Capítulo 13.

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Capítulo 13

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Capítulo 13.


La semana transcurrió rápidamente, y cuando menos me lo esperaba ya era viernes. Había días buenos y otros malos, y este en definitiva era uno bueno. Con cada día que pasaba me iba adaptando un poco más, todo dejaba de ser tan ajeno y lejano, y se convertía en algo ligeramente familiar y cercano, sin duda alguna ya no me sentía tan abrumada como antes.

Me gustaba empezar a ser algo estable, tener una rutina. Extrañaba mi anterior vida, pero estaba claro que no iba a regresar, o al menos no en un buen tiempo, así que tenía que dejar de quejarme, dejar de sentir pena o lástima por mí y empezar a vivir mi realidad, adaptarme a los cambios y seguir, no me puedo quedar estancada toda la vida.

Estaba barriendo una sala de cine cuando me di cuenta de que se podría considerar un crimen la cantidad de palomitas de maíz desperdiciadas que estaban tiradas por todo el lugar. ¡Era impresionante, en serio!

Al terminar de limpiar, me dirigí a las cajas de dulcería, era mi turno. Teníamos en funcionamiento cinco cajas, ya que los cinemas empezaban a tener mucho movimiento por las tardes.

Al llegar ahí Cassie de inmediato me sonrió a manera de saludo, o eso pienso yo. Le devolví la sonrisa y me puse tras una de las cajas disponibles, a un lado de ella.


—¡Hola! —saludó entusiasmadamente.

—Hola, ¿por qué tan alegre? —sonreí suavemente y alcé mis cejas.

—Nada...¡ya es fin de semana! —dio unas palmadas y pegó brinquitos en su sitio.

—Oh...claro —no le di mucha importancia, en realidad no tenía un motivo por el cual sentirme especialmente feliz.

—¿Sabes que fecha es hoy? —me preguntó y frunció su delgada ceja.

—No, no tengo ni la más mínima idea, no sé en que día vivo —suspiré y me sujeté la cabeza con las manos.

—Hoy es veinticinco de marzo, señoritas. —una tercera voz se hizo presente y mi mirada instintivamente se dirigió a esa persona rápidamente.

—Hola, Zac —Cassie fue la primera en dirigirle la palabra, y de inmediato ella se ruborizó, no supe muy bien porqué, pero tenía una ligera sospecha.

—¿Qué hay, Cassie? Hola, Emily —él nos dirigió una mirada a cada una, después sonrió ampliamente y se colocó en otra caja.

—¿Qué día es hoy? —volví a preguntar, no estaba segura si había escuchado bien.

—Veinticinco de marzo, Emily —contestaron Zac y Cassie al unísono.


Veinticinco de marzo...¿por qué esta fecha me sonaba tanto? ¿Veinticinco de marzo?

Y entonces fue como si un algo dentro de mi cerebro hubiera conectado, porque los recuerdos me inundaron por completo. ¡Era mi cumpleaños! ¿Cómo había podido olvidar mi cumpleaños? ¡Ya tenía dieciocho años! Ya era mayor de edad...¿Cómo pude olvidar mi propio cumpleaños?

Obsession| h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora