema, he ido al médico antes de venir, por eso llego tarde -dijo bastante incómodo y enfadado.

-¿Qué te ha pasado? -.

-Cathia, esa mujer era preciosa y no he podido siquiera.... ¿pero qué me pasa? Caperucita no se me iba de la cabeza. Joder yo nunca fallo, así que he ido a ver a un médico -.

-¿Has tenido un gatillazo? ¿¿¿Tú??? No me lo puedo creer -y se echó a reír a carcajadas.

-Encima ríete, es lo que me faltaba -le recriminó Louis bastante molesto.

-Perdona lo siento ¿y qué te ha dicho el médico? -.

-Que no tengo ningún problema fisiológico, que es algo psicológico. Todo por culpa de ese chico , ojalá pudiese odiarlo, pero no pienso en otra cosa que volver a poseerlo una y otra vez. Tengo que encontrarlo -hablo en tono muy decidido- Dime Niall ¿tú alguna vez has tenido.... ya sabes? -.

-¿Un gatillazo? Pues no-.

-Podías mentir al menos para que me sintiese mejor, mi vida se acabó ¿y si es un daño permanente? -.

-Siento herir tu hombría pero a mí nunca me ha pasado y no sé qué decirte, no soy un especialista en el tema. Tengo una reunión así que intenta relajarte, igual te obsesionas con ello y es peor. Luego te veo -.

- Vale -.

Niall salió de su despacho así que aproveché para pasarle un par de recados que habían dejado para Louis, cuanto antes lo hiciese mejor, por que era
tenerlo cerca y comenzaba a transpirar como nunca.

Di unos toques a su puerta y entré, él estaba intranquilo y su cuerpo era el más claro ejemplo de la desesperación.

-¿Te encuentras bien Louis? -le pregunté.

- Un dilema personal que no consigo resolver, tranquilo, no es nada relacionado con la empresa -.

Entonces miró hacia mi camisa donde llevaba colgadas mis gafas de sol de aviador que se me había olvidado guardar en mi bolso a la llegada a la oficina.

-Interesante elección para unas gafas. Pero para gustos no hay nada estipulado ¿no? -.

Yo me encojí de hombros sin contestarle y opté por cambiar de tema:
- Estás muy tenso, si quieres pido que te suban una infusión de la cafetería -.

-Una infusión no resolverá mi problema, olvídalo, dame esas notas a ver si consigo distraerme ¿qué tenemos para hoy? -me dijo frotándose las manos.

Yo le entregué las notas de las llamadas y repasé su agenda en voz alta pero percibía como él estaba en otra parte y apenas escuchaba lo que yo le decía, de repente me interrumpió cuando continuaba informándolo del orden de prioridades del día.

-¿Tú no sabrás quién es Caperucita? Déjalo, ni siquiera has ido a esa fiesta seguro -.

-No sé de que hablas, bueno tengo cosas que hacer... -solté y salí pitando de lo más nervioso, Joanna se percató y me preguntó:

-¿Y ahora qué? -.

-¡Me ha preguntado por Caperucita a mí! Me he puesto de los nervios y he abandonado su despacho como loco -.

-Tal vez deberías escribirle a ese correo del anuncio y pedirle que desista -.

-Sí, es lo mejor. Ahora mismo lo hago -.

Me coloqué en frente de mi ordenador y antes me creé una cuenta nueva de correo, toda precaución era poca para que descubriese mi identidad, así que le
escribí desde mi nuevo email:

Caperucitadeunasolanoche@gmail.com

"Por favor, deja de buscarme y retira los anuncios, lo de aquella noche fue muy especial, te recordaré siempre y por respeto a ese recuerdo te pido que dejes de buscarme.
Siempre tuya, Caperucita".

En apenas minutos respondió a mi email y leí el remitente;

lobitodesesperado76@gmail.com:

"Ojalá fueses mía como dices, tengo que verte, por favor no me pidas que deje de buscarte, necesito verte. Me tienes embrujado"

Yo no sabia ni que contestarle, al final los emails se alargaban y alargaban entre él y yo sin que consiguiese que retirase los anuncios e insistiendo en verme.
Así que le propuse algo:

"De acuerdo, quedamos por última vez, pero únicamente para aclarar esto y no volveremos a vernos"

A lo que me respondió:

"Esta bien, te mando las señas de mi casa. Puedes venir esta tarde o cuando quieras, te estaré esperando. Y retiraré los anuncios y haré lo que me pidas si
accedes a venir"

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Atención!
Es aquí donde la historia ya se pone buena!!!
Disfruten....

†Ely.

•El Espanta Hombres• |Larry| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora