Capítulo 14:

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Al llegar a casa, Agustín tomo mi mano y tiro de mi hasta llegar a la puerta de su habitación, donde se encontraba una nota pegada que decía "mamá y papá salieron por su aniversario, yo voy a estar en la casa de unas amigas. S"

- Estamos solos.- dice quitando la nota y abriendo la puerta.

Se recostó en su cama, tomó su laptop y puso Netflix. Como era de esperarse, puso una película de terror el cual no preste atención al nombre.

La película iba casi por la mitad, desde su inicio siento la mirada de Agustín sobre mi, cosa que me pone bastante nerviosa.

- ¿Que me miras?- pregunto con una sonrisa mirándolo de reojo.

Al no obtener respuesta, miro en su dirección, su mirada y la mía se conectan nuevamente, el levanta su mano y comienza a acariciarme la mejilla, instintivamente ante su tacto cierro los ojos y solo me concentro en el contacto de su mano.

De repente siento como sus labios tocan los míos bruscamente y se sube encima de mi, sus manos viajan de mi cadera a mi cintura de una manera tan linda, no tengo palabras específicas para explicar todo lo que este chico logra hacerme sentir.

- Agus, espera...- lo interrumpo al notar que sus besos comienzan a bajar por mi cuello.

- ¿Que pasó?- para bruscamente y me mira a los ojos con preocupación.

Sus mejillas estaban coloradas, sus labios rosados e hinchados junto con sus pupilas bastante dilatadas, estaba hermoso.

- Ahora no...- dije desviando la mirada.

- Ey.- tomo mi barbilla para que volteara a mirarlo nuevamente.- Está bien, te dije que te iba a esperar.

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- Agus, tengo que ir a dormir.- dije al finalizar la película.

- Es temprano, todavía no te vayas.- ruega haciendo puchero.

- Después me cuesta bastante levantarme. Así que chau.

Me levanto de su cama y me dirijo a mi respectiva habitación.

Mentí.

No me fui porque "estaba cansada", si no que me fui porque me sentía algo incomoda luego de lo que sucedió anteriormente.

Esta claro que te quiere en su cama, nada más que eso, ingenua.

Me acosté en mi cama mirando hacia el techo, la oscuridad y el silencio abundaba en mí habitación.

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A las 6:00 la alarma comienza a sonar, hice lo que hago diariamente cuando voy al colegio y baje ya lista a desayunar.

Allí se encontraba Agustín, parado de espaldas a mi preparado su café.

- Hola.- dije pasando a su lado en busca de un vaso.

- ¡Ay!- se sobre salta.- Me asustaste Malena.- dice de una manera fría.

- ¿Mal humor?- pregunto con una sonrisa.

No obtengo respuesta, ¿a éste que le pasa? Que me contestara de esa manera logro que se me fuera el poco apetito con el que me había levantado hoy, así que simplemente me serví un vaso de agua y me senté lo más apartada de él a esperar que termine su café.

- ¿Que?, ¿No vas a desayunar?- pregunta de una manera fría.

- No.- respondo de la misma manera.

- Yo no te llevo si no comes.

- Me voy caminando entonces.- dije sin obtener respuesta de su parte.

Me levanté de la mesa y fui en busca de mi mochila.

Al salir de la casa, él se encuentra recostado sobre su auto observándome de una mala manera, me hace seña para que suba al vehículo y se adentra en él.

Iría caminando solo para irritarlo, pero no tengo ganas de llegar tarde al instituto.

El camino transcurrió en un completo silencio, no se que le sucede conmigo.

Date cuenta que esta así porque ayer no logro conseguir lo que quería de vos.

Suena bastante lógico. Por primera vez concuerdo con la voz que me atormenta constantemente en mi cabeza.

Para El Amor No Hay Edad ~ Agustín Casanova (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora