11. Instintos tardíos

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Con un aire de inusual seriedad en ella, Isabel extendió el pequeño mapa sobre la mesa a petición de Farlan. Dentro de la vieja casa el silencio era seco y tan ensordecedor que ni las paredes parecían acostumbradas a él. El ambiente de gravedad, cortante de nuevo, seguiría así hasta que no retirasen el mapa y los planes de su cabeza. Pero cómo no, ella desafió el extraño duelo formado.

—Así que... ¿nos los cargamos, no? —Isabel esbozó una sonrisa llena de picardía, enseñando los dientes. Su pelo, rojo como el fuego y atrapado en dos coletas, parecía adecuar perfectamente su expresión de diversión casi permanente.

Los otros dos suspiraron de alivio con la tensión ahora rota, y no se habrían dado cuenta de ello si no lo hubieran hecho a la vez. Se miraron fugazmente preguntándose otra vez si no debían planear la misión de manera distinta. Los tres estaban asomados al mapa, pero ahora su amiga les miraba inclinada sobre la mesa en una postura informal e insistente.

—No, ya te lo he dicho —Levi fue el que respondió al final con cierto tono exasperado—. Quiero información. Por eso tenemos que llevar cuidado en no matarlos, ni a los conductores ni a nadie que vaya en los carruajes. ¿Entendido?

—Entendiiiiido... —Isabel puso los ojos en blanco y bufó, poniéndose recta otra vez y llevándose los brazos tras la cabeza—. Qué aburrido eres, hermanito.

—Es que no puedes ir haciendo lo que quieras por ahí. Además, no sé de qué hablas si nunca has matado ni a una mosca.

—Porque tú no me dejas. Además, dices eso ahora, —esta vez ella compuso una sonrisa entre burlona y cariñosa, inclinándose sobre la mesa una vez más— pero el otro día apuñalaste a un tipo porque me insult-...

—Bueno, ya vale —Farlan interrumpió la riña y enrolló el mapa de nuevo, salvando a Levi de tener que admitir cosas que le avergonzaban—. Aún tenemos que limpiar los equipos y prepararnos antes de salir.

Su amigo lidiaba muy bien con la casi (o no tan casi) obsesión de Levi por la limpieza, para desgracia de Isabel y su desorden, y él sabía adaptarse también a la necesidad de Farlan de tenerlo todo organizado, de dibujar mapas y de pensar varios planes de apoyo siempre que tenían una misión o, simplemente, un robo. En parte lo agradecía bastante, pues Levi siempre había sido mejor tomando decisiones al momento y de corto plazo si había algún contratiempo a la hora de llevar a cabo cualquier cosa que tuvieran que hacer. La línea de trabajo entre mero ladrón y mercenario era muy fina.

Escalar desde abajo del todo era un proceso que consistía en, invariablemente, uñas y dientes. Una vez llegados a la cima del basurero ya solo valía pisotear a los que quedaban abajo para que nunca llegaran hasta ti, o como mucho tenerlos de aliados para que vigilaran a tus enemigos, sin por eso dar la espalda. Quién sabe quién podría apuñalártela. A lo largo de cinco largos años habían arañado desde las capas más bajas hasta arriba, incluso controlando buena parte de lo que sucedía en las zonas criminales del Subsuelo. A Levi le bastaba con ser el rey de ese vertedero y poder vivir medianamente cómodo. De nada servían aspiraciones más altas (ni se las merecía), aunque si perseguir cierto cargamento significaba tener que salir temporalmente de allí para hacerlo, estaba más que dispuesto. No era un encargo, ni algo vital, ni les daría más dinero, pero era posible que sí una especie de redención.

Mientras limpiaba su equipo de maniobras robado de suciedad acumulada, una de las razones si no la principal de su escalada y éxito, giró la cabeza para ver a Isabel pelearse con el producto de limpieza y la observó un momento sin que se diese cuenta. Había sentido un instinto de protección por ella desde el principio, aunque no hacía tanto que le permitía llamarle «hermano». Cualquiera habría pensado que con sus personalidades tan opuestas era imposible que se soportaran, cuando en realidad se trataba de todo lo contrario. Y no era porque se sintiera identificado con ella, sino porque quizá Isabel no había perdido lo que él sí.

Pioneros (𝐒𝐍𝐊)Where stories live. Discover now