Capítulo 2:

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Al salir del salón, noté como la profesora venía detrás de mí.

- Pasen.- dice el director al otro lado de la puerta luego de unos segundos de haber tocado ésta.

Al entrar, él se encontraba sentado detrás de su escritorio firmando papeles.

- ¿Que pasó profesora Hernández?- pregunta mirándonos de reojo sin dejar de hacer sus actividades.

- Lo que pasa es que ésta señorita hizo un escándalo en el salón, y me faltó el respeto.- responde señalándome.

Admito que aquello no se lo dije de la mejor manera, pero comparado con lo de que todos acá me tratan como "inservible" no es nada.

- Sr. Director, eso en parte no es cierto, esta profesora siempre está prejuzgando mis gustos musicales y tratándome como "inservible".

El hombre recoge los papeles de su escritorio, se quita sus lentes y me mira como si fuera una loca exagerada.

- ¿Entonces todo esto es por esa música de vagos?- pregunta encarando una ceja.

Una parte de mi quería creer que este hombre no sería como la mayoría de las personas que están dentro de este instituto, pero, ¿que ingenua no?

- ¿Que necesidad tiene de definir así a las personas que componen la banda? Agregando que lo hace con gestos de desprecio, debería respetar que a mí me gusta ese tipo de música y no hacer ese tipo de expresiones al conceptuarlo.

- A mi me habla bien y con respeto, ¿entendió? No le pregunté nada de esos vagabundos con micrófono.- responde de mala manera levantándose de su silla.

Pero, ¿que está pasando?

- Ya voy a llamar a sus padres, no puede ser que con usted siempre haya un problema. Nosotros ya no podemos seguir soportando sus actitudes de niña indecente y maleducada, está expulsada.

- ¡¿Que?!, ¡¿Expulsada solamente por tener gustas diferentes al resto?!, ¿esto es una broma no?

- ¡Pero que niña más insolente!, ¡Ya se retira del colegio!, ¡usted esta expulsada!- grita señalado la puerta.

Al mirar a la profesora, noto como me observa con satisfacción junto con una sonrisa de superioridad.

Sin pensarlo dos veces, salgo hecha humo de la oficina en dirección a la salida.

Oigo como suena la campana que da señal a que comenzó la hora del receso, ¡esto cada vez se pone mejor!

- ¡Male!- me llama alguien detrás de mi.

Al darme vuelta noté que quien me llamaba era la única persona que soportaba en todo este colegio, Stephanie.

- ¿Que pasó Steph?

- Eso te pregunto yo a vos, ¿que sucedió?, ¿que te dijeron?- pregunta en un tono claro de preocupación.

- Me expulsaron, y como te expliqué la otra vez, mis padres me van a mandar a Montevideo a causa de eso.

- Si... ¡No te podes ir!- dice con sus ojos completamente llenos de lágrimas que amenazan con salir en cualquier momento.

Sin pensarlo dos veces, la abrazo lo más fuerte posible, me va a hacer muchísima falta.

- Quiera o no, tendré que ir de todas formas, van a obligar, y la verdad, es que me gusta la idea de irme de este lugar y comenzar de cero.

- Está bien.- dice al separamos.- te voy a extrañar.

Salgo del colegio rumbo a mi casa, por lo que sucedió anteriormente, ese es el último lugar al que quiero ir ahora, pero no es que tenga otra opción a la cual recurrir.

Ya tengo claro que va a pasar, mis padres me van a decir gritar, o directamente me van a mirar con decepción, me entregan el pasaje y se van, ruego para que sea la segunda, no estoy en condiciones de soportar otra discusión mas.

Para mí suerte, al llegar a mi casa no había nadie, aunque esa fortuna me duró muy poco.

Para El Amor No Hay Edad ~ Agustín Casanova (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now