Me abro al cierre → Harry Potter [Editando] ✓

Trentatré

—¡He ganado! —celebró ruidosamente Alessia tras adivinar la última ronda.

—No puedo creer que seamos familia —una voz desconocida para Alessia se hizo presente, todos giraron en dirección a este encontrándose con Percy Weasley que miraba de manera despectiva a Alessia, su poco agrado hacia esta era notable.

—Percy, ¿Qué haces aquí? —con excepción de Alessia los Weasley presentes miraban a Percy con intriga siendo que este había dejado de frecuentarlos desde que había conseguido trabajar en el Ministerio.

—Salí temprano, vengo a ver a mamá —se limitó a contestar, Alessia sabía sobre la pésima actitud que Percy había adoptado tras terminar sus estudios, pero aun así se acercó para presentarse como era debido, al final de cuentas eran familia.

—Hola, no nos habíamos presentado antes —estiró su mano hacia el mayor—. Soy Alessia, somos hermanos, una historia algo larga —intentó bromear un poco para aligerar la tensión que había en la habitación.

—No somos hermanos —dejó a la chica con la mano estirada y le miró de abajo hacia arriba con superioridad, para después retirarse sin decir otra palabra.

—Idiota —Fred y George no tardaron en hacer saber sus pensamientos sobre su hermano.

—¿Alessia? ¿Estás bien? —Ginny miraba a su hermana, misma que no se había movido ni siquiera para bajar su brazo, creyeron que las palabras de Percy quizá le habían lastimado, pero al verla girar con una sonrisa quitaron aquellos pensamientos.

—Estoy bien, Percy no me conoce, quizá solo desconfié de mi —se encogió de hombros regresando al sillón individual en el que había estado antes, si bien era cierto que Alessia no debía agradarle a todo el mundo a la fuerza deseaba al menos llevarse bien con Percy mismo que al final de cuentas era su sangre, su hermano y si bien las palabras y acciones de este le habían lastimado no se rendiría tan fácilmente.

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Los días habían transcurrido con rapidez, mismos en los que Alessia no había salido más que para lo esencial o en compañía de algún integrante de la orden, las visitas de Percy se habían vuelto recurrentes, aunque este ignorara completamente que Sirius Black se encontraba en aquella casa y también le resurgimiento de la orden del fénix, cosa que tanto Molly como Arthur le habían ocultado. Las visitas de Percy también traían consigo el ignorar olímpicamente a Alessia o atacarla cada que tenía oportunidad, aunque poco parecía importarle a Alessia quien solo sonreía para ignorar todo aquello que saliera de la boca de Percy, hasta que un día este cruzó la raya con sus palabras.

—Deja de sonreírme como una estúpida —soltó de la nada provocando que todos guardaran silencio—. ¿Simplemente ignoras el hecho de que diste lastima y por ello estás aquí? La niñata que apareció de la nada, sin familia, que historia tan trágica —Alessia miraba al pelirrojo sin decir nada—. Apuesto que te has ido de casa, sin cariño de tus padres, con un hijo mejor —la mención de esto último provocó una punzada en el pecho de la chica, recordando lo que le había arrebatado a su pequeño hermano—. Sin esos "dones" estarías sola, nadie estaría junto a ti y nadie tendría que fingir ser tu amigo. Tu nunca serás nunca de esta familia, tu nunca serás nadie —las duras palabras de Percy calaron hondo en Alessia quien no logró escuchar nada más, sintió el aire faltarle y un nudo en la garganta casi como si las palabras se atoraran en su garganta impidiéndole respirar, el pecho también comenzó a dolerle y las lágrimas mojaban sus mejillas, todo a su alrededor parecía pasar en cámara lenta, la manera en que los demás Weasley defendían a la chica, hasta que las piernas de la chica no lo soportaron más, se dejó caer y amortiguó su caída con la palma de sus manos, el grito de Molly no se hizo esperar, la preocupación fue cambiada por asombro al ver lo que ocurría.

—¡Alessia! —el caos se desató en cuanto Percy de un momento a otro se encontraba dentro de una esfera gigante de agua, nadie había realizado aquello por lo que la única persona que podía hacerlo parecía ser aquella que parecía estar en el suelo buscando aire, Percy gritaba dentro del agua en busca de aire y por más que intentasen deshacer esta, no lo lograban.

—¡Alessia, tranquilízate! —Sirius hizo acto de presencia sin importarle que Percy le viera—. Respira profundamente, despeja tu mente, concéntrate en mi voz —la pelirroja miró al hombre y este sintió impotencia al no poder hacer nada para eliminar el miedo que destellaban en los ojos azules de la chica, poco a poco Alessia hizo lo que Sirius le pidió se concentró en la voz del hombre y ella al igual que su respiración comenzaron a tranquilizarse, justo en ese momento Percy cayó al suelo tosiendo en busca de aire, el suelo se encontraba empapado y por más que este hubiera provocado lo sucedido se acercaron para verificar que se encontrase bien.

—¡E-eres un monstruo! —Percy gritó con odio y miedo tanto en su voz como en su mirada, Alessia se atrevió a mirar a su familia, mirar lo que había provocado y sintió su corazón estrujarse contra su pecho.

—Yo no quería esto —murmuró con miedo de sí misma, apretó los puños encajándose las uñas en sus palmas, su mente comenzaba a atormentarle y creía que su familia le veían como lo que Percy había dicho, como un monstruo—. L-lo siento —susurró y en un instante ya no estaba en la habitación, había desaparecido, dos habilidades se habían mostrado ese día por parte de Alessia y no serían las únicas.

—Desde ese momento no ha hablado con nadie que no sea integrante de la Orden, siempre está en su cuarto y no deja que nadie se le acerque —suspiró con pesadez, se sentía culpable por no haber defendido a su melliza a tiempo, por el miedo que sintió en ese momento y la chica había visto en la mirada de su familia—. Hemos intentado de todo, queremos acercarnos, disculparnos, pero no quiere escucharnos.

—Jamás creí que Percy reaccionaría de esa manera con Alessia —la mandíbula de Harry estaba tensa y su ceño fruncido queriendo contener el enojo que sentía al enterarse de lo sucedido, ahora entendía la mirada apagada de la chica y por qué no había sonreído en ningún momento.

. . .

Sigo teniendo coraje en contra de Percy por la manera en que trato a su familia y la hizo a un lado solo por un puesto en el Ministerio, además de que ahora le tengo más coraje por tratar así a mi bebé.

Como habrán notado aquellas partes que están escritas en formato de cursiva son recuerdos, sucesos que pasaron antes de la línea de tiempo actual, espero no olviden esto porque con las ediciones también estaré agregando este formato para mayor comodidad tanto suya como mía.

Editado

Pelirroja W