Capítulo IV

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Yo tenía una teoría, creo que intenta batir algún récord en acostarse con alguien o algo por el estilo. Al único que no le había tirado los tejos en la oficina es a mí, pero claro era el espantapájaros de la recepción.
El comentario de Lia vino a mi mente, me dijo que lo vio con un pelinegro y Miriam es pelirroja. O sea que va a un tanto por día, el pelinegro el sábado y Miriam el domingo, pensé. Louis se giró y se dio cuenta que los observaba:

—Marcel, ese expediente—

—Claro... perdón, ahora mismo se lo acerco a su despacho —le dije, mientras pensaba que me había vuelto a llamar Marcel.

                           ¡Era de lo más irritante!

Por fin desapareció por el pasillo y pude concentrarme en mi trabajo. Después de un par de horas Louis me llamó desde su despacho:

—¿Ha terminado el informe fiscal para Ziloxcor?—

—Sí, ahora mismo estaba haciendo una copia de seguridad para Niall—

—Bien, ¿me los puede imprimir y hacérmelos llegar a mi despacho?—

—Claro Louis, ahora mismo los imprimo—

—Estupendo y... gracias —dijo y colgó.

—De... nada —balbuceé atónito pero él no me llegó a escuchar por lo que tardé en reaccionar. Era la primera vez en siete años que me daba las gracias. ¡Guau! Mientras aun intentaba asimilar el primer gesto amable de Louis, observé como Niall cruzaba el pasillo y entraba en el despacho de mi jefe.
Cuando terminé de imprimir el informe, me percaté que continuaba con Louis y vacilé si interrumpir o no para llevarle su encargo.
Finalmente me encaminé y observé que la puerta está entreabierta. Mientras dudaba si tocar o no, accidentalmente escuché parte de la conversación que mantenían:

—¿A ese bicho raro de la centralita? —preguntó Niall.

—No es ningún bicho raro es muy eficiente, no sé cómo puede hacer tantas cosas a la vez es un chico increíble —le aclaró Louis desde su punto de vista, abrumador para mí.

—¿Por eso no te lo has tirado? Debe de ser el único de toda la planta con el que no te has acostado—.

—Es indispensable para mí y no quiero arriesgarme a que la empresa lo pierda por un lío de calentura. Lo respeto demasiado—.

—¿Tú introduciendo el verbo respetar y hombre en la misma frase? ¿Te encuentras bien? A ver si has pillado alguna enfermedad tropical en alguno de tus últimos viajes, yo que tú me haría un chequeo —le dijo Niall y se echó a reír, no se había tomado en serio su comentario para nada y no era para menos.

Yo por otro lado estaba más que alucinando..
¿Yo indispensable? ¿Habrán puesto algo en mi café esta mañana? Seguramente y mis oídos recogen alucinaciones, pensé.

—No bromees, lo que no entiendo es como no ha pedido un ascenso en todos estos años, bueno, quizás le guste la centralita no lo sé —agregó Louis a las últimas palabras de Niall.

¿Respetarme a mí? ¡Si ni siquiera saber decir mi nombre correctamente y claro que quiero un ascenso!
Después de escuchar eso huí hacia mi centro de trabajo a meditar en lo que acababa de oír, quizá tenga razón Niall y sea un bicho raro ¡porque no entendía nada de nada!

¿Me respeta cuando apenas sabe que existo? ¡Era ridículo!

•El Espanta Hombres• |Larry| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora