Me abro al cierre → Harry Potter [Editando] ✓

Undici

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La habitación se encontraba en silencio, tanto Lavander como Parvati estaban en el quinto sueño mientras que Hermione y Alessia seguían ocultas tras las cortinas de la cama de la pelirroja, las mismas que habían sido hechizadas por la castaña para evitar que su conversación fuera escuchada, Alessia se estaba tomando su tiempo para confiarle a Hermione su secreto, temía que le tomaran como una loca, que las cosas salieran mal, que todo en algún momento se volviera en su contra, pero tomó valor y habló por fin.

—Será algo confuso, puede que no creas lo que te diga o creas que estoy loca, pero te juro por lo que más amo que no estoy mintiendo.

—Intentaré entenderlo —sonrió de tal manera que Alessia creyó que quizá todo iría bien.

—Como sabes viví en Italia, mis "padres" —realizó con sus manos el ademán de unas comillas—, ellos no pasaban tiempo en casa por su trabajo, querían mantenerse alejados de mi presencia, intentaron compensar su ausencia con muchas cosas entre ellos libros, yo adoraba que me dieran libros, era como si me transportara a cada mundo que leía. Una colección de varios libros era la que más amaba, no podía vivir sin al menos leer uno de sus libros, la magia de dichos libros me atrapó, un mundo tal irreal y fascinante que deseaba con toda mi alma poder pertenecer a ella, algo que sabía no ocurriría al ser solo un sueño tonto —movió sus manos nerviosamente—. Estudiaba en casa por lo que no me sorprende cuanta imaginación tenía o tengo, el día que llegué a la Madriguera creí que la carta de Hogwarts era una broma, mi curiosidad fue más fuerte y abrí el sobre fue ahí donde encontré la que ahora es mi varita, en cuanto la tuve entre mis manos esta desprendió una luz que logró cegarme, minutos después abrí los ojos y el resto de la historia la sabes.

—Pero eso ya lo sabemos, Ale. ¿Qué tiene de malo eso?

—¿Recuerdas la saga que mencioné? —la castaña asintió aun sin comprender a lo que la pelirroja frente a ella se refería—. La saga se llamaba Harry Potter, Herm. Leí cada libro, memoricé cada párrafo sobre la vida de Harry a partir de sus 11 años exactamente cuando descubrió lo que en verdad era, cada libro narraba los peligros a los que se enfrentaba año tras año —Hermione juntó toda la información que le había sido dada, abría y cerraba la boca en busca de una respuesta coherente, más no encontraba alguna explicación para ello.

—Eso quiere decir que sabes lo que pasará —logró susurrar tras varios segundos de silencio.

—No exactamente —Hermione volvió a mirarla confundida—. Leí las historias que estaban en los libros, los sucesos los tengo completamente grabados, pero hay un problema.

—¿Problema? ¿Qué problema?

—Yo soy el problema. Yo no existía en los libros, no tengo conocimiento de que cambios provocara mi estadía aquí —apretó las sabanas con fuerza—. Estoy cambiando todo Hermione y no sé si estos cambios harán un bien o harán un mal.

—Deber hablarlo con Dumbledore —Hermione no sabía qué aconsejar, solo se le ocurría que la chica hablara con el director de Hogwarts—. Tiene que saber lo que ocurre y ocurrirá.

—Lo mismo que te he dicho se lo he dicho a él, pero él me ha dicho que no debo decirle a nadie ni siquiera a él lo que ocurrirá a menos de que yo lo crea conveniente —soltó un gran suspiro— Dijo que mi llegada no era un accidente o un error, que si estaba aquí era para cambiar el rumbo de las cosas y que la decisión de qué hacer solo quedaría en mí.

—Te ha dejado decidirlo tu sola —Alessia asintió sin muchas ganas cosa Hermione notó—. No podrás decir lo que pasará, pero nosotros te apoyaremos, yo te apoyaré Alessia. Somos amigas y no importa qué pase no dejarás de serlo.

—No dirás lo mismo si mis decisiones llevan a la muerte de alguien —su voz se cortó, la culpa comenzaba a llenar su mente a pesar de que aún nada malo ocurría.

—Todos tomamos malas decisiones, pero tú eres buena, sabrás que hacer en el momento que debas hacer una elección, te estás esforzando para estar al mismo nivel académico de todos, te interesa conocer más de este mundo, te interesan los demás —la castaña sonrió intentando animar a la chica frente a ella—No importa si caes cada que hagas una decisión, yo estaré ahí para levantarte.

—Tengo miedo, Hermione —pasó sus manos por sus ojos quitando de ellos las lágrimas que amenazaban con salir—. Tengo miedo de no poder salvar y cuidar a las personas que se han vuelto importantes para mí, miedo a arruinarlo todo, a ser odiada y quedarme sola otra vez —no pudo evitar soltar un sollozo el cual hizo que el corazón de Hermione se estrujara al ver de tal manera a su amiga, tan frágil como nunca antes la había visto.

—Ven acá —se acercó y abrazó a Alessia mientras esta sollozaba en su hombro—. Te aterra perder a tus seres queridos y eso habla de quién eres, Alessia. Eres alguien fuerte, sabrás superar esto, yo estaré a tu lado, cada que necesites hablar o algún consejo puedes contar conmigo, nunca lo olvides.

—Gracias —susurró repetidas veces mientras seguía llorando en el hombro de Hermione desahogándose de todo, fue ahí donde Alessia entendió realmente lo que era tener una amiga y no le gustaría perderla de ninguna forma. 

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Pelirroja W