Para El Amor No Hay Edad ~ Agustín Casanova (EN EDICIÓN)

Capítulo 3:

A penas me adentré a mi habitación, pude oír como entraban mis padres discutiendo acompañado del sonido de un fuerte portazo.

Quizás todavía no se enteraron lo del Liceo y es por otra cosa que están así de alterados, no es tan sorprendente que ellos discutan por cualquier mínima cosa que les sucede.

- ¡¡Malena!!- gritó mi padre desde la planta de abajo.

Mierda, si se enteraron.

- ¡¿Que?!- pregunté con una mirada de no comprender que sucedía mientras bajaba las escaleras.

- No te hagas... ¿Con que te expulsaron, eh?- pregunta mi padre de una manera bastante sarcástica.

- Digamos que si.- respondí quitándole importancia al asunto.

- ¡Ya no se que más hacer contigo! ¡No tenes arreglo! Mañana a primera hora te vas a vivir con tu tía a Montevideo.

- ¿Que tía?- pregunté sorprendida.

Sabía que querían mandarme hacia Montevideo, pero, ¿Desde cuando tengo una tía en allí?, ¿Por que nunca supe de ella?, ¿Le caeré bien?, y lo más importante, ¿me va a tratar bien?

Tenía la esperanza de que me mandarían a vivir con mi abuela, no con... Mi ¿tía?

- Si, tenes una tía, no la conoces, pero acepto que te quedarás con ella, ahora junta tus cosas y prepárate.- replica mi madre con una leve sonrisa.

Por más que esté enojada, ella no me grita como lo hace mi padre, ella es más... comprensiva.

Entré a mi habitación y me acosté en mi cama intentando comprender todos los sentimientos que me abundaban en ese momento.

Sabía que me mandarían a Montevideo si algo más sucedía en el instituto, pero no creía que me iba a sentir de esta manera cuando me lo recalcaran.

Me coloqué mis auriculares en busca de sentirme mejor y deje que lo único que estuviera en mi mente fuera la voz de Agustín.

...

- ¡Malena levántate!- escucho los gritos de mi padre desde la planta baja.- ¡No tengo todo el día!

Es algo bastante notorio que quieren que me vaya ya de este lugar, todo esto me da la sensación de que nunca me quisieron, no lo sé, entiendo que soy un poco problemática, pero eso no quiere decir que me tengan que mandar a otra parte de Uruguay, siento más como si se estuvieran desasiendo de este "problema" en ves de intentar ayudarme a "ser mejor".

- Ya voy.- dije inspeccionando por última vez mis cosas para no olvidarme de nada.

Le di una última mirada a la habitación y salí de ésta junto con mis 2 maletas.

- Camina más rápido.- protesta saliendo de la casa.

Ni en los últimos momentos que me va a ver puede ser amable, no entiendo porqué son tan fríos, mi madre no me trata tan mal, pero siempre fue súper indiferente y distante.

Al subir al ómnibus, comienzo sentirme algo triste, mis padres ni siquiera fueron capaces de bajar del auto y acompañarme hasta acá, simplemente me dieron mis valijas y se fueron.

...

Luego de 5 horas de viaje, llego a montevideo, estoy algo ansiosa por saber quien es mi tía.

Cuando ya había levantado mis maletas, comencé a buscar, aunque no le veo sentido hacerlo porque no se exactamente quien vendrá a buscarme, me senté un banco a esperar mientras escuchaba algo de música.

Sentí como alguien tocaba mi hombro, rápidamente me di vuelta y note que era... ¡La mamá de Agustín!

- ¿Tú eres Malena?- pregunta con una sonrisa.

En ese momento quedé perpleja, no lo podía creer, intentaba hablar, responderle a su pregunta, pero solo tartamudeaba palabras sin sentido.

- Yo... Ehh... Si... Perdón.- respondo al salir de mi transe.

Sin pensarlo dos veces, salté a abrazarla.

- Uy, perdón...- Digo al ser consciente de lo que hice.- Es que soy gran fan de Marama, principalmente de Agus, y eso, no se, no puedo creer que sea usted.

- Por favor, no me hables de "usted", dime "Lulú", o "tía".- responde con una sonrisa cálida.- Quieres comer algo?- pregunta a lo que le respondo amablemente que si.

Luego de ir a comer y hablar un rato con ella, comienzo a sentirme más cómoda y más tranquila, se que nadie me va a tratar mal en este lugar, estoy segura de que la voy a pasar bien... O esto quiero pensar.